Capítulo 51: "En el limbo - parte 1"

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Narra Oriana:

Juli: Te amo, Oriana. Y perdón por todo, por huir, por dejarte sola con toda esa mierda, por no estar para vos. Me fui porque tengo toda la culpa cayendo sobre mí. Quiero estar con vos, no sabes cuánto quiero eso, si fuera por mí estaría ahora mismo ahí apoyándote.

<<Y entonces por qué no estás acá?>>

Pienso al momento que lo escribo, y se lo mando.

Los dos ticks azules aparecen al instante y luego el "escribiendo...".

Mi corazón empieza a latir con fuerza, hace meses que no hablamos, hace meses que no lo veo, que no lo toco.

Juli: No es tan fácil, perdón nena.

Ori: Y te pensas que para mí sí es fácil?

Juli: Vas a salir adelante, Ori. Vas a ser muy feliz, te lo prometo.

Lo odio. Lo odio con todas mis fuerzas en este preciso momento. Es muy egoísta lo que está haciendo y no lo soporto.

No le contesto nada y dejo el celular en donde estaba y de donde nunca lo tendría que haber levantado.

(...)

Mi amiga me dijo que me haría bien un baño así que aquí estoy, hundida en el agua transparente salvo por algunas espumas que sobresalen.

Hace ya bastante tiempo que estoy acá y el agua no está tan caliente como lo estaba apenas me metí. Lo único que puedo hacer desde que estoy acá es pensar, pensar y pensar. Y cuanto más pienso más confirmo que mi vida es la mismísima mierda. Nunca voy a ser feliz y nunca voy a hacer feliz a nadie. Dentro de poco tiempo voy a ser la estúpida que no se acuerda de nada y que hay que estarle todo el momento atrás.

Sería más fácil morir ya, no le haría daño a nadie y yo estaría en un lugar más lindo en donde mi vida no sería mala, supongo. Podría pasar el rato con mi abuelo y con Federico, podríamos hablar muchísimo sobre nuestras vidas y seríamos muy buenos amigos ahora.

Meto la cabeza debajo del agua para humedecer mi pelo y así poder enjuagarlo de una vez. Y entonces me quedo un rato más allí, con los ojos cerrados y la boca también para que no me entre agua. Podría quedarme hasta no poder respirar, podría.

10 segundos, 20, 30, siento como pasan y no salgo de allí. Hasta cuando ya no puedo más, cuando ya no me queda más aire, me quedo.

Ya casi.

(...)

Me despierto y salgo de abajo del agua. Estoy en el baño de mi cuarto, de mi casa, con mis toallas y mi cepillo en la mesada de este. Pero a la vez no, no es el mismo lugar. Parece como si todo estuviese vacío, silencioso. Y una neblina blanca no sale de mi vista.

Salgo de la bañera y me cubro con la bata blanca que estaba apoyada en la mesada.

Salgo de la habitación y Jenny no está en mi cuarto, busco mi celular en busca de la hora y tampoco está él, ni en la mesa de luz ni por la cama. Seguramente mi amiga se fue para abajo y se llevó el celular para sacarme un problema, como siempre lo hace.

Voy en busca de mi pijama para recostarme en la cama otra vez pero al abrir en placar lo único que encuentro son unos jeans negros, una remera blanca con unas letras y mi campera verde guerra. Me visto con eso y me pongo las zapatillas blancas que estaban al lado de mi cama, como si todo estuviese preparado para mí.

Salgo del cuarto y nada, bajo las escaleras y tampoco hay nadie. Voy al patio y me asusto al verlo. Me acerco a él despacio, por si acaso.

-No te voy a comer, Oriana.

Dice riéndose, extrañaba su risa, mucho.

-Esto es un sueño?

-Lamento decirte que no estás en un sueño.

Está sentado en una de las hamacas, esas que eran mi diversión de pequeña y esas en las que nos sentábamos a charlar con el chico que tengo delante de mí cada tarde.

-Dónde estoy? Qué hice?

Le digo mientras me siento en la hamaca que hay al lado de la suya.

<<Por qué no lo abrazo?>>

-Qué hiciste? Eso yo te lo tengo que preguntar, Oriana. Qué tratabas de hacer?

Siempre me decía Oriana, sabía que me molestaba. Lo extrañe muchísimo este año.

-Yo... estoy confundida.

Su cara de decepción me avisa que sabe lo que trataba de hacer y entonces bajo la cabeza al piso, como un perrito cuando pide perdón.

-Yo no sabía que... Ya... Ya morí?

Le pregunto al chico al que quise mucho, quien ya tiene experiencia en esto, o eso supongo.

-No moriste, no es tu hora, Oriana. Por qué hiciste eso? Yo daría todo por un segundo más con mi familia, con mi hermanita, con mis amigos, con vos...

-Pero yo estoy acá ahora.

-Pero vos no estás como lo estarías en la tierra.

-Esto es muy raro.

Le cuento y se empieza a reír, otra vez.

-Sí que es raro, no?

Me dice.

-Alguien me pidió que viniera a ayudarte, todavía no estás muerta como querías cuando te hundiste en la bañera. Por eso te pido que vuelvas, no seas cabezota.

Sigue hablando.

-Es que... yo... creo que es mejor quedarme acá, no quiero volver.

-Sos chica, Oriana. Vos tenes la oportunidad de no solo estar un segundo con las personas que queres, si no que toda la vida.

-Pero me voy a olvidar de esas personas en poco tiempo, voy a olvidar quiénes son.

-Seguís siendo igual de cabezota como antes.

Dice y me río un poco.

-Están todos acá? Todos los que se murieron?

Esto sí que es muy raro.

-No acá, ellos están más lejos.

-Y yo no puedo verlos?

-Si podes. A quién querés ver?

-A mi abuelo, a oreo, él también está acá?

-Sí que está, pasa todo el rato conmigo, no se aleja.

-Y entonces podes hacer que vengan?

-Sí, pero tengo una condición.

-Cuál?

Digo bajando la cabeza nuevamente porque ya sé lo que me va a pedir.

-Después de estar con ellos un rato tenés que volver con tu familia, con Julián, con Jenny. Ellos te aman y están sufriendo por vos, Ori.

Después de unos segundos asiento no muy convencida y entonces Federico se levanta suspirando de su hamaca y cuando levanto la cabeza para ver a dónde se fue, ya no está más, como si se hubiera esfumado.

Espero un rato largo, paseándome por todo el patio y pensando, como vengo haciendo hace bastante tiempo. Me hamaco, mojo los pies en el agua fría de la pileta, arranco las hojas mojadas gracias a la lluvia del árbol y me siento en el pasto sin dejar de pensar.

Vuelvo a las hamacas y me siento en una de ellas. Y entonces Federico aparece otra vez, seguido de aquel señor del que tanto aprendí y luego aparece aquel gatito que amaba de chica. 

&quot;El Mejor Amigo De Mi Novio&quot; - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora