Por Todo

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- Realmente eres un idiota... Un maldito.

- ¿Por qué dices eso? ¿Qué hice?

Estos últimos días Eve me ha tratado de la misma manera en que la he tratado yo, con indiferencia y me ignoraba.
No entendía porque, esto no estaba en mis planes. Evitaba hacer que se sintiera mal cuando estábamos solo los dos, pero ella ahora no quería estar sola conmigo.

- ¿Todavía lo preguntas? - al decir esto sus ojos se cristalizaron y las lágrimas empezaron a correr por su mejilla.

- Te juro que no haría nada para dañarte

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- Te juro que no haría nada para dañarte... Es lo menos que deseo.

- Maldito mentiroso - bufó.

- Por el amor de Dios dime que hice.

- sonrió con ironía - Si ibas a regresar con ella me hubieras dicho... Si le ibas a dar el sweater que me regalaste, también me lo hubieras dicho - estaba llena de ira.

- ¿Sweater? ¿Cuál...

Recordé que aquella noche que Kiko se quedó en mi departamento y yo salí primero... Dijo que tenía frío.
Mierda.
Olvidé que era de Eve... Yo se lo regalé.

- No tengo nada que reclamar... Lo siento.

- No es eso - la tomé de los hombros y la miré fijamente.

- Yo ya no puedo con esto... Odio verte con ella. Sabes lo que siento por ti y que estés a su lado me mata lentamente.

La abracé

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La abracé.

- Lo siento... En verdad lo siento - murmuré - ¿Cómo crees que yo me sentí con tu matrimonio, tu relación con Leonard y con lo que ocurrió en el aeropuerto?

 En verdad lo siento - murmuré - ¿Cómo crees que yo me sentí con tu matrimonio, tu relación con Leonard y con lo que ocurrió en el aeropuerto?

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