Capitulo 10

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Maratón 5/6

El día pasó lo mismo que el anterior. La señora Hurst y la señorita Odair habían estado por lamañana unas horas al lado de la enferma, que seguía mejorando, aunque lentamente. Por la tarde Katniss se reunió con ellas en el salón. Pero no se dispuso la mesa de juego acostumbrada. Peeta escribía y laseñorita Odair, sentada a su lado, seguía el curso de la carta, interrumpiéndole repetidas veces conmensajes para su hermana. El señor Hurst y Finnick jugaban al piquet y la señora Hurst contemplaba lapartida.

Katniss se dedicó a una labor de aguja, y tenía suficiente entretenimiento con atender a lo quepasaba entre Peeta y su compañía. Los constantes elogios de ésta a la caligrafía de Peeta, a la simetría desus renglones o a la extensión de la carta, así como la absoluta indiferencia con que eran recibidos,constituían un curioso diálogo que estaba exactamente de acuerdo con la opinión que Elizabeth tenía decada uno de ellos. 

––¡Qué contenta se pondrá la señorita Mellark cuando reciba esta carta!Él no contestó.––Escribe usted más deprisa que nadie. 

––Se equivoca. Escribo muy despacio. 

––¡Cuántas cartas tendrá ocasión de escribir al cabo del año! Incluidas cartas de negocios. ¡Cómolas detesto! 

––Es una suerte, pues, que sea yo y no usted, el que tenga que escribirlas. 

––Le ruego que le diga a su hermana que deseo mucho verla. 

––Ya se lo he dicho una vez, por petición suya. 

––Me temo que su pluma no le va bien. Déjeme que se la afile, lo hago increíblemente bien. 

––Gracias, pero yo siempre afilo mi propia pluma. 

––¿Cómo puede lograr una escritura tan uniforme?Peeta no hizo ningún comentario.––Dígale a su hermana que me alegro de saber que ha hecho muchos progresos con el arpa; y leruego que también le diga que estoy entusiasmada con el diseño de mesa que hizo, y que creo que esinfinitamente superior al de la señorita Grantley. 

––¿Me permite que aplace su entusiasmo para otra carta? En la presente ya no tengo espacio paramás elogios. 

––¡Oh!, no tiene importancia. La veré en enero. Pero, ¿siempre le escribe cartas tan largas yencantadoras, señor Mellark?

 ––Generalmente son largas; pero si son encantadoras o no, no soy yo quien debe juzgarlo. 

––Para mí es como una norma, cuando una persona escribe cartas tan largas con tanta facilidad nopuede escribir mal. 

––Ese cumplido no vale para Peeta, Delly ––interrumpió su hermano––, porque no escribe confacilidad. Estudia demasiado las palabras. Siempre busca palabras complicadas de más de cuatro sílabas,¿no es así, Peeta?

 ––Mi estilo es muy distinto al tuyo. 

––¡Oh! ––exclamó la señorita Odair––. Finnick escribe sin ningún cuidado. Se come la mitad delas palabras y emborrona el resto. 

––Las ideas me vienen tan rápido que no tengo tiempo de expresarlas; de manera que, a veces, miscartas no comunican ninguna idea al que las recibe. 

––Su humildad, señor Odair ––intervino Katniss––, tiene que desarmar todos los reproches. 

––Nada es más engañoso ––dijo Peeta–– que la apariencia de humildad. Normalmente no es otracosa que falta de opinión, y a veces es una forma indirecta de vanagloriarse. 

––¿Y cuál de esos dos calificativos aplicas a mi reciente acto de modestia?

 ––Una forma indirecta de vanagloriarse; porque tú, en realidad, estás orgulloso de tus defectoscomo escritor, puesto que los atribuyes a tu rapidez de pensamientos y a un descuido en la ejecución, cosaque consideras, si no muy estimable, al menos muy interesante. Siempre se aprecia mucho el poder dehacer cualquier cosa con rapidez, y no se presta atención a la imperfección con la que se hace. Cuando estamañana le dijiste a la señora Everdeen que si alguna vez te decidías a dejar Netherfield, te irías en cinco minutos, fue una especie de elogio, de cumplido hacia ti mismo; y, sin embargo, ¿qué tiene de elogiablemarcharse precipitadamente dejando, sin duda, asuntos sin resolver, lo que no puede ser beneficioso para tini para nadie? 

Orgullo y Prejuicio (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora