Capítulo 41: "Éste momento ya lo pase".

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Por fin es viernes. Llego a mi casa, subo a mi habitación y tiro la mochila por algún lado. Me dejo caer en la cama y largo un interminable suspiro. Y entonces, cuando por fin estoy en paz, mi celular comienza a vibrar haciéndome dar cuenta de que alguien me está llamando. Nunca estoy en paz, nunca me dejan estar en paz.

-Hola?

Contesto con el celular pegado a mi oreja.

-Estoy yendo a casa, en la heladera hay un poco de pizza, calentatela que ahora cuando llego vamos a la clínica.

El chequeo. Eso es lo único malo de los viernes: tener que ir a pasar la tarde en un lugar en el cual el único color que ves es el blanco y en el cual me la paso "durmiendo" o perdiendo tiempo de soledad en mi cuarto.

-Okey.

Le contesto de mala gana a mi mamá antes de cortar.

(...)

Estamos volviendo a casa y, como era de esperarse, ya es de noche. Las 9:23 para ser exacta. Llegamos y apenas mi mamá abre la puerta, comienzo a subir las escaleras.

-Ori quedate, ya vamos a cenar.

Me dice mi mamá y me doy vuelta para mirarla. Está triste, como siempre que me habla. Le quisiera decir que lo siento pero que este dolor no se va con nada, que preferiría morir pero que estoy acá nada más que por ella, por mi papá y por mi hermana.

-No me siento bien ma, voy a cenar arriba.

Le contesto y sigo mi recorrido hacia la habitación.

(...)

Mi puerta se abre lentamente y detrás aparece Jenny con una bandeja, supongo que mi cena.

-Hola, gorda.

Me dice mientras se acerca para dejar la bandeja en la mesita de luz y darme un beso en la mejilla.

-Hola, Jen.

Le digo haciéndole un lugar en mi cama, el cual tapa en segundos, acostándose al lado mío.

-Vamos?

Me dice cortando el silencio que reinaba hace un par de minutos.

-A dónde queres ir?

-A bailar. Salgamos a divertirnos un rato. Un amigo me invito a una fiesta privada en su casa y dijo que lleve amigas.

-Amiga, en el único lugar que deseo estar es en un descampado sola, para que nadie me moleste y vos pretendes que yo me vista y salga a bailar?

Le miento, en el único lugar que deseo estar es en donde esté Federico, así que supongo que en el cielo.

-Ori, te digo algo?

Dice girando su cabeza para mirarme y luego sentarse en el lugar sin dejar de hacerlo.

-Sé que estás mal, sé que no tenes fuerzas, que lo extrañas con toda tu alma y que no podes vivir sin él, que te sentís débil, también sé que no comes, nunca lo haces, sé que lo único que haces es estar encerrada en estas cuatro paredes todo el día. Pero te digo otra cosa, todo eso es porque VOS queres estar así. Tenes que salir adelante, Oriana, pudo haber sido mucho más grabe lo que te paso. Tenes que disfrutar de la vida que tenes, la estas desperdiciando.

Sigue, subiendo cada vez más el tono. Y yo me limito a mirarla con los ojos llorosos.

-No puedo, Jenny, no puedo.

"El Mejor Amigo De Mi Novio" - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora