Capítulo 13

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Exámenes Chunin
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Su batalla contra aquella mujer no iba por buen camino, las técnicas que usaban en su contra no resultaban ser muy efectivas. En cambio, las que ella utilizaba, los ponía en gran peligro. Incluso el Uchiha había reconocido que no estaban en un nivel como el de la ninja, por lo que optó por hacerle entrega del pergamino del Cielo, claro, no sin antes haber tenido un pequeño enfrentamiento contra Naruto por esa decisión. Naoko, haciendo caso omiso de la discusión, tomó posesión del pergamino, también se negaba a rendirse.

El chakra del Zorro de Nueve Colas fue liberándose con forme avanzaba la batalla, los ojos azules de Naruto habían cambiado a un rojo sangre. Su fuerza había aumentado, tanto, que había sido capaz de detener a una de las serpientes que los atacaban. El ninja, al ver esta desventaja en su contra, utiliza un sello desconocido para el equipo 7. Las yemas de sus dedos se habían llenado un fuego azulino, la boca de la serpiente tomó a Naruto desprevenido, por lo que ayudó a la mujer a completar su jutsu de 5 puntos, dejando al Uzumaki inconsciente después de haber interrumpido su flujo de chakra.

—¡Naruto! —gritó la pelirosa al ver caer al rubio al vacío.

Naoko, sin pensarlo dos veces, se lanzó junto con él para atraparlo. La altura que habían tomado a lo largo del enfrentamiento no podrían soportarla si llegaban a impactar contra el suelo. Alcanzó a tomarlo de una mano, y a la vez, clavar un kunai en el tronco del árbol. Lo dejó descansando en un lugar seguro, no podía dejarse distraer con el enemigo allá arriba.

Llega al lado de Sasuke, nota un ligero cambio en su actitud y semblante. Supone que algo ha de haber pasado mientras se hacía cargo de Naruto, pero no era el momento idóneo para averiguarlo. Ambos empiezan a tomar la verdadera seriedad que requiere la pelea, su Sharingan se activa a la vez que sacaban sus armas. Naoko sentía que conocía a aquel ninja de alguna parte.

La mujer esquivaba las armas y bolas de fuego que los menores le lanzaban. Esta vez, al ser ataques en equipo, le costaba un poco más mantenerse a la defensiva. Si no recibía ataques de frente, otro la atacaba por las espaldas. Tenía que estar alerta a cualquier movimiento.

Al caer en una trampa, Naoko logra hacerla retroceder a otra rama de árbol con tres shuriken que lanzó. Allí, Sasuke la atrapó entre varios hilos, y aprovechando la vulnerabilidad del contrincante, ambos Uchiha lanzan una fuerte ráfaga de fuego que atina con certeza.

La piel del rostro de la ninja se derretía, sorprendiendo a los tres miembros aún conscientes. No era más que una máscara, debajo de toda la piel se ocultaba un rostro más terico que el anterior. Sus ojos simulaban los de una serpiente, su piel era pálida, y lograba provocar escalofríos en los menores al relamerse los labios.

La mente de Naoko se aclara al ver todas esas características. Sus ojos se abren ante la sorpresa.

—No puede ser.

—¿Qué ocurre? —le pregunta el pelinegro sin apartar su mirada del tipo delante de ellos.

—Cuando estuve fuera de la Aldea, en varios lugares había escuchado de un tal Orochimaru. Lo describían igual que él, pero no entiendo qué hace. Si lo que dicen es cierto, es demasiado fuerte como para que nosotros lo enfrentemos.

Naoko reaccionó al ver cómo aquel, ahora hombre, estiraba su cuello con velocidad directo hacia ellos. Más precisamente hacia Sasuke. A lo que su poca fuerza le permitía, lo empujó recibiendo ella una fuerte mordida en su cuello. Sus piernas flaqueron y cayó de rodillas sobre la rama del árbol. Una de sus manos tocaba con fuerza aquel punto que empezaba a dolerle como nunca antes había sentido, tampoco podía contener pequeños gritos de dolor.

Mi Alma Gemela (Sasuke Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora