Capitulo 6. Confesión

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Capítulo 6. Confesión
Desde eso, Demon no se despejaba de mí ni para lo más mínimo. Siempre tenía una un brazo enganchado, ya fuese en mi cintura o por encima de mis hombros.
Cuando llegamos al aparcamiento eran cerca de las ocho de la noche. Los chicos había llegado en un BMW X6 rojo, pero, no de un rojo chillón cantoso, sino uno elegante bonito (foto). Me quedé mirando su coche, por lo que Demon, que en ese momento me sujetaba por la cintura, me mira, enarcando una ceja.
- ¿Te gusta? - me pregunta.
- ¿Si me gusta? Me encanta. - le respondo. - He de reconocer que me gustan los coches.
- Pues ya son dos. - comenta Charlie. - Pues el chico que tienes ahí al lado es un fanático de los coches. Sobre todo, le encantan los BMW. Ese coche es suyo. Yo tengo uno igual pero en blanco.
- Que pena, soy más de Audis. - dicho esto, me acerco al coche de Angie, que estaba justo al lado, y me siento en el capó de un salto, añadiendo. - Pero me tengo que sacar el carné de conducir. Y tú también, Anahí.
- Me acabáis de recordar que me lo tengo que sacar yo también. - señala Vero, alzando una mano y apoyándose en coche de su hermano.
Mientras tanto, Demon se había sentado junto a mí en el capó del coche, pasando su brazo por mis hombros.
Sus hermanos mayores cruzan una mirada.
- ¿Y tú, Lace? - le pregunta Demon, a la joven.
- Yo ya me lo saqué a a finales de agosto.
- Pues, Anahí, Dani, Jona, si quieren pueden sacarse el carné de conducir en la autoescuela a la que fuimos nosotros. Vero también se lo va a sacar allí también. - ofrece el hermano mayor.
- Si quieres te puedo llevar yo en mi coche. - susurra Demon en mi oído, que hasta entonces había estado pasando su nariz por mi oreja, sintiendo su respiración, creando escalofríos que me recorrían la espalda.
- Por supuesto. - respondo yo, con los ojos entrecerrados, suspirando, por la agradable sensación que me producían los escalofríos.
- Oigan, ustedes dos, no se acuesten encima del capó de mi pobrecito coche. Nos vamos ya. - nos espanta Angie.
Demon se despide de mí dándome un beso detrás de la oreja y un "Nos vemos en la resi".
Nos montamos en nuestros coches y nos dirigimos a la residencia de la universidad. En menos de quince minutos ya estábamos allí.
Todavía se permitían las visitas, así que Demon y Charlie ayudaron con sus bolsos a su hermana y quedamos en la puerta principal del edificio en 10 minutos.
Demon y Charlie nos insistieron a Anahí y a mí para que le enseñáramos nuestra habitación. Al final acabamos cediendo y se la enseñamos.
- Todavía no la hemos "personalizado" mucho, por así decirlo. - intenta disculparse Anahí por lo impersonal que era el cuarto, mientras entraba ella primero conmigo justo detrás, seguida por los dos chicos detrás, las dos hermanas y Vero.
Era verdad lo que dijo Anahí, apenas la habíamos decorado. Teníamos algunos pósters colgados en los espacios de nuestras literas y alguna que otra cosilla pequeña.
- Pues está chulo. - comenta Demon, pasando una mano por la litera de Angie, después se gira hacia mí y pregunta. - ¿Cuál es la tuya, Dani?
- ¿Y la tuya, Anahí? - salta esta vez Charlie.
Nosotras se la señalamos.
Demon se tumba en la mía y Charlie se sube a la de mi amiga de salto. Angie, Lace y Vero se miran, se dan la vuelta y se largan, arrastrando junto a ellas a Jonahan, quien intentaba resistirse, pero que al final se rindió. Mira que son tremendas.
Entonces, nosotras nos apoyamos en el otro par de literas y los dos chicos se fijan en los pósters que tenemos colgados. En mi litera estaban Nirvana, Pink Floyd,1D, 5SOS, Danny García, Omar Figeroa y la famosa película Rocky colgados de la pared.
- ¿Sabes? Exceptuando por esos dos grupos  - dice refiriéndose a One Direction y 5 Second Of Summer. - Coincidimos en los mismos gustos musicales. Exceptuando esos dos grupos, como ya he dicho, que no me gustan. Son una...
- ¡Dilo y te castro! - le corta Anahí, amenazándole con un dedo, para después dirigirla al hermano mayor, que estaba virado hacia nosotras. - Y esto también va para ti, chocolatero.
- ¿Chocolatero? - pregunta el aludido.
- Por la película Charlie y La Fabrica de Chocolate. - aclaro sentándome en mi cama, buscando una canción en mi móvil. - Y os presento "San Francisco" de nuestros queridos 5 Second Of Summer.
La reproduzco y Anahí y yo la cantamos a dúo. Cuando acaba los hermanos nos miran, fijamente.
- A ustedes dos os encanta viajar. - deduce Charlie. - Porque, ustedes dos, no son de aquí, ¿o me equivoco?
Nosotras nos miramos.
- Nosotras somos de las Islas Canarias, de Gran Canaria.
Mientras lo decía, Demon desliza una mano por la izquierda de mi torso, por lo que pego un respingo del susto que me dió, pero era agradable la sensación que me daba su gigante mano colocada ahí. Él me mira extrañado, por lo que suspiro, apenada, no me gustaba ir contando la historia, pero tarde o temprano se iban a enterar.
Coloco mi mano sobre la de él y lo miro, debió de ver la tristeza que sentía porque enseguida se tensó sobre la cama. Yo me giro hacia Anahí y le pregunto:
- ¿Se lo contamos?
- Sí. Y de paso le contamos lo mío. Charlie, sé bueno, mueve tu culo y ponte con tu hermano. - responde ella, con gesto cansado, y se sentó en los pies de mi cama.
Charlie estuvo sentado junto a su hermano en menos de un segundo.
Yo les relato lo que me pasó aquella noche y, al finalizar, le iba a dar paso a mi amiga cuando esta misma me detiene.
- Cuéntales también lo de aquel. Lo de David. - pide.
Yo cierro los ojos. Me sigue siendo difícil recordarlo sin sentir dolor. Demon, que se había sentado apoyado en la cabecera de mi cama y me había abrazado, dejando mi cabeza apoyada en su pecho con nuestras piernas ya enredadas, me mira, temeroso.
- Yo, por aquel entonces, tenía novio. Mi primer novio. David. Cuando me pasó aquello, David cortó conmigo a la semana siguiente. Decía que no quería tener que cargar con una novia traumatizada y que probablemente estuviese así de por vida.  - revelo, todavía con la mirada baja. - Pero yo no soy la única que ha sufrido por culpa de un novio. También Anahí.
Los dos chicos la miraron a ella esta vez, y empezó a contar lo que le pasó. Ella también tenía novio en aquella época, el mejor amigo del mío. Pero, en su caso, su novio la violó una noche que habían salido de fiesta, unos meses después de mi incidente. Cuando acabó, Demon me abrazó aún más fuerte. Charlie hizo lo propio con mi amiga. Ella estaba llorando.
- Jamás te dejaré. Jamás. Te lo juro. - me promete, entre susurros Demon, abrazándome fuertemente entre sus brazos, haciéndome sentir que estaba en el sitio más seguro del universo entero.


El boxeador y la bailarina... ¿boxeadora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora