La desolación de Smaug

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TAURIEL POV

Estaba sentada a su lado, contemplando como descansaba, como se recuperaba de sus heridas. No respondí a su pregunta y yo creo que él tampoco esperaba una respuesta. Vaya, eso sí que no me lo esperaba.

Apenas lo conocía y ya se había metido muy dentro de mi corazón... causándome sentimientos muy profundos de cariño pero ¿amor? Amor es lo que yo siento hacia Legolas y a pesar de que lo nuestro jamás resultará... me aferro al hecho de que él también me ama.

-Lamento no poder corresponder a tu amor. -susurré muy bajito sabiendo que nadie me escuchaba. Acaricié sus cabellos café mientras una lágrima rodaba por mi mejilla.

Él seguía sumergido en su sueño. Se veía tan indefenso y frágil. ¿Cómo un enano pudo haberse ganado mi cariño? Yo sé la respuesta... Kili es diferente.

-Gracias por salvar a mi hermano, yo no sé qué habría pasado si el... - Dijo Fili acercándose a mi, su voz se quebraba. - No se que hubiera pasado si te ibas y el no volvía a despertar. - Ahora era Fili quien se echó a llorar.

-No tienes que agradecerme, yo hubiera hecho eso por cualquiera de ustedes. - respondí.

- Yo lo amo con mi entero ser, es mi amigo de toda la vida, mi compañero en aventuras, travesuras, travesías y cuantas cosas se nos vengan a la cabeza... no me imagino mi vida sin él. Si algún día tengo la oportunidad de dar mi propia vida por él... lo haría. El día en que él me falte estoy casi seguro de que yo me iré tras él. No puedo dejarlo ir. - continuaba Fili derramando lágrimas llenas de amor y nostalgia por su hermano.

Escuchar esas palabras llenas de sentimiento me erizaban la piel. Qué amor tan grande se tienen estos hermanos, nunca supe lo que era tener un hermano alguien de edad similar a quien contarle mis cosas, con quien hacer locuras, con quien pelear, reír, llorar, juguetear... era algo que me hubiera gustado tener.

¿Tendré hermanos? Es una buena pregunta pero la verdad es que no tengo ni la más mínima idea. En todo este tiempo, me he conformado con el cariño sincero que Reindel me ha brindado, es como mi madre y la elfa más cercana que tengo. Luego están los pocos amigos que tengo a quienes echo de menos por haber tenido que partir y Legolas... mi amado Legolas. Incluso podría incluir en esa lista al rey, Thranduil, quien tuvo compasión de mí y me dio un lugar donde vivir, un nuevo comienzo. Se podría decir que en ocasiones cuando era más pequeña se comportaba como mi padre y agradecía muchísimo eso.

-Entiendo perfectamente el valor de la familia Fili, es admirable ese amor y devoción que sientes por tu hermano. Valoro aun más el hecho de que te hayas quedado para ayudarlo y no hayas ido con los demás a Erebor. Pero lo que más me enternece es que estés dispuesto a dar tu vida por él. -dije mientras le dediqué una tierna sonrisa.

De la nada, sentimos un temblor fuerte. Eso provocó que Kili se despertara. Todos nos miramos con temor en los ojos.

-Viene de la montaña. -expresó Fili.

Aunque no quisiéramos admitirlo, estábamos conscientes de que ese temblor era... un dragón... Smaug ha despertado.

- Tenemos que irnos cuanto antes de aquí. -les dije a las pequeñas niñas, a su hermano y a los enanos.

- Mi padre dijo que no salgamos de la casa. -Exclamó Bain.

- No creo que tu padre quisiera que se queden aquí, no creo que quisiera que ustedes murieran aquí. -Le respondí al pequeño. - Confía en nosotros, los vamos a cuidar y sobre todo, los vamos a salvar. Por cierto, ¿cuáles son sus nombres? Yo me llamo Tauriel.

Tauriel, Hija del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora