Jeju

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- Debes ir con Jennie... Ji Yong puede ir solo.

- Director, pero usted me dijo que debía encargarme de...

- Ya sé que te dije, pero no pueden viajar ustedes dos...

- ¿Por qué no?

- Haz lo que te dije...

El director estaba enojado. Pese a que debía encargarme de Ji Yong, me mandó a hacer otras actividades para evitar estar cerca a él.

- Unnie aún no entiendo porqué vendrás con nosotras, si ya tenemos a una encargada - Jennie frunció el ceño.

- sonreí -

- Veo que el director esta tomando en serio los rumores de oppa y tú... Aunque harían una linda pareja - hizo un puchero.

- ¿Qué rumores?

- Vamos, no te hagas la que no sabes... Son obvios, pero me gusta como te trata - suspiró.

- Jennie no digas eso - giré a ver si alguien la había escuchado.

- Te ayudaré... Le pediré ayuda a las demás.

- ¿Para qué?

Ya era sábado, le había dicho a Ji Yong que no iba a poder ir y se enojó con el director. Estaba por ir a la compañía cuando me llamó el director.

- Las chicas me dijeron que estás mal y no podrás viajar.

- Ah...

- Quiero que presentes tu constancia médica el lunes...

- Está bien...

Colgué con una sonrisa... Jennie en verdad que es genial. La pequeña es de gran ayuda.

Miré mis maletas que estaban detrás mío en el asiento... Y luego miré la hora.

- No llegaré...

Conduje lo más rápido posible, pero no alcancé para el vuelo junto a Ji Yong. No me quedó de otra que comprar un pasaje para dentro de dos horas.

****

- me miraba realmente sorprendido - ¿En,en serio eres tú?

- Ommo, soy un fantasma - me burlé y en respuesta recibí un cálido abrazo.

- ¿No se supone que tendrías que estar en el avión rumbo a Japón?

- Pues estoy enferma y las chicas me dejaron descansar - correspondí a su abrazo.

- Entonces te cuidaré...

En un rápido y delicado movimiento, Ji Yong me alzó en sus brazos y cerró la puerta...

- Wooow estás muy ligera - frunció el ceño - ¿acaso no comes?

- sonreí nerviosa - Claro que si, aunque en las noches ya no...

- Debes comer - bufó - Ya te he dicho millones de veces que tu cuerpo es perfecto... No me gusta que hagas una estúpida dieta estricta - me recostó en la cama sin apartar su mirada.

- No hago ninguna dieta... Estoy comiendo saludable, algo de ejercicio en mi tiempo libre y en la noche solo agua - sonreí.

- Eso espero... Tu cuerpo me encanta tal y como es, no necesitas ninguna otra cosa.

Se acercó a mi y juntó sus labios con los míos. Sus besos eran... Como un calmante para mi.

- ¿Qué haremos ahora? - sonreí cuando al fin me separé.

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