Narra Julián:
Pasamos la noche en el hospital, rezando por que despierte.
No verla me está matando, me destruye cada vez más, me come lentamente por dentro hacia afuera. La necesito, la necesito tan desesperadamente. Quisiera que esté acá conmigo, envuelta en mis brazos, protegida de todo el mal. Ya no quiero que sufra más, no es justo que una persona como ella tenga que vivir toda esta mierda.
Las horas pasan y yo no puedo parar de pensar, maldecir, reflexionar, rezar por dentro. Mis pies chocan contra en piso tan rápidamente que ya no puedo contar las veces que lo hacen: nunca creí que llegarían a ese punto. Me acomodo el pelo, me rasco la nuca.
Hasta que una lagrima cae por mi mejilla, y luego otra y otra y luego muchas más.
Me acuerdo de esa vez que fuimos al parque de los juegos, nuestro parque como lo llamamos, luego de la "pelea" o más bien distancia que nos tomamos. Estaba furioso pero triste a la vez, me había rechazado. Igual lo entendí, era el amigo de su exnovio el cual había muerto hace poco.
Esos días en los que le rogaba a mi mamá que me diga algo sobre ella porque no la conocía del todo y ella, bueno ella era su psicóloga.
El día que la encontré en ese maldito boliche, más borracha que nunca. La tuve que llevar a su casa, prepararle una taza de café y hasta desvestirla para que se dé una ducha. Mi nerviosismo crecía con cada botón que desabrochaba, quería besarla.
Aquella mañana en que entre al departamento y la vi tirada en la cocina, ese fue uno de mis peores. Luego se vino todo lo peor.
Aquella vez en esa quinta de los papás de Agustín. Había logrado enamorarla otra vez.
No creo en el destino, pero a veces siento que estamos destinados a estar juntos. Nunca la voy a dejar ir, pase lo que pase. Y siempre volvemos, pase lo que pase.
Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es a él, está durmiendo en un sofá al lado mío. En otro sillón está mi mamá, también durmiendo.
Me duele todo, siento todos los músculos de mi cuerpo, débiles y pesados, como si hubiese una fuerza empujándolos contra el colchón. No sé cuánto estuve dormida ni sé si ya me operaron, aunque supongo que sí. Me siento confundida y eso hace que no pueda estar feliz porque todo haya salido bien, si es que así es.
Por si acaso, vuelvo a mirar a Julián. <<Se llama Julián, es mi hermoso novio a quién amo, tiene 20 años, ojos marrones. La otra mujer es mi mamá y se llama Catherine. Tengo una hermana y un papá que no sé dónde pueden estar>>
Estoy viva. Y recuerdo todo. Estoy viva y recuerdo todo.
Trato de hablar para que alguno de los dos me escuche pero mi voz sale demasiado bajita. Intento una vez más y con más fuerza hasta que mi mamá abre los ojos, lo sabía, Julián tiene el sueño demasiado pesado.
-Oriana, hija!!!
Dice en un tono fuerte y se acerca para abrazarme.
-Perdón, teníamos muchísimo sueño, mi vida. Estás bien, estás bien.
Dice acariciándome.
Entonces diviso a Julián abriendo muy lentamente los ojos, sus facciones están tristes y cansadas. Pero al verme cambian de inmediato.
Creo que dice algo pero no llego a escucharlo y al segundo yo lo tengo pegado a mí, dándome un beso detrás del otro.
Con cada beso suyo, siento cómo me voy llenando de vida, él me llena de vida.
Con cada beso que le doy, mi alma se llena de alegría, de felicidad. Ella me da alegría y felicidad, me da vida.
Cuando en las mañanas me despierto, sé que la tengo, que me ama y que puedo ir a buscarla y no despegarme más. Y eso me llena, simplemente ella.
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Perdón por todo el tiempo que les hice esperar, el problema es que no tuve internet por bastante tiempo y no podía subir los capítulos. Pero bueno, espero que les esté gustando mucho y que les guste este capítulo también. Se está acercando el final de la novela pero igualmente tengo muchísimas ideas más que ya estoy escribiendo ;)
Gracias por leerme. Besos, Oli♥
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"El Mejor Amigo De Mi Novio" - Orian
Fiksi PenggemarProhibida su adaptación o copiado. Si la ven en alguna página, por favor, avisen.