Capítulo 21

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Bienvenida

Toda la aldea se reunía en lo que una vez fue la entrada, estaban a la espera del héroe que los había salvado. Naoko ya había cumplido la tarea que ella misma se había dado, no hubo mucho éxito en encontrar sobrevivientes; aunque su sorpresa vino cuando una lluvia de colores verduscos cayó sobre ellos, poco a poco, todos los caídos en la batalla volvían a la vida, dejándolos sorprendidos. 

El bullicio se escuchaba al ver al Uzumaki acercarse a la aldea, comenzaban a rodearlo a la vez que lo elogiaban. La Uchiha se mantuvo lejos del tumulto, no se sentía merecedora de ser parte de la aldea, al menos no en ese momento. Sentía una enorme alegría por dentro, mezclada con enojo. No olvidaba las veces que rechazaban a Naruto, todas las miradas de desprecio que le habían brindado sin tentarse el corazón, todos aquellos apodos; y ahora, parecían amarlo solo por haberles salvado el pellejo, sin él, probablemente la aldea hubiese quedado en peores condiciones. Apretó sus puños con furia contenida, pensaba retirarse, pero volteó a ver a la persona que le había tomado la mano. Una pequeña sonrisa se mostraba en el rostro de Sasuke, ella no pudo evitar sonrojarse un poco, considerando que sus sentimientos estaban claros hace meses.

—No quiero estar aquí. La gran mayoría son unos hipócritas. —bajó su mirada con el ceño fruncido.

—No te quedes por ellos, hazlo por el tarado de Naruto. —quizá él pensaba lo mismo que ella respecto a los demás. —Estoy seguro que se pondrá feliz al verte.

Decidió hacerle caso. Aunque aún así, no se animaba a acercarse. El Uchiha rodó los ojos, mientras la halaba entre la multitud, empujando con cuidado a todo aquel que estuviera en su camino. Miraba el suelo, nadie la había reconocido hasta el momento, y a+un no querpí que lo hicieran. Se detuvo detrás de la espalda de Sasuke, este le mencionaba al rubio que había alguien que quería verlo, y vaya que no se equivocaba.

—¿De quién se trata?

Apenas se asomó, Naruto era uno de los que temía que no la quisiera allí. Lo escuchó pronunciar su nombre, las personas que los estaban rodeando la miraban fijamente. Antes de poder hablar, sintió que la abrazaba con fuerza, mientras le decía que la había extrañado. Correspondió al abrazo, cerrando sus ojos dejando caer varias lágrimas. 

Al abrirlos, topó con la sonrisa de Sakura. Sin importar todo lo que había pasado entre ellas hacía años, también la llegó a extrañar. Se separó del rubio, para seguidamente abrazarla a ella.

—Me alegra que estés aquí. 

Al sentir una mano sobre su cabeza, alzó la mirada topando con su maestro, este también le sonreía. Se sentía bienvenida por su equipo, y eso le bastaba. Estaba feliz.

Con forme se fue disolviendo el tumulto de gente, los cuatro menores del equipo 7 caminaban juntos por donde podían. Los escombros comenzaban a ser recogidos por varios shinobis. Le daban detalles de la invasión de Akatsuki, y el motivo por el cual Konoha estaba hundida en un cráter. A la vez, ella explicaba que decidió volver al no tener nada más que hacer fuera de su hogar.

Sakura se alejó de ellos para unirse a los médicos, aún habían varios heridos. Naruto, por su lado, fue a otro sector para ayudar con la recolección de escombros, debían de liberar el paso para la nueva construcción de la aldea. 

—Tengo que hablar contigo. —dijo Naoko con seriedad, el Uchiha la miró con curiosidad. Ambos se alejaron de todas las personas que transitaban, se sentaron sobre el muro que aún permanecía en pie.

—¿Qué sucedió? 

—Sé toda la verdad detrás de la masacre del Clan. —soltó las palabras sin más, mirando cada punto de Konoha.

—¿A qué refieres?

Comenzaba a explicar, tratando de recordar con exactitud las palabras del enmascarado. Sasuke permanecía en silencio, escuchando con atención cada detalle, aunque le costaba creerlo. Para él, Itachi siempre fue el asesino de su familia, y ahora Naoko le estaba contando lo contrario. No pasaba por alto ningún detalle, más de una vez la notó cómo apretaba los puños cuando mencionaba que los altos mandos de la aldea fueron en parte los culpables, la otra parte de la culpa era el golpe de estado que lo Uchiha habían planeado.

—Pensé en tomar venganza de la aldea, pero tampoco quiero convertirme en una asesina. No es lo que mis padres hubiesen querido que hiciera. —alzó su mirada hacia el cielo.
—¿Qué harías tú?

—Nada en contra de la aldea. —Naoko lo miró sorprendida, no esperó esa respuesta.
—Itachi hizo lo que hizo por proteger a la aldea, no haré lo contrario a lo que él quiso. No niego que me molesta que esos ancianos anden libres sin pagar por lo que hicieron, pero considero que lo mínimo que puedo hacer es proteger a la villa. —la muchacha soltó una pequeña risa.

—No había del todo de esa manera, en lo que tu hermano quería. Pensé en los que eran inocentes en esa decisión. —suspiró.
—Lo que aún no comprendo, es por qué me dejó con vida, si ese hombre me habló de que Itachi quería protegerte a ti.

—Creo saber por qué lo hizo. —se levantó.
—Vamos con los demás. —de un salto, cayó al suelo, siendo seguido por Naoko.

—¡E-espera! ¡Dime lo que sabes!

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Sin importar el tiempo que haya transcurrido de su regreso a la aldea, aún habían personas que desconfiaban de ella, y  la verdad, no los culpaba. Incluso ella dudaría de la lealtad de una persona que haya dejado atrás una aldea, por irse a entrenar con un verdadero traidor y renegado. 

Las cosas se volcaron en su contra cuando Danzo fue asignado como Hokage, gracias a un jutsu que Tsunade había aplicado para evitar que los habitantes murieran ante la técnica poderosa del miembro de Akatsuki. La Quinta había caído en un coma, y no tenían idea de cuándo podría despertar, mientras tanto, la aldea necesitaba que alguien estuviera en el mando. Naoko sabía que era cuestión de tiempo para que ese hombre actuara en su contra, conocía el odio que tenía contra los Uchiha, y tener dos en la aldea no debían de tenerlo alegre.

Ya había hablado con Sasuke, ambos estuvieron de acuerdo en estar juntos, si los iban a atacar, lo harían estando juntos. Ni siquiera cuando el anciano salió de la aldea rumbo al País del Hierro, por una reunión de los cinco Kages, se sentían seguros.

Mi Alma Gemela (Sasuke Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora