Capítulo 9

12.8K 779 85
                                    

Tierra de las Olas
(4/4)

Naoko trataba de recuperar toda su energía perdida, había usado en exceso su chakra hasta el punto de sentir su cuerpo debilitado. Por dentro sentía la satisfacción de haber logrado llegar a la cima de árbol. Ahora solo restaba que sus otros compañeros lo consiguieran, a lo cual, no les faltaba mucho. La noche empezaba a caer, el bosque perdía luz a cada minuto que pasaba; la Uchiha sabía que no habría manera de convencerlos de volver a la casa de Tazuna, así que una vez se sintió un poco mejor, emprendió rumbo a la vivienda dejándolos atrás.

En uno de sus tantos intentos, había visto a Naruto acercarse a Sakura, probablemente en busca de algún consejo. No dudaba que ese par llegaría en cualquier momento, con una buena victoria.

Se llevaba a cabo una pequeña charla entre la hija de Tazuna y su compañera de equipo, Naoko solo se limitaba a escucharlas mientras observaba por una de las ventanas. Hacía más de hora y media que había regresado de su entrenamiento, y no había rastro alguno de Sasuke, o incluso de Naruto. Quizá se había equivocado en su suposición.

Pensó en ir a ver si estaban bien, por su mente pasaban mil y un cosas que pudieron haberles sucedido. Se levantó de su asiento, ganándose la mirada de las dos mujeres que la acompañaban, estaba decidida a salir de la casa sin importarle la hora, al menos lo pensaba hasta el sonido de la puerta captó su atención. Se sintió aliviada de verlos entrar, aunque por la expresión que tría cada uno, no habían obtenido los mejores resultados.

Ya con todos juntos, había llegado la hora de cenar. En realidad, se limitaban a comer, nadie hacía el intento por iniciar una plática, así se tratara de cosas triviales. Sakura notó un cuadro clavado en la pared, lo que le llamó la atención es que la fotografía estaba rota; en su intento por averiguar la causa de aquello, solo provocó que Inari, nieto de Tazuna, se retirara de la cena. El equipo 7, confundido por la actitud del niño, escucha con atención la explicación de Tazuna. El fragmento que faltaba de la fotografía, se trataba del padre de Inari, el cual había muerto a causa de Gato únicamente por ser de las pocas personas que se aseguraba de mantener intacta la esperanza en la Tierra de las Olas.

Dejando de lado el momento incómodo que se había vivido en la noche, cada uno fue a sus habitaciones dispuestos a dormir.

Al otro día, desde temprano Naoko ya se encontraba rondando por la casa. Al único que no había visto fue a Naruto, incluso se animó a preguntarle a Sakura; de mala gana le respondió que la última vez que vio al rubio fue la noche anterior,  en la cual había salido de la casa. Sin decir algo más, salió en busca del Uzumaki.

Caminó por entre los árboles, mirando de izquierda a derecha esperando poder encontrarlo. Incluso miraba las ramas, podía esperar de todo si venía de Naruto. Llegó a la zona abierta en la que había estado con Sasuke el día anterior, ahí lo encontró hablando con otra persona. Se quedó detrás de uno de los árboles, hasta que el desconocido agarró una canasta y empezó a alejarse después de haberse despedido. Se detuvo un momento, y por la reacción alterada de Naruto, supuso que le había dicho que ella no había logrado escuchar.

—Oye... —habló mientras caminaba hacia él. —¿Qué haces aquí?

—Ah, Naoko, solo vine a pensar unas cosas. 

—¿Desde anoche? —levantó una ceja a la vez que le extendía la mano, Naruto la aceptó con una sonrisa.

—Sí, bueno, me quedé dormido.

—Vaya que tienes suerte, pudieron haberte matado. Incluso la chica que estaba hablando contigo. —empezaron a caminar devuelta, tomarían un desayuno rápido e iría a acompañarlo a concluir su entrenamiento. 

Mi Alma Gemela (Sasuke Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora