Capítulo 14.

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La noche era cálida y el cielo estaba despejado, sin embargo, no se lograba ver ninguna estrella en lo alto. Las dos mujeres se bajaron del taxi caminaron hacia la entrada principal del bar llamado "C&C", que solían frecuentar por su variedad de comida y su buena música de los años 70's, 80's y 90's.

El establecimiento era grande, iluminado con lámparas hechas de frascos de vidrio, que le daban un toque vintage. Algunos cuadros de Cantinflas y Charlie Chaplin, se hallaban colgados en las paredes. También había unos estantes, que tenían algunas colecciones de cámaras antiguas, botellas de vino y discos de vinilo. En la entrada se ubicaba una mesa larga donde había algunas personas bebiendo y platicando, pocos metros más adelante se encontraban mesas, sillas y puff por doquier. Las mesas estaban decoradas con hermosas lámparas reciclables, y a cada lado de estas había un servilletero con el logo del bar y un letrero que decía "No tenemos WiFi, hablen entre ustedes". El lugar se veía colmado de personas, pero como eran clientas, rápidamente buscaron donde acomodarlas. Pidieron algo de beber, mientras esperaban a su amiga.

—Oye, Leim, ¿cómo te fue en Sudan? —Le pregunto Aria, a su hermana.

—No me fue tan bien como esperaba, Ari. Hay tantos problemas allí, que no sé cómo tratar de ayudar a las personas. Esta la matanza de los elefantes por el trafico de marfil, el reclutamiento de niños, la pobreza, el hambre y entre otras cosas que nunca terminaría de nombrar —expreso Kalleim, con tristeza—. Hace una semana tuvimos que regresar al ayuntamiento en República Centro Africana, Aria fue tan horrible. Recuerdo eso y me da tanto miedo y ganas de llorar. —Aria toma sus manos tratando de consolarla— La fuerzas revolucionarias de Sudán, atacaron una de las aldeas donde nos encontrábamos varios compañeros y yo. Mataron a tantas personas que conocia, y en-listaron a varios niños llevándoselos. Dejaron a tantas personas sin un  hogar. 

— Es increíble que aquí no sea diferente de allá. Por eso es que has regresado a casa. Esas son tus pequeñas vacaciones. —El mesero se acerco trayendo consigo las bebidas, las saludó y después se marcho— Lo siento, Leim.

—Solo espero que se me ocurra algo... lo que sea para ayudar —habló, la morena con desespero.

—Lo harás, como tú lo hiciste conmigo, ¿está bien? —Trató de animarla Aria.

—Sí... —Le contesto distraída Kalleim, mirando algo atrás de ella— ¿Aria? ¿Ese no es...?

La joven se volteo inmediatamente. En la entrada principal del lugar, se encontraba Christofer su exnovio, besándose con una pelirroja. Sintió como el calor albergaba su rostro. Menos mal no había caído de nuevo en su juego de mentiras. 

—No vale la pena —dijo, Leim.

Se puso de pie, haciéndole señas a Leiny que las buscaba, para que supieran donde estaban.

—Hola mis fieles seguidoras —saludo a la castaña con un beso en la mejilla y a Kalleim con un efusivo abrazo. Tomo asiento al lado de Aria comentando con furia: — ¿Ya viste al cretino ese, en la entrada?

—Jum... No, no nos habíamos dado cuenta —respondió Leim.

—No vale la pena que sufras por él, no te merece —concluyo Leiny.

—Lo sé, ya no me importa chicas. ¿Por qué no pedimos algo de cenar? —Les preguntó Aria animada.

—Em... No —se apresuró a decir Leiny—Este —« ¿Y ahora que le digo para que no se dé cuenta?»—... Es que viene alguien más a acompañarnos. —Kalleim miro súbitamente a su amiga. No sabía el por qué, pero a su hermana no le iba a gustar el acompañante de esta noche.

—Bueno. ¿Y demora en llegar? ¿Quién es? —Preguntó curiosa Aria; y no por saber si era el nuevo novio de su amiga, no, sino porque en realidad tenía mucha hambre.

—Falta poco, debe de estar por llegar.

Pasaron algunos minutos donde el invitado no llegaba. Leiny se estaba comenzando a desesperar. « ¿Por qué rayos demoraba tanto en llegar? ¿Cuanto tiempo se podía demorar un hombre para darse una ducha?» Si mal no recordaba, se había demorado menos de un minuto, después de haber colgado con Leim para llamarlo y brindarle otra oportunidad con su amiga.

—Leiny, ¿estás segura que a quien sea que estamos esperando va a llegar? —Le preguntó de nuevo Aria.

—Sí —dijo con afirmación—. Va a venir.

Empezó a mover el pie y a tocar con el dedo índice la mesa. Pasaron algunos minutos más, sin ponerle mucho cuidado a lo que platicaban sus amigas, hasta que Leiny notó que él no iba a llegar. Así que decidió decirles a las chicas, que pidieran por fin su añorada cena. Ella misma después se encargaría de Thiago, ¿como se atrevía a dejarlas plantadas? Con la comida y su amiga, no se jugaba.


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► En galería Gigi Hadid como Aria.

Besos, Sky Dawn

Solo Ella ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora