Introducción.

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Introducción.

¿Y a qué te ha mandado el director Fury, agente Barton? — preguntó una mujer en alemán, dando vueltas alrededor de una mesa metálica.

De brazos cruzados y con una mirada fría veía a su prisionero esposado, quién le seguía con la mirada a cada paso que daba.

Clint sonrió burlonamente al escucharla.

Creí que ya lo sabían—respondió en el mismo idioma y con un toque de ironía que hizo que la mujer se detuviera frente él, y se volteara mirándolo realmente seria. —Son HYDRA después de todo, ¿no? —continuó y ella se acercó más hacía la mesa. —Pensé que eran más listos que esto. —Svetlana Schubert sonrió descaradamente para Clint y descruzó sus brazos.

Bueno, sí sabemos un par de cosas, pero siempre hay que estar preparados —dijo de la misma forma sin perder la sonrisa en su rostro. —No podemos darnos el lujo de que estén un paso más adelante. — Él la desafió sonriendo de la misma forma, y se inclinó en la mesa, bajando sus manos esposadas a su regazo.

El problema es que SHIELD siempre irá un paso más adelante—susurró y una granada explotó unos metros detrás de Svetlana, que causó que cayera en la mesa, en frente de él, debido al impacto. Clint se levantó al momento del asiento, con sus esposas liberadas, pero ella lo tomó rápido de las muñecas con sus manos, se sentó en la superficie y trató de que no escapara.

Una patada en el abdomen de parte de ella hizo que Clint perdiera un poco de aire. Se puso de pié y así fue como comenzaron una pelea cuerpo a cuerpo.

No supieron cómo, ni cuándo terminaron en el suelo mientras más pasos, de los que parecían ser más agentes de HYDRA según Clint, se escuchaban fuera de la habitación en la que Svetlana estaba acostada bajo él tratando de apartarse de su agarre.

— ¡Escucha! Fui enviado a asesinarte, pero no lo haré—dijo y la mujer dejó de patalear y lo vio expectante.

— ¿Y por qué no lo haces? —preguntó jadeando.

—Porque mereces otra oportunidad.

— ¿Y por qué tú querrías....—otra explosión que no le dio tiempo de terminar su pregunta.

—Hay que salir de aquí o moriremos dentro—Clint liberó a la mujer, ella se levantó del suelo y corrieron hasta la puerta que él derribó de una patada.

Svetlana no sabía lo que hacía mientras huía con Barton en los pasillos de uno de los tantos escondites de HYDRA. ¿Por qué él querría darle una oportunidad más, pensó? Era estúpido para ella. Había tratado de matarlo centenares de veces y exactamente segundos atrás lo tenía retenido. Era su presa... hasta que algo explotó. Quizás subestimaban demasiado a SHIELD, o eso creía ella.

Cuando cruzaron el pasillo a su derecha se encontraron a más agentes de HYDRA, y Barton no dudó en dispararles con su arco. Schubert lo meditó unos segundos, hasta que recordó que él había sido enviado a aniquilarla, entonces entró en el juego con sus armas y sus habilidades en combate.

Una vez que se deshicieron de los agentes, se propusieron a salir del escondite bajo tierra. Recorrieron muchos más pasillos de los que Clint hubiera imaginado, matando a cualquiera que se les opusiera en el camino, pero no contaban con que Viper se les apareciera delante, con una sonrisa maliciosa, su cabello negro y su característico traje verde, justo cuando estaban a pocos pasos de la puerta metálica para salir del lugar.

—No creo que estén intentando escapar, ¿o sí? —preguntó, burlonamente.

—Fuera del camino Viper, perdemos tiempo—inquirió una molesta Svetlana.

—¿Ahora te unes a ellos, querida? —hizo otra pregunta, señalando a Clint y luego le dedicó una mirada con asco, para después caminar más y quedar frente a ella. —No puedo creer que hayas caído tan bajo—susurró, viéndolos a ambos.

—Se puede decir que le debo la vida, pero basta de charlas—contestó. —La sede se está derrumbando si no te has dado cuenta y no quiero morir dentro—sacó una de sus armas de su cinturón y tiró del gatillo apuntando a Viper, propinándole balas que no supo contar.

La tierra comenzó a moverse al tiempo que la ex jefa de Svetlana caía en el suelo, prácticamente muerta.

— ¡Rápido, hay que irnos! —gritó Clint y la haló del brazo.

Corrieron los metros que les faltaban, hasta la salida y Svetlana abrió la enorme puerta insertando un código en un panel en la pared derecha. Así pudieron salir del lugar que se estaba hundiendo debido a las explosiones.

Fuera de la instalación, corrieron más y se adentraron el Bosque Negro de Alemania, y en el cielo oscuro, ambos pudieron distinguir que una de las naves de SHIELD que los sacaría de ese lugar estaba descendiendo.

**

— ¿Estás seguro de que Fury no te matara porque no lo hiciste conmigo? —preguntó Svetlana, dejando un silencio atrás que para ella fue incómodo. Clint suspiró al escucharla a la par suya. Ambos se encontraban ahora en la nave en rumbo al Helicarrier.

—Escucha, he hecho esto antes—respondió con simpleza.

—¿Y qué con mi "segunda oportunidad"? —musitó viéndolo fijamente a su lado. Él volteó a verla de igual forma.

—También lo he hecho antes—se encogió de hombros.

—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó confundida. Ella solo tenía preguntas surcando su mente en ese instante.

—Mira, es seguro que te interroguen cuando lleguemos, pero no eres mi prisionera—respondió. —Sé que has hecho cosas malas, pero todos tenemos un pasado y estoy seguro que si pruebas tu confianza hacía ellos, Fury te aceptara con nosotros—Svetlana asintió viéndolo y de repente sintió que unas lágrimas luchaban por salir de sus ojos verdes.

Desvió su mirada al suelo de la nave y pensó en lo que Clint le había dicho. Era cierto. Todos tienen un pasado, pero ella no creía merecer una segunda oportunidad.

—Sabes, yo no creo merecer esto—dijo con su mirada fija en el suelo y llamó la atención del agente. —He hecho muchas cosas... malas, en serio, pero no creo que merezca una segunda oportunidad en SHIELD—volvió a verle.

—Tengo una amiga—comenzó. —Que también tuvo un mal pasado. De igual forma, fui enviado a matarla. Ella era mi misión, pero vi algo en ella que me decía que merecía una segunda oportunidad, y ahora trabaja a mi lado—Svetlana frunció el ceño al escucharle. ¿Qué trataba de decirle? De igual forma, Clint se refería a Natasha.—Y si ella fue aceptada de nuevo con nosotros, ¿por qué tú no lo harías? —preguntó. —Sé que hemos tenido nuestros... encuentros de vez en cuando, pero sé que eres mejor que esto. Puedes usar lo que tienes para el bien y estoy seguro de que al director Fury le dará mucho placer entrenarte—ella sonrió de medio lado al final, y asintió.

—Gracias, Clint.

**  

Esta es la primera historia que escribo. Ya la había publicado en otros dos o tres sitios (incompleta) pero olvidé mis cuentas asi que espero terminarla aquí.  Trataré de actualizar cada fin de semana, y si quieren mandarme algo para que lea, haganlo, haré mi tiempo y estaré encantada de hacerlo. Espero respuesta y que les guste por supuesto, gracias. n_n

Rough. {Steve Rogers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora