Capitulo 9

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Maratón 4/6

Katniss pasó la mayor parte de la noche en la habitación de su hermana, y por la mañana tuvo elplacer de poder enviar una respuesta satisfactoria a las múltiples preguntas que ya muy temprano veníarecibiendo, a través de una sirvienta de Finnick; y también a las que más tarde recibía de las dos elegantesdamas de compañía de las hermanas. A pesar de la mejoría, Katniss pidió que se mandase una nota aLongbourn, pues quería que su madre viniese a visitar a Annie para que ella misma juzgase la situación. Lanota fue despachada inmediatamente y la respuesta a su contenido fue cumplimentada con la mismarapidez. La señora Everdeen, acompañada de sus dos hijas menores, llegó a Netherfield poco después deldesayuno de la familia.Si hubiese encontrado a Annie en peligro aparente, la señora Everdeen se habría disgustado mucho;pero quedándose satisfecha al ver que la enfermedad no era alarmante, no tenía ningún deseo de que serecobrase pronto, ya que su cura significaría marcharse de Netherfield. Por este motivo se negó a atender lapetición de su hija de que se la llevase a casa, cosa que el médico, que había llegado casi al mismo tiempo,tampoco juzgó prudente. 

Después de estar sentadas un rato con Annie, apareció la señorita Odair y lasinvitó a pasar al comedor. La madre y las tres hijas la siguieron. Finnick las recibió y les preguntó por Annie con la esperanza de que la señora Everdeen no hubiese encontrado a su hija peor de lo que esperaba. 

––Pues verdaderamente, la he encontrado muy mal ––respondió la señora Everdeen––. Tan mal queno es posible llevarla a casa. El doctor Aurelius dice que no debemos pensar en trasladarla. Tendremos que abusar un poco más de su amabilidad.

––¡Trasladarla! ––exclamó Bingley––. ¡Ni pensarlo! Estoy seguro de que mi hermana también se opondrá a que se vaya a casa.

––Puede usted confiar, señora ––repuso la señorita Odair con fría cortesía––, en que a la señorita Everdeen no le ha de faltar nada mientras esté con nosotros.

––Estoy segura ––añadió–– de que, a no ser por tan buenos amigos, no sé qué habría sido de ella,porque está muy enferma y sufre mucho; aunque eso sí, con la mayor paciencia del mundo, como hace siempre, porque tiene el carácter más dulce que conozco. Muchas veces les digo a mis otras hijas que no valen nada a su lado. ¡Qué bonita habitación es ésta, señor Odair, y qué encantadora vista tiene a los senderos de jardín! Nunca he visto un lugar en todo el país comparable a Netherfield. Espero que no pensará dejarlo repentinamente, aunque lo haya alquilado por poco tiempo.

––Yo todo lo hago repentinamente ––respondió Finnick––. Así que si decidiese dejar Netherfield,probablemente me iría en cinco minutos. Pero, por ahora, me encuentro bien aquí. 

––Eso es exactamente lo que yo me esperaba de usted ––dijo Katniss.

––Empieza usted a comprenderme, ¿no es así? ––exclamó Finnick volviéndose hacia ella.

––¡Oh, sí! Le comprendo perfectamente.

––Desearía tomarlo como un cumplido; pero me temo que el que se me conozca fácilmente es lamentable.

––Es como es. Ello no significa necesariamente que un carácter profundo y complejo sea más o menos estimable que el suyo.

––Katniss ––exclamó su madre––, recuerda dónde estás y deja de comportarte con esa conducta intolerable a la que nos tienes acostumbrados en casa.

––No sabía que se dedicase usted a estudiar el carácter de las personas ––prosiguió Finnick inmediatamente––. Debe ser un estudio apasionante.

––Sí; y los caracteres complejos son los más apasionantes de todos. Por lo menos, tienen esa ventaja.

––El campo ––dijo Peeta–– no puede proporcionar muchos sujetos para tal estudio. En un pueblo se mueve uno en una sociedad invariable y muy limitada.

Orgullo y Prejuicio (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora