¿Hacia dónde?

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-Fue un placer pelear junto a ustedes mis buenos amigos.

-El placer y honor fue nuestro, Aragorn rey de Góndor.

-Los extrañaré mucho ¿saben?

-Y nosotros a ti Gimli.

-Saben que las puertas de Góndor siempre estarán abiertas para ustedes. Pueden venir cuando quieran.

-Muchas gracias.

El hombre, el elfo y el enano se abrazaron. Cada uno partiría hacia su hogar. Legolas no veía la hora de volver junto a Tauriel.

Pronto se puso en marcha de regreso al Bosque Negro.

TAURIEL POV

Desperté muy temprano en la mañana. Han pasado tres semanas desde que Legolas emprendió su viaje de vuelta a acá. Esta misma noche llegará y siento como mi corazón se alboroza de felicidad.

Mi estómago hacía ruidos aterradores por lo que decidí ir por algo de comer. El rey ha organizado un banquete en honor a Legolas, por su valentía, hazaña y por haber triunfado y devolvernos la paz.

Elfos iban y venían por todo el salón, encargándose de todos los detalles para que la cena sea memorable. Vi como Sambei llevaba un gran montón de manteles hacia la cocina. Otros limpiaban e iban decorando el ambiente.

Pronto se hizo de tarde, el sol irradiaba con menos fuerzas y había más movimiento en el palacio. Los nervios recorrían cada torrente de mis venas.

-Debes estar feliz porque regresa tu amado -esa odiosa ya llegó a fastidiar.

-Eso a ti no te incumbe Odys.

-Lástima que el rey te deteste tanto y no te permitirá acercarte a Legolas.

-No tengo tiempo para escuchar tus parloteos, es más, en vez de querer hacerme daño con tus comentarios tontos, deberías preocuparte por decirle la verdad a Namrod.

-¡Cállate! -Dijo furiosa- no repitas eso aquí. Alguien podría oírte y pensar que lo que dices es cierto.

-En tu retorcida conciencia queda este engaño. No vales nada, con permiso.

Me fui de ahí dejando que hablara sola y soltara al aire sus maldiciones.

Entré a la cocina y era una cosa de locos. Grandes ollas repletas de alimentos que se servirían esta noche.

-Buenas tardes Reindel -saludé entusiasta.

-Buenas tardes mi pequeña, por favor pásame el frasco de champiñones que está en la repisa.

-Veo que están muy ocupadas -dije mientras le extendía el frasco- ¿Puedo ayudarlas en algo?

-Tauriel, agradezco tus buenas intenciones pero no es necesario. Tú no has nacido para estar de cocinera ni mucho menos. Tú mereces más, creo que lo mejor que puedes hacer es ponerte muy hermosa para esta noche -arqueó una ceja- Debes deslumbrar al joven Legolas.

Solté una tímida y avergonzada risa -no cambies ¿eh? -dije riendo.

-Aunque realmente no es necesario que te arregles, tú ya le fascinas al príncipe tal y cual eres de hermosa Tauriel.

-Reindel basta, deja de decir mentiras. Y bueno sí, tienes razón creo que debo arreglarme para lo que se viene esta noche.

-¡Ve! ¡Ve a arreglarte muchacha! En cuanto acabe de hacer la salsa...

-Reindel, ya no tenemos más especias para el aderezo -Dijo una elfa acercándose a nosotras.

-Si gustan, yo podría ir a recoger un poco -propuse a ambas.

Tauriel, Hija del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora