La guerra del anillo

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*TOC TOC*

-¿Puedo pasar? -Preguntó él del otro lado de la puerta.

La elfa secó sus lágrimas con sus manos. -Adelante -dijo débilmente.

Él camino para acortar la distancia que los separaba y se sentó junto a ella. La elfa mantenía su mirada fija en un punto del suelo. Él la contempló y pudo notar las mejillas color rosa que se formaban en ella, producto de haber llorado. Sus ojos hinchados denotaban profunda tristeza.

Se acercó aun más y la abrazó. Depositó un cariñoso beso en sus sienes.

-Perdón por lo de hace rato -Suplicó ella con su voz quebrantada.
-No tienes por qué pedir perdón -aseguró él.

-Es sólo que... -Lo miró- siento que ella va a ocupar mi lugar y que la querrás más -Soltó un par de lágrimas que se deshicieron en su rostro.

-Oh Arwen, mi preciosa hija nadie te va a suplantar. Ella al igual que tú y tus hermanos son mis hijos, lo más preciado que Eru haya podido darme. Cada uno de ustedes ocupa un lugar irreemplazable en mi corazón. Tu hermana ha pasado cientos de años sin el cariño de una verdadera familia, creyendo que sus padres están muertos y aunque su madre si lo está... yo sigo vivo.
-Lo comprendo padre, ella es sangre de mi sangre. Es mi hermana.

-Así es mi pequeña y me alegra que lo tomes de la mejor manera.

-Pero dime, ¿Quién es ella y dónde está?

-Bueno, eso es algo que aún no puedo decirles. Ella no sabe que yo soy su padre, como te dije, piensa que estoy muerto. Lo único que te puedo decir es que vive en Mirkwood.

-¿El bosque Negro?

-Sí, allí.

-¿Y cuando irás por ella?

-Aún no lo sé hija, la Tierra Media se ha vuelto peligrosa. Más allá de nuestras fronteras me informan que el número de orcos, trolls y trasgos ha aumentado. Saruman se ha aliado con Sauron, la maldad se ha multiplicado y no quiero poner en riesgo la vida de ustedes ni la de mi hija. Primero debemos esperar a que Frodo destruya el anillo único y con eso, la derrota definitiva del mal.

*

Después de varias semanas transcurridas en la Tierra Media se habían dado diversos cambios.

En el Bosque Negro, el vientre de Odys creció mucho. Sólo era cuestión de días esperar a que su bebé naciera.

Arwen le confesó a su padre su relación entre Aragorn y ella y por supuesto, Lord Elrond estaba disgustado de que su hija se enamorara de un mortal. Aún así, no pudo interponerse entre su amor pues ella rechazó la inmortalidad proveniente de su pueblo y escogió la mortalidad, acotando que prefería morir con el tiempo al igual que su amado a enfrentar todas las edades sola.

Los tres cazadores finalmente llegaron a Góndor en dónde se definiría el destino de toda la Tierra Media. Por las calles de la ciudad Blanca se corría el rumor de una guerra entre hombres y elfos en contra de los orcos, trolls, trasgos y el mismísimo poder de Sauron.

Existían también rumores de que Frodo había muerto en su intento de llegar a Mordor y destruir el anillo único, mientras que otros afirmaban que seguía con vida.

En tan sólo unos pocos días, se definiría por completo quién triunfaría. El bien o... el mal.

*

Después de una mañana de entrenamiento en la armería, Tauriel salió a dar una vuelta por el bosque para distraer su mente un rato y estar un tiempo a solas.

Tauriel, Hija del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora