*4 MESES DESPUÉS*
Me desperté de la siesta y bajé a la cocina a tomarme una taza de cereales,era un antojo.
Juan:Hola mi amor,¿qué tal? *beso*
Yo:Bien,pero me duele un poco la barriga.
Juan:No pasa nada,estarán dandote pataditas esos chiquitines.
Me reí y cogí mi cogí mi taza de cereales.
Me senté en la mesa y comencé a notar algo mojado por mis piernas.
Yo:¡¡Aaaaaaahhhhh!!¡Juaaaannn!
Juan:¿Qué pasa?
Yo:¡Creo que he roto aguas!
Juan:¡¿QUÉ?!
Yo:¡Si Juan si! ¡Llévame al hospital,rápido!
Juan vino corriendo y me ayudó a caminar hasta el coche,ya que a mí me estaban dando dolores.
Me montó al coche y fuimos al hospital muy rápido,tan rápido que casi tenemos un accidente.
Llegamos al hospital y allí me montaron en la camilla y me llevaron al paritorio junto con Juan.
Me pusieron en una camilla especial para partos,con las piernas abiertas y comenzamos el proceso.
Doctor:!Empuja!
Yo:¡Estoy empujando carajo!
Juan:¡Amor relajate y no le hables mal al doctor!
Yo:Esque duele mucho.¡Aaaahhh! Dije agarrandome fuerte a la camilla.
*UNAS HORAS MÁS TARDE*
Doctor:Venga Miriam,¡un último empujón y ya sale!
Yo:¡Aaahhh,uffffff!¡Juaaaannnn,ayúdame! Dije triste y desesperada por el dolor.
Juan:¡Mi amor,tranquila,ya se le ve la cabezita a uno de ellos!
Comencé a llorar presa de la desesperación,esto dolía mucho,muchísimo,pero pensé que si más rápido empujaba,más rápido iba a acabar esto,así que empujé y empujé con fuerza hasta que salieron los dos.
Doctor:Felicidades Miriam,tienes unos bebés hermosos.
Yo:Váyase a la mierda...Dije llorando.
El doctor se rió y me puso a los bebés a mi lado.