Capítulo 8

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Tierra de las Olas
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Tuvieron que recorrer un poco más de camino para llegar a su destino. La hija de Tazuna los había recibido con una brillante sonrisa y amabilidad, por fin tenían un lugar en el cual descansar y hablar de los detalles de la misión que habían obtenido hasta el momento. Kakashi se encontraba descansando en una de las habitaciones de la humilde vivienda, el resto del equipo había ido cada uno por su lado.

Naoko descansaba sentada sobre la rama de uno de los tantos árboles del lugar, miraba con detenimiento la luna que se alzaba con todo su brillo sobre el cielo, pensando en varias cosas. El saber que pudieron haber muerto en aquella batalla le helaba la piel, era la segunda vez en su vida que se sintió frente a frente con la muerte, y aceptaba que no era la mejor de las sensaciones. También había temido por perder a alguno de sus compañeros, esos tres habían despertado en ella las ganas de siempre protegerlos, así su vida dependiera de ello.

Decidió bajar del árbol con el propósito de dar un pequeño paseo nocturno, necesitaba quitarse un poco de estrés. A los pocos pasos, escuchó unos atrás suyo. Miró a sus espaldas, topando con el otro pelinegro de su equipo.

—Vaya, no pensé que llegaría a verte por aquí a esta hora. —mostró una media sonrisa. El otro siguió caminando hacia su dirección, sus manos iban dentro de sus bolsillos, además de que no llevaba puesta su banda ninja.

—Supongo que podría decir lo mismo.

—¿También vas a dar un paseo? —los dos se encontraban frente a frente, sin inmutarse por la presencia del otro.

—Solo por unos minutos.

—Bien, podemos ir los dos. —propuso, a la vez que empezaba a caminar. Sasuke la alcanzó en unos cuantos segundos.

Disfrutando de la noche, Naoko observaba su alrededor, había aprendido a ser detallista con su entorno. Ambos estaban en silencio, aunque no podía considerarse incómodo, no era necesario tener comunicación para estar relajados.

Llegaron a una zona abierta, los árboles los rodeaban en círculo. Podía escucharse el grillar dentro de algunos arbustos, daba un ambiente acogedor. La muchacha se sentó en el césped, pronto decidió en terminar por acostarse. Estaba a gusto, miró a su compañero con una sonrisa.

—Ven. —palpó el lugar al lado suyo. —Es bastante agradable.

—Ni hablar.

—¡Oh, por favor! Solo un ratito. —no recibió respuesta, formó un pequeño puchero y lo miró con el ceño fruncido. —Seguiré insistiendo...

El Uchiha bufó. Lo más que hizo fue sentarse, de ninguna manera aceptaría acostarse en el césped.

Volvieron a su habitual silencio. Observaban el cielo estrellado, no había ni una sola nube que les impidiera contemplarlas con lujo de detalle.

—Dime, ¿qué piensas de nuestros compañeros? —miró su rostro de perfil, se le veía más relajado.

—Que uno es un idiota y otra una fastidiosa.

—Qué directo... —cruzó sus piernas, después de haberse sentado para mirarlo más de frente. —Concuerdo contigo con lo de "fastidiosa"; créeme que no te envidio, debe ser cansaso tener a una persona detrás de ti casi todo el tiempo, si entiendes a lo que me refiero, ¿no? Y con Naruto, bueno... tiene sus momentos en los que sí puedo considerarlo idiota, y en otros no.

La mirada de ambos se desvió a la izquierda cuando escucharon las hojas de uno de los arbustos, sin embargo, desistieron de ponerse alerta al ver salir un conejo.

—Cómo decía, cada uno tiene lo suyo, pero aún así... les tengo cariño, después de tantas misiones que hemos tenido juntos. Aunque creo que no le agrado para nada a Sakura.

—¿Por?

—¿De verdad te interesa saberlo? Acepto que me sorprendiste. —decidió levantarse, el frío empezaba a ser más notorio. Sacudió un poco su ropa, dejando caer un poco de tierra. Después de que también Sasuke se levantara, tomaron rumbo de nuevo a la vivienda. —El primer día que fui a la academia no se veía muy contenta de que hayas querido hablar conmigo, desde ese día es... extraña, cuando se trata de mí. La verdad, me parece una estupidez

—Concuerdo contigo.

Se sentía feliz de tener una conversación un poco "fluida" con el Uchiha, era la segunda o tercera vez que hablaban más de la cuenta desde aquella vez en la academia. Las otras veces fueron solo por temas de misiones.

Al llegar, cada uno fue directo a su respectiva habitación. Solo se despidieron con un "buenas noches", dando por terminada su pequeña charla.

Al otro día, los 4 miembros menores de equipo 7 se encontraba en la habitación de su sensei. Llevaba pocos minutos de que había despertado, y a pesar de haber descansado lo que podría considerarse suficiente, su cuerpo aún no se recuperana del todo.

Se detuvieron a analizar entre todos la muerte de Zabuza el día anterior. Naoko había opinado que el ninja renegado les proporcionó una dura batalla como para haber caído ante unas simples agujas, pero al saber que no tuvo pulso, la hacía dudar. Kakashi llegó a la conclusión de que las agujas habían sido una distracción, acertando en un punto que les haría creer que Zabuza había muerto. Temían de que sus sospechas fueran ciertas y de que el ninja siguiese vivo, aunque podía considerarse casi un hecho.

Previniendo la situación, los cuatro menores tendrían un pequeño entrenamiento se emergencia. Sabiendo que probablemente podrían tener otro enfrentamiento, tenían que prepararse lo mejor posible, y en esos momentos lo más factible sería aprender a controlar el chakra.

—Deben concentrar el chakra en la planta de sus pies, correr hacia el árbol y llegar a la cima. —explicó sencillamente el de cabello plateado. Hizo una pequeña demostración del ejercicio ayudándose a caminar con una sola muleta, había quedado de cabeza en una de las ramas de un árbol.

Cada uno tenía un árbol delante suyo, además de un kunai en mano para marcar su punto máximo. Centraron toda su atención en su chakra, sintiendo como se dirigía a la planta de los pies.

Una vez se sintieron preparados, corrieron hacia el tronco del árbol y empezaron a subir a pasos apresurados. Naoko supo que caería, por lo que marcó una raya horizontal con su kunai antes de volver a tierra. A los pocos segundos cayó Naruto, y después Sasuke. Sakura había sido la única en lograrlo al primer intento.

Decidida a lograrlo, se concentró únicamente en su chakra, olvidándose de todo lo que la rodeaba en esos momentos. La mínima distracción y volvería a obtener el mismo resultado.

A cada intento que hacía, se encontraba más cerca de llegar a la copa del árbol. Notó que a sus otros dos compañeros aún les hacía falta bastante altura, aunque decidió ignorarlos y seguir pensando en sí misma.

Mi Alma Gemela (Sasuke Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora