Capitulo 26

283 26 1
                                    

Maratón 3/4

 A señora Gardiner hizo a Katniss la advertencia susodicha puntual y amablemente, a la primeraoportunidad que tuvo de hablar a solas con ella. Después de haberle dicho honestamente lo que pensaba,añadió: 

––Eres una chica demasiado sensata, Kat, para enamorarte sólo porque se te haya advertido queno lo hicieses; y por eso, me atrevo a hablarte abiertamente. En serio, ten cuidado. No te comprometas, nidejes que él se vea envuelto en un cariño que la falta de fortuna puede convertir en una imprudencia. Nadatengo que decir contra él; es un muchacho muy interesante, y si tuviera la posición que debería tener, meparecería inmejorable. Pero tal y como están las cosas, no puedes cegarte. Tienes mucho sentido, y todosesperamos que lo uses. Tu padre confía en tu firmeza y en tu buena conducta. No vayas a defraudarle. 

––Querida tía, esto es serio de veras. 

––Sí, y ojalá que tú también te lo tomes en serio. 

––Bueno, no te alarmes. Me cuidaré de Gale. Si lo puedo evitar, no se enamorará de mí. 

––Katniss, no estás hablando en serio. 

––Perdóname. Lo intentaré otra vez. Por ahora, no estoy enamorada de Gale; es verdad, no loestoy. Pero es, sin comparación, el hombre más agradable que jamás he visto; tanto, que no me importaríaque se sintiese atraído por mí. Sé que es una imprudencia. ¡Ay, ese abominable Peeta! La opinión que mipadre tiene de mí, me honra; y me daría muchísima pena perderla. Sin embargo, mi padre es partidario delseñor Hawthorne. En fin, querida tía, sentiría mucho haceros sufrir a alguno de vosotros; pero cuando vemosa diario que los jóvenes, si están enamorados suelen hacer caso omiso de la falta de fortuna a la hora decomprometerse, ¿cómo podría prometer yo ser más lista que tantas de mis congéneres, si me viera tentada?O ¿cómo sabría que obraría con inteligencia si me resisto? Así es que lo único que puedo prometerte es queno me precipitaré. No me apresuraré en creer que soy la mujer de sus sueños. Cuando esté a su lado, no ledemostraré que me gusta. O sea, que me portaré lo mejor que pueda. 

––Tal vez lo conseguirías, si procuras que no venga aquí tan a menudo. Por lo menos, no deberíasrecordar a tu madre que lo invite. 

––Como hice el otro día ––repuso Katniss con maliciosa sonrisa––. Es verdad, sería lo másoportuno. Pero no vayas a imaginar que viene tan a menudo. Si le hemos invitado tanto esta semana, esporque tú estabas aquí. Ya sabes la obsesión de mi madre de que sus visitas estén constantementeacompañadas. Pero de veras, te doy mi palabra de que trataré siempre de hacer lo que crea más sensato.Espero que ahora estarás más contenta. 

Su tía le aseguró que lo estaba; Katniss le agradeció sus amables advertencias, y se fueron. Suconversación había constituido un admirable ejemplo de saber aconsejar sin causar resentimiento.Poco después de haberse ido los Gardiner y Annie, Collins regresó a Hertfordshire; pero como fue acasa de los Heavensbee, la señora Everdeen no se incomodó por su llegada. La boda se aproximaba y la señoraEverdeen se había resignado tanto que ya la daba por inevitable e incluso repetía, eso sí, de mal talante, quedeseaba que fuesen felices. La boda se iba a celebrar el jueves, y, el miércoles vino la señorita Heavensbee ahacer su visita de despedida. Cuando la joven se levantó para irse, Katniss, sinceramente conmovida, y avergonzada por la desatenta actitud y los fingidos buenos deseos de su madre, salió con ella de lahabitación y la acompañó hasta la puerta. Mientras bajaban las escaleras, Glimmer dijo: 

––Confío en que tendré noticias tuyas muy a menudo, Katniss. 

––Las tendrás. 

––Y quiero pedirte otro favor. ¿Vendrás a verme? 

Orgullo y Prejuicio (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora