Capítulo 37: "Algo que nunca antes sentí"

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En cuanto mi papá nos ve, agarra a Julián del brazo y le comienza a presentar gente, como había hecho conmigo.

Nos vamos con Jenny a la cocina para tomar algo y casi me desmayo al pasar por todas esas enormes personas con trajes. Una vez allí, me siento en la mesada y suspiro.

-Me parece que tenés que hablar con Julián.

Me dice mi amiga mientras me alcanza un vaso de agua, como le pedí. La miro frunciendo el ceño al no entender por qué me está pidiendo eso.

-Qué? Por qué?

Me limito a decir.

-Hay muchas cosas que te tiene que contar. Estoy segura de que te va a hacer bien hablar con él, Ori, vos lo querías muchísimo.

-Está bien...

Le digo con la misma cara de antes.

(...)

-Tengo un poco de frío.

Digo una vez afuera, después de que Jenny le haya pedido a Julián que nos acompañara a tomar un poco de aire.

-Yo también. Voy a buscar unos abrigos y vuelvo, espérenme.

Dice Jenny y entiendo su plan una vez que se va corriendo y me quedo sola con el morocho, aunque todavía no entiendo por qué quiere que hablemos.

-Cómo estás?

Me pregunta cortando con el silencio. Lo único que se escucha son los bichitos nocturnos y el viento que corre, el mismo que choca con mi cuerpo y hace que me de frío y se me ponga la piel de gallina.

-Bien, creo.

Me limito a decirle.

-Estás cambiada...

Dice volviendo su mirada al piso, al igual que la tengo yo desde que se fue la colorada. Me quedo callada al no saber qué decir.

-Yo... perdón, no quise decir...

-No, no es nada.

Lo interrumpo. Y otra vez el silencio. Me abrazo con mis brazos para no sentir tanto frío pero no vale la pena, es igual.

De repente me rodea una sensación de calor y peso por mi espalda y me doy cuenta de que Julián se quitó el saco para cubrirme con él. Su olor entra por mis fosas nasales y todo mi cuerpo se calienta.

-Gracias.

Le digo mirándolo por primera vez en nuestra pequeña charla.

-Ya estás mejor?

-Sí.

Le contesto con una sonrisa, la cual me devuelve. Pero por dios! Por qué, hasta fingida, es tan linda?

Llegamos a un banquito, el cual está cerca de la entrada de la casa donde también se encuentra la cabina en donde está el guardia. Nos sentamos y me mira.

-Siempre veníamos acá, nos encantaba hablar sobre cómo se veía el cielo hoy y pensábamos que esas estrellas nos miraban y guardaban cada uno de nuestros secretos.

Me dice con brillo en sus ojos. Está por llorar? No por dios, que no lo haga, no sabría qué hacer.

-Julián, yo... lo siento mucho.

-Qué? No, no te disculpes, Oriana, por favor. Todos sabemos que esto no fue tu culpa.

Dice en un tono de reto.

-No lo sé pero... pero me siento una inútil. Debería acordarme de vos, por lo que todos me cuentan, yo te quería mucho.

-Tranquila, no te presiones, te prometo que ya te vas a acordar de todo.

Me dice mientras una lágrima cae por mi mejilla.

-No me prometan más eso, por favor! Sé que no me voy a acordar de completamente todo y eso me destruye cada vez más así que te pido que no me digas más que con el tiempo ya me voy a acordar de todo porque sé que no es así.

Le digo con un tono de voz más alto que el anterior y esta vez varias lágrimas caen por mis mejillas. Me mira con los ojos abiertos y me acaricia suavemente con su mano tan cálida mi brazo derecho que sale por su saco, el cual está apoyado en mis hombros.

Sus manos pasan a mis mejillas para allí sacar las lágrimas del camino y seguir acariciándome.

Se acerca y me besa la frente haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo y sienta algo que nunca antes, o por lo menos desde que perdí la memoria.

Mis lágrimas no paran de salir y apoyo mi cabeza en su hombro mientras él acaricia mi pelo con una mano y la otra sostiene mi cintura.

Después de un largo rato, nos separamos y noto el brillo en sus ojos al ver cómo las estrellas se reflejan en estos.

Cada vez estamos más cerca y puedo sentir su respiración chocar con la mía. Nuestros labios están a punto de chocar y nuestras respiraciones están agitadas.

-Yo... no puedo Juli, estoy de novia.

Largo bajando mi rostro.

-Qué?

Dice él y puedo notar confusión en sus gestos.

-Que tengo novio.

Le digo sin poder mirarlo todavía, aunque ya estemos lejos.

-De qué novio me hablas, Oriana?

Dice ahora enojado.

-Federico, mi novio.

Le digo mirándolo.

Su boca se abre por completo, como si hubiera perdido el control de ella y lleva su mano allí para rascar su barbilla.

-Vamos adentro, ya está empezando a lloviznar y hace frío.

Dice y es cuando me doy cuenta que miles de gotitas caen por todo mi cuerpo. 



"El Mejor Amigo De Mi Novio" - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora