Mátame

Confianza

- ¡Dime! ¡¿Qué significa esto?! - me volvió a preguntar con un gesto muy serio.

Aún no despertaba bien, mi cabeza dolía y estaba un poco confundida - de seguro por las dos cervezas de la noche anterior -. Apreté los ojos bien fuerte, para asegurarme que no fuera un sueño, y en efecto no lo era. Todo seguía estando igual. Miré al director Yang y su rostro de enfado me hizo estremecer de miedo, sobre todo esos ojos oscuros y profundos que me hacían sentir como si fuera un abismo frente a mi.

- Ehh... ¿Buenos días?... - respondí con cierto temor.

- No pregunté eso, así que respóndeme porque no volveré a repetirlo.

- Esto... es que yo... yo...

- llevó su mano derecha a su rosto y sin mirarme me ordenó - ¡Levántate de ahí por lo menos! Lávate la cara, te espero en el living ¡APÚRATE! 

- Está bien, ya voy, ya voy - respondí tratando de ponerme de pie.

- Más te vale tener una buena excusa para todo esto.

Cuando el director salió de la habitación y yo ya estando de pie trataba de que Ji Yong me soltara la mano, pero era imposible... él no quería. Gimió en señal de protesta, se sentó en la cama, tenía el cabello despeinado y se rascó la cabeza con la otra mano... luego abriendo sus ojos me miró.

- No le cuentes lo que pasó, será un secreto entre nosotros.

- ¿Estabas despierto?... ¡¿Cómo que no le cuente?! - reclamé.

- No le puedes contar, lo prometiste.

 - ¿Cuándo prometí algo así? 

- Prometiste que no me dejarías... que ibas a estar a mi lado - frunció los labios.

- Solo prometí que no te dejaría solo y si quieres estaré A tu lado, no De tu lado - le puse énfasis - ... ¡Es totalmente distinto! 

- ¡Me lo debes! - reclamó.

- ¿Por?

- ¡Vistes mis fotos! - frunció el ceño, es totalmente increíble como puede cambiar la situación a su favor - ¡Debería demandarte!

- ¡Yo te salvé la vida!

- ¡Pero yo no te lo pedí!

- No puedo creerlo - llevé mi otra mano a mi flequillo e inconscientemente por la frustración lo revolví - No puedes decir eso, además ¡Soy mala para mentir! - protesté.

- Ese no es mi problema - sonrió victoriosamente - no puedes decirle...

- ¿No puede decirme que cosa? - repentinamente la voz del director apareció.

- ¡Appa! Hola ¿Qué haces acá? - Ji Yong preguntó con una gran sonrisa.

- ¿Por qué ninguno responde a mis preguntas? - preguntó desconfiadamente.

Ambos le sonreímos pero notoriamente parecíamos culpables de algo, pero tratábamos de parecer inocentes.

- Esto no me está dando buena espina... ¡¿Por qué siguen de la mano?! - reclamó.

Con Ji Yong miramos nuestras manos e instintivamente las separamos enseguida. Mi mano estaba completamente sudada, así que trate de  secármela en la ropa.

El director nos seguía mirando enfadado, le pedí permiso y me fui al baño. Me lavé el rostro, el agua fría se sentía demasiado bien. Al fin tenía un segundo conmigo misma, sin situaciones para nada incómodas... pero ¡¿Qué rayos había pasado la noche anterior?! Me apoyé en la pared y seguía sin creer lo que pasó. Bueno, definitivamente si Ji Yong había echo algo así, era porque estaba muy mal y eso necesita ayuda. Aunque el director dijo que llamaría un psicólogo... Decidí guardar el secreto, si Ji Yong seguía los consejos que le dieran. Salí del baño y los escuché hablando...