Rough. {Steve Rogers}

La última batalla, I.

Primera parte del último capítulo y primera actualización del año, ¡gracias por todo!<3 No sé a quién dedicarle esto, pero de seguro es que es para todas las que llegaron hasta aquí, enserio mil gracias. :') Todos los capítulos tienen más de 100 visitas ahora, menos el último que subí. xD igual ya casi llega EHHH. :v Bueno, espero que les guste y mil gracias de nuevo por todos los votos, leídos, comentarios y a las personas que agregan a su lista de lectura. <3 ¡Disfruten!

La última batalla, I.

2018.

—Dios, estoy muy nerviosa—habló agitada Svetlana.

—Cálmate, ¿sí? —le dijo Natasha mientras cerraba su vestido blanco.

—¡No puedo! —exclamó y se vio en el espejo. De pronto comenzó a hablar en otro idioma y a alterarse, cosa que a Natasha le pareció extraño.

—¿Estás hablando alemán? —preguntó confundida.

—¿Estoy gorda? Dime que no estoy gorda—exclamó, ignorando a la pelirroja.

—De hecho, acabo de cerrar la cremallera, así que no, no estás gorda.

—Gracias al cielo.

—Parece que tu mujer interior está saliendo...

—Sí, bueno, voy a casarme, creo que es justo.

Natasha juntó sus manos y sonrió ampliamente.

—Sí, y no puedo creer que vayas a hacerlo.

—¿Te soy honesta? —preguntó Svetlana.

—Adelante.

—Tampoco pensé que iba a casarme—confesó. —Y mucho menos con alguien como Steve.

—No pienses esas cosas, te lo mereces al igual que él.

—Gracias—sonrió Svetlana.

La pelirroja le puso el velo encima y le arregló el moño que le había hecho antes. Se veía muy linda.

—¿Podemos pasar y ver a la novia? —preguntó Wanda con su acento y abrió la puerta del cuarto.

—Oh Dios, qué hermosa te ves—comentó María detrás de Wanda.

—¡Y no estoy gorda! —exclamó Svetlana con alegría.

—¿Estás bromeando, verdad? —dijo Pepper a la par de María. —No es como si estuvieras embarazada... aún no.

—Espero que para eso pasen muchos años...

Las chicas eran damas de Svetlana en su boda, hasta Pepper que ya se había casado hace dos años.

Natasha le dio el ramo de rosas a Svetlana ya que era tiempo de irse y caminar hasta el altar. Salieron del cuarto y caminaron hasta la entrada de la azotea, ahí estaban Tony y Clint, quiénes se habían peleado por llevarla hasta el altar hace meses. Ella accedió a que los dos la llevaran ya que sus padres habían pasado a mejor vida cuando era una niña, así que, ¿Qué mejor que tenerlos a ambos ahora? Oh, y se estaba casando en la Torre de los Vengadores.

—Disculpen—dijo Tony al verla y sacó un pañuelo y comenzó secarse los ojos. Era broma por supuesto. —Te ves hermosa.

—Gracias, Tony.

—No puedo creer que nuestra pequeña vengadora haya crecido tan rápido—comentó Clint, a lo que ella sólo respondió con una sonrisa.

—¿Hay que ir ya, no creen? —intervino Tony.