Capítulo 22.

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Era martes en la mañana, se encontraba sentada afuera del salón con Leiny y sus demás compañeros, esperando a que el profesor deSonido I, iniciara la clase. Mientras tanto, platicaba con su amiga de algunos posibles lugares para realizar las fotografías para el corto que debían de hacer.

— ¡Aria, Aria! —Gritó Matías, desde el final del pasillo.

— ¿Y ahora qué le pasó? —Le preguntó Leiny.

La castaña levanto los hombros. —Seguro olvido contarnos algo ayer. —Contestó.

El joven llego corriendo hasta ellas, se puso en cuclillas, abrió su maleta y de allí sacó con cuidado una caja mediana de color blanco.

—Es para ti Ari. —Le dijó, tendiéndole el pequeño detalle.

— ¿Para mí? —Preguntó la joven sin comprender.

—Pero recíbeme chica que voy tarde a clase. —habló. —Y si, es para ti, una chica se me ha acercado hace unos diez minutos en la cafetería, y dijo que te lo hiciera llegar.

La castaña recibió el presente, e inmediatamente su compañero salió corriendo para llegar a tiempo a clase.

— ¿Qué podrá ser? —Le preguntó su compañera.

—No tengo idea.

Observó la caja, buscando afuera de ella algo que le indicará cuál era su contenido y el nombre de quien lo enviaba, pero no logro hallar nada. Tomo las solapas las abrió y encontró un envase plástico transparente que contenía melocotón y frambuesas, y una pequeña nota que decía:

"Tú, cuyo corazón canta sobre la anarquía".

El pequeño papel venía cubierto con un papel plástico para que lo protegiera por si el contenido se derramaba. Volteo la hoja buscando encontrar al remitente, pero se hallaba totalmente en blanco.

— ¿Qué dice? —Le pregunto finalmente Leiny, al ver que ella no respondía nada. La castaña le paso la hoja. — ¿Qué significa eso? —La cuestionó. 

—No lo sé. —Aria releyó de nuevo aquella frase, sin poder comprender su significado.

Tenía la sospecha de quien había sido el remitente de aquel detalle, y no le agradaba para nada saber que intentaba conquistarla de nuevo. Ya no había nada en su corazón para él. Le había expresado tantas veces que no lo quería en su vida, ni siquiera para una amistad, y al parecer no le había quedado claro. Todos esos meses que había pasado junto a él, ofreciéndole lo mejor de ella, para nada.

Aria tomo el recipiente y sacó un trozo de melocotón, y después le ofreció a Leiny. Saboreo el delicioso sabor en su boca y antes de que el profesor llegará unos minutos más tarde, ella y la castaña se habían terminado con todo el contenido.

Procedieron a entrar al salón de clase. El profesor saludo y rápidamente dio inicio al tema que llevaban tratando hace dos semanas. El docente explico algunas bases para manejar la calidad del sonido en cualquier grabación, pero Aria se encontraba distraída con lo que le había entregado Matías, que no lograba concentrarse. Hubo varias veces en las que pensaba que había sido Thiago quien le había enviado aquel presente, y no podía mentir, le encantaba aquella idea. Pero después sus vagas ilusiones chocaban contra el muro de la realidad y quedaban en pedazos. Para después, darse fuerte golpes mentales en la cabeza y preguntarse, ¿cómo ella podía estar pensando en un disparate como ese?, ¿cómo podía olvidar que era Thiago? Y que ella había sido una más con la que se había acostado.

—Tonta. —Susurró para sí misma.

Salieron del salón para dirigirse con un pequeño grupo de compañeros a un parque que se hallaba atrás de la facultad de comunicaciones a charlar. Le escribió a Matías para decirle donde se encontraba para hablar con él. Tomaron asiento en unas bancas y empezaron a charlar con sus demás acompañantes.

—Ari —le toco el hombro Leiny con el dedo índice—, te noto bastante inquieta. ¿Estás así por el presente que te ha entregado Matías esta mañana? —Le preguntó la castaña.

Mientras los demás estaban enfrascados en bromear y decir cosas sin sentido. Aria observo a lo lejos a Thiago hablando con algunos de sus amigos. Un pequeño vació se instalo en su pecho, la garganta se le seco y sus ojos se empezaron a llenar de lagrimas. Nunca antes se había sentido tan estúpida y débil.

—Ari, Ari —la llamó su amiga en un tono bajo—. ¿Qué ocurre?

—Fui una estúpida —respondió—. No sé porque olvide tan fácilmente lo que aprendí con Christofer. —No derramo ni una lagrima, pero el vacio seguía ahí.

— ¿Y si fue él quien lo envió?

—No, estoy más que segura que no ha sido él, lo unique ha hecho es ignorarme. Soy una tonta. 


¡Hola a todos! ¡He regresado! Espero disculpen la tardanza en publicar, pero empezaré a hacerlo más a menudo. Por favor si encuentran algún error en la redacción me encantaría que me lo hicieran saber. No olvides votar y comentar.

► En galería Gigi Hadid como Aria

►Como vídeo, una canción de: The 1975 llamada  Somebody Else

Las he extrañado mucho, Sky Dawn ♥

Solo Ella ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora