Let the love made us.

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Lo había dicho, le había dicho que lo amaba, lo decía sinceramente, nunca antes lo había dicho de esa manera.

Él se quedó atónito, sonrojado, mirándome incrédulo. Había sido la primera persona que le decía eso. Volví a besarlo, a sentir su piel debajo de la mía, tocándolo por debajo de las sábanas. Sentía como su corazón latía rápidamente, como la temperatura de su cuerpo subía a medida que pasaban las caricias y los besos por encima de él. Quería tenerlo, hacerle saber que era suyo y comprobar si de verdad era completamente mío, sentirlo temblar bajo mis brazos, hacerle sentir el amor de una manera más placentera.

Él me acarició la espalda, el cabello, el rostro, me gustaba.

Thor...— susurró mientras subía mi camisa.

¿Estás seguro? Si no podemos detenernos...

Me terminó de quitar la camisa y sonrió, de una manera pícara que me hizo darle un beso más profundo como respuesta.

Me siento extraño, pero se siente bien.

Le besé el cuello y fui subiendo su camisa lentamente, fui pasando mis labios por su clavícula, su pecho, su estómago, hasta que él quedó descubierto. Esa piel tan blanca parecía pura, exquisita, de ensueño. Y probarla era realmente fantástico.

Sus pezones se habían endurecido, pasé mis dedos recorriendo todo su torso y de vez en cuando daba respingos y suspiraba, ya estaba empezando a sudar. Volví a besarlo y pasé mi lengua por el de la izquierda, sentir como su piel se erizaba me daba buena señal, me imaginaba que él nunca había estado con alguien más, tenía que hacerlo especial de alguna manera u otra.

Su primera vez... Debería ser especial”.

Me alejé de él y me miró extrañado, yo le sonreí y le dije:

Loki, si va a ser tu primera vez, debe ser especial, debe ser mágico, y cuando te acuerdes de ese momento debes sentirte bien.

Yo... yo me siento muy bien, estoy de maravilla.

¿Estás seguro de que quieres que sea yo quién te quite la virginidad?

Él asintió con la cabeza y me sonrió.

Usted me ha dado amor, me ha dado felicidad, esperanzas cuando yo era nadie en el mundo. Ahora siento que soy todo para usted, y tú eres mi mundo, Thor.

Esta vez fue él quien comenzó el beso y yo seguí acariciando su piel lentamente, apasionadamente. Le bajé el pantalón del pijama y Loki me quitó el mío. Quedamos ambos en ropa interior.

Se levantó y se colocó a ahorcadas sobre mí, pasó sus piernas por mi cadera y empezó a lamer mi pecho y cada uno de mis pezones. Sentía que me apretaba demasiado el bóxer, la erección que tenía palpitaba bajo la delgada tela y se rozaba de a poco con la de Loki.

Él sudaba, lo sentía, su cuerpo pedía lentamente por más aunque no lo gritara.

Lo lancé contra la cama y él rió, parecía que eso le gustaba. Le quité el bóxer negro que cargaba y lo lancé a equis parte de la habitación. Su pene completamente erecto estaba cubierto de líquido pre seminal, lentamente empecé a masturbarlo y él gemía esta vez de una manera más sonora, era música para mis oídos.

Oh, por Dios... Thor... Dame más, dame másdecía entre gemidos.

Le besé el ombligo y fui bajando por su vientre hasta llegar hasta la punta de su falo. Mi lengua fue de a poco saboreándolo, era delicioso. Loki gimió realmente duro cuando toda mi boca se apoderó de su miembro, pensé que se correría de inmediato, pero no fue así. Fui subiendo y bajando, saboreando, probando, obedeciéndolo cada vez que me pedía más y más. Su cuerpo temblaba, me excitaba cada cosa que hacía en respuesta a todo. Me detuve por un momento y de mi mesa de noche, saqué un lubricante con sabor, me lo quitó para olerlo primero y él mismo se echó después. Le llené todo su miembro y ví como empezaba a llegar hasta su entrada.

Loki me dejó desnudo, me quitó lo único que ropa que me quedaba y por unos cinco minutos disfruté de ese sabor a fresa que daba el lubricante. Se incorporó y de a poco fue empezando a saborearme, llenarse su boca con mi pene, pudo llenarse todo, hacerme gemir y acariciarle el cabello mientras él intentaba no ahogarse. Por un momento las piernas me temblaron y él frenó, nos volvimos a besar lentamente, saboreando, probando, volviendo al deseo carnal que teníamos al principio.

Loki tomó el frasco y le llenó la entrada de él, se volvió a acostar en la cama, con las piernas abiertas y yo me coloqué encima de él. Introduje un dedo, solo uno, y él gemía, de placer o de dolor pero lo hacía, le besé la barbilla mientras él aferraba sus uñas a mi espalda y gritaba mi nombre infinidad de veces. Llené mi mano completa de lubricante y esta vez metí dos dígitos en su entrada, para ancharla más, sentía que lo estaba matando con eso, pero él solo me pedía que siguiera y que no me detuviera.

Levanté sus piernas y las coloqué por el lado de mis caderas, y lentamente me fui metiendo en él. Sentía su calor, era estrecho y delicioso estar adentro de él, y hasta que me introduje completamente en su interior fue cuando pudo gemir y clavar sus uñas en mis hombros. Ambos sudábamos, eso era cierto, respirábamos agitadamente, y yo, por primera vez, sentía que hacía el amor con alguien.

Lentamente fui incorporándome a él, saliendo y entrando, con cuidado, con deseo al mismo tiempo. Su cara de éxtasis era realmente, una imagen que nunca se me olvidaría, esa cara de deseo que tenía aquella noche era magnífica. Cuando ambos nos miramos, sus ojos eran profundos, llenos de deseo, y con algunas lágrimas alrededor que demostraban un placer incontenible.

Asintió con la cabeza y de un momento a otro estaba haciéndole el amor con todas mis fuerzas, gimiendo, y el gritando. Tocando su fondo, haciéndolo acercarse al orgasmo con cada segundo que pasaba. No me avisó, simplemente contrajo su entrada y llegó al orgasmo, se vino en mí gritando mi nombre con toda su garganta. Yo llegué al poco tiempo, casi inmediato, corriéndome dentro de él, sintiendo como lo llenaba y mi cuerpo temblaba con el de él.

Me acosté a su lado, tratando de respirar tranquilamente, pero estaba realmente sudado y él estaba sonriendo mientras me acariciaba el cabello. Colocó su cabeza en mi pecho, me abrazó y de una manera tierna me besó los labios.

¿Estás bien?

volvió a sonreír.

Nunca antes te había visto tan feliz... susurré.

Nunca antes me habían amado de esta manera.

Me dió un beso en el cuello y se quedó dormido en menos de unos minutos. Me aferré a él y yo también caí dormido.

Buenos días— dije.

Estábamos desnudos, solo las sábanas nos tapaban, la luz cálida entraba por la ventana y Loki parecía un ángel, con esa piel tan blanca y delicada.

Buenos días.

¿Cómo dormiste?

Bien, a no ser por el despertador que tiene cinco minutos sonando. Ya lo apagué, no te preocupes.

Suspiré y tomé mi bóxer del suelo, me lo coloqué y le dejé un beso en los labios.

Es lunes, deberíamos arreglarnos rápido para irnos. Voy a tomar una ducha.

—¿Te acompaño?sonrió —pero no quiero llegar tarde.

No, no lo harás le guiñé el ojo.

Lo que no te enseñan en clases  ★  THORKI {Completa}  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora