Capítulo 20

6.9K 463 33
                                    

Verdades

La lluvia caída sobre ellos sin darles tregua, llevaban una pelea bastante extensa. A pesar de ser 2 contra 1, Itachi sabía cómo darles dificultades, ya los dos Uchiha estaban quedándose con escaso chakra, y el mayor tampoco se quedaba atrás. Después de un jutsu altamente peligroso, realizado por Sasuke, la Guarida estaba casi en su totalidad destruida.

Saber que estaba luchando al lado de Sasuke la hacía sentir una pequeña felicidad interna, lo había extrañado durante tanto tiempo, que tenerlo a su lado le daba los ánimos de volver a levantarse cada vez que caía derribada. Al principio temía de pelear sola, sabía que Itachi no era cualquier ninja renegado, en el Clan se rumoreaba que él había sido el asesino de Shisui Uchiha, no podía imaginase algo más que eso. Shisui también era uno de los mejores Uchiha, y extrañamente, mejor amigo de Itachi.

De un pronto a otro, cuando la batalla se volcó en su contra, comenzaban a temer al ver al Uchiha mayor totalmente protegido por el Susano. Ante la falta de chakra, Naoko cayó de rodillas al suelo sintiendo fuertes punzadas en su cuello, exactamente en su marca de maldición. Sasuke quiso acercarse a ella, pero se detuvo cuando varias serpientes blancas surgiendo de la muchacha, los gritos de ella le retumbaban en sus oídos.

La manifestación de los reptiles de Orochimaru no duraron más de la cuenta, Itachi las había absorbido con la Espada Totsuka, la cual se trataba de un arma espiritual. El sello maldito de Naoko había desaparecido, ya no había ninguna marca en su cuello. A pesar de haber sentido un enorme alivio, la debilidad cayó sobre sus hombros como una piedra.

Como consecuencia, terminó por caer al suelo, sin nada de fuerzas. Era incapaz de poder levantarse, sus brazos y piernas no le respondían. Al ver a Itachi caminando hacia ellos, sintió verdadero temor, pensaba que ese sería su final. Cerró sus ojos con fuerza, a la espera del golpe que le pondría fin a su existencia, sin embargo, volvió a abrirlos al sentir los pasos lo mayor pasando a un lado suyo. La había ignorado, este se dirigía al otro Uchiha. 

Volvió a intentar ponerse de pie, pero solo consiguió debilitarse más. Temía ahora por Sasuke, él no estaba en mejores condiciones que ella. Su cuerpo estaba en el límite, no podía hacer nada al respecto. Su mirada fue tornándose oscura, cada vez comenzaba a distorsionarse todo. Su mejilla tocó el suelo al caer inconsciente, una lágrima cayó, perdiéndose entre la lluvia.

::::::::::::::::::::::::::::::::::

Despertó de sobresalto, miró a su alrededor dándose cuenta de que ya no estaba en la Guarida de los Uchiha. Su cuerpo se sentía más fortalecido, aunque no en su totalidad. Estaba sola.

No sentía el chakra del Uchiha por ningún lado, por lo que podría pensar que de verdad estaba sola. Su mirada se centró en el sujeto que salía de entre la oscuridad, portaba una máscara, al menos no se veía con intenciones de atacarla.

—Veo que ya despertaste.

Soportando el dolor, se sentó sobre el futón en el que descansaba. Le daba curiosidad aquel tipo, nunca lo había visto. Este se apoyó sobre una mesa, a la esquina de la pequeña habitación. Alegaba contarle una pequeña historia, por lo que decidió no hablar en todo momento.

::::::::::::::::::::::::::::::::::

El equipo 7 permanecía en silencio en la habitación del hospital de la aldea. Antes, habían escuchado todos los detalles que el Uchiha les brindaba sobre la batalla que tuvo al lado de Naoko. Aún le costaba creer que su venganza había concluido, sin embargo, no entendía el motivo por el cual se seguía sintiendo vacío.

—¿A dónde habrá ido —preguntó la pelirosa en voz baja, casi más para sí misma.

Recuerda haberla visto inconsciente antes de él quedar en el mismo estado, su hermano había caído al lado suyo, y sus compañeros le habían relatado que solo estaba él cuando llegaron. No tenía dudas de que alguien más llegó antes que los de Konoha.

Habiendo cumplido la venganza, tenía la esperanza de que Naoko volviese a la aldea, ese había sido el único motivo por el cual ella se había ido. Al Itachi estar muerto, ¿qué más podría hacer? Ir a buscarla no la consideraba una opción, ya que nadie tenía una mínima pista de su paradero. Lo único que consideraba factible en una situación así, era esperar a que ella regresara por su cuenta.

:::::::::::::::::::::::::::::

Había tomado bastante tiempo para pensar las cosas, casi había transcurrido un mes en tan solo compañía de aquellos tres que reclutó. No sabía qué pensar o qué hacer, lo único que quería era salir del agujero de oscuridad que sentía que la estaba consumiendo. Su sentimientos estaban mezclados, por un lado estaba su familia, por otro estaba la aldea, ¿qué hacer? El sujeto de la máscara le había contado toda la verdad oculta detrás del asesinato del Clan Uchiha, conocía a la perfección quines estuvieron detrás de todo, Sasuke y ella no estuvieron más que engañados toda su vida, les hicieron creer que Itachi tuvo la culpa, cuando Konoha fue la única culpable. Temían al poder de los Uchiha, y solo se lograba comprobar cuando los alejaron de los demás habitantes. Los Uchiha también habían planeado un golpe de estado, y la única manera de evitarlo, era asesinando a todos. Se suponía que solo Sasuke sería sobreviviente, esa había sido la condición de Itachi al no poder matar a su hermano menor, ¿pero ella?

No entendía por qué seguía con vida, ella no fue nada de la familia de Sasuke. Lo había visto desde la distancia, y una que otra vez lo veía entrenando en el bosque con su hermano, pero no podía considerar que fueron amigos. Al final, sería una pregunta que jamás obtendría una respuesta.

Se había cuestionado en tomar una nueva venganza contra Konoha, no quería dejar las cosas en el pasado, pero tampoco quería dañar lo único que le quedaba. Se estaba contradiciendo, pero esa era la realidad. De todos los habitantes, solo unos pocos tuvieron la culpa, el resto era inocente. Tampoco quería que sus compañeros estuvieran en su contra, no ganaría nada, solo desprecio. 

Dejando a su pequeño equipo atrás, optó por regresar a Konoha. Además, llevaba unas horas de sentir un mal presentimiento, y sabía que Sasuke estaba implicado. No esperaba que la recibieran con los brazos abiertos, pero tampoco podía imaginar que le fuesen a dar la espalda. Su posición no era muy alejada de Konoha, solo debía de recorrer varios kilómetros.

En el camino pensaba en qué podría explicar para regresar, Tsunade no era conocida por ser amorosa con aquellos que no consideraba cercanos, por eso temía que la botara de la aldea definitivamente. Con forme se acercaba, notaba que algo andaba mal, la aldea no parecía ser la misma, ni siquiera podía ver la copa de los pocos edificios altos. Se colocó encima del muro, no sería tan estúpida como para entrar por las puertas y que los mismos guardias se encargaran de echarla. Sus ojos se abrieron con sorpresa, llevando una mano a su boca al ver el estado tan lamentable de Konoha.

No había rastro de algún edificio en pie, todo era escombros, además de un enorme cráter en el centro. No podía creer lo que estaba viendo, jamás en su visa pensó que Konoha llegara a ser destruida de esa manera. Aterrizó y pronto comenzó a correr, con la esperanza de encontrar a alguien vivo.

Solo pasaba al lado de cuerpos inertes, el escenario era algo que no le gustaría recordar. Al saltar sobre unos escombros, sintió que alguien le apuntaba con un arma por la espalda. Se giró con precaución, era Sasuke, quien bajó su katana al verla.

—¿Naoko? ¿Qué... haces aquí?

Lo veía herido, se sentía mal por no haberlos podido ayudar, de haber sabido que al aldea y todos ellos iban a estar en peligro, hubiera regresado mucho antes.

—Después te lo explico, ¿sí? Mejor dime qué sucedió. —volvió a mirar su alrededor, apenas podía notar unos pocos ninjas en pie. 

—Akatsuki atacó, se infiltraron sin que nos diéramos cuenta. Estaban buscando a Naruto. 

—Demonios, ¿dónde está él?

—Hace poco salió de la aldea, en busca del verdadero causante de todo esto.

—Ya veo. —ambos caminaron juntos, al parecer, el Uchiha estaba en busca de sobrevivientes, aunque no tenía mucho éxito. —Lamento no haber llegado antes, estaba pensando en unas cuantas cosas. Por cierto, hay algo que tengo que contarte, pero mejoren otro momento.

El pelinegro solo asintió y siguió su camino, lo ayudaría en su pequeña tarea, era lo menos que podía hacer por ellos.

Mi Alma Gemela (Sasuke Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora