Lo Odio... Me Odio

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- Ji Yong... Tenemos que ir para cambiar el estilo de tu cabello - alcé la mirada y solo vi a Seung Hyun y a Daesung - ¿Dónde está él?

- Noona... Tuvo que salir - Dae respondió con una sonrisa nerviosa.

- ¿A dónde? La cita es para dentro de media hora...

- Kiko despertó - Seung Hyun se cruzó de brazos - fue a verla ni bien lo supo.

- ¿En serio? Son,son buenas noticias - tartamudeé.

- Creo que debes posponer esa cita.

- Y también sería buena idea que fueras al hospital a ver que Ji Yong no haga más estupideces - Seung Hyun me hablaba de manera hostil.

- No creo que sea correcto.

- Eres la encargada de él - sonrió.

Mi cuerpo estaba temblando ni bien salí de ahí... Sentía que mis piernas cederían y pronto caería. Fui en taxi hasta el hospital...

- No puede ingresar señorita - un guardia me detuvo.

- Trabajo para la YG...

- Lo siento pero...

- Déjela - una voz femenina interrumpió tras de mi - es la asistente de Ji Yong.

La chica caminó hasta estar a mi lado... Es la hermana de Kiko. Estaba con una gran sonrisa, estuvo a mi lado hasta llegar a la habitación de Kiko.

Caminé lento hasta la puerta, ahí estaba él sentado a un lado de la cama con una pequeña sonrisa... Kiko estaba con una máscara y aún con esta sonreía...

- Vas a mejorar, solo se fuerte - Ji Yong cogió su mano derecha

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- Vas a mejorar, solo se fuerte - Ji Yong cogió su mano derecha.

- Quiero ir a casa - apenas era audible lo que decía.

- Kiko debes estar aquí hasta mejorar al 100% - ahora acariciaba su cabello.

No me sentía para nada bien al ver esto... Por una parte estaba bien al ver que ella estaba despierta... Pero aún no podía saber porque me dolía el pecho.

Kwon Ji Yong

- Vas a mejorar, solo se fuerte - cogí su mano, esta estaba tibia.

- Quiero ir a casa - murmuró .

- Kiko debes estar aquí hasta mejorar al 100% - acaricié su cabello.

- Quiero comer helado - sonrió.

- Cuando salgas de aquí, iremos a comer muchos helados.

- Pensé que moriría... Pensé que ya no podría estar contigo más - sollozó, varias lágrimas empezaron a caer por su mejilla.

- Pero estás viva, gracias a Dios estás viva - limpié sus lágrimas.

No podía decirle amor, cariño, bebé o pequeña, esas palabras no podían salir... No podía sentirlo así.
El que haya despertado realmente me alegró la existencia, me dio calma en cierta parte.

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