Capítulo 19

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Venganza

Su camino hacia una de las tantas Guaridas de Orochimaru se había extendido más de lo que pensaba, aquel peliblanco, Suigetsu, no había aceptado de buenas a primeras ser su compañero. Antes que nada, tuvieron que regresar a la Tierra de las Olas, en busca de la espada que había utilizado Zabuza en contra de ellos en sus peleas. Al no encontrarla allí, siguieron las direcciones que les brindaban, al parecer, alguien se la había llevado.

Una vez con Suigetsu satisfecho, fueron por Karin, una ninja sensorial. La había conocido una de las tantas veces que salió de noche, le agradaba el carácter que manejaba. Además, contaba con un muy buen jutsu de sanación.

El otro sería Jugo, alguien con el sello maldito al igual que ella. Lo que los diferenciaba, es que el hombre no tenía del todo control sobre este. Varias veces había ocurrido que perdía su cordura, y solo se centraba en asesinar a todo aquel que se atravesara en su camino. Él fue el único más complicado de convencer, pero al asegurarle protección, terminó aceptando.

Sin importar los contratiempos que toparan en el camino, ya tenían conocimiento del lugar al que Naoko debía llegar.

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Sin importar todo el tiempo que había pasado desde que lograron volver a ver a la Uchiha, las cosas no habían mejorado en lo absoluto. Los ancianos de la Aldea insistían en tacharla de traidora, y por más que trataran de hacerlos entender lo contrario, todo era en vano.

Sabía que mandarían a un nuevo equipo en busca de Naoko, y ya les llevaba bastante camino adelantado. Se suponía que todos debían de salir juntos al amanecer, pero él, después de encontrar una extraña nota al borde la ventana, salió en la madrugada. Supuestamente estaba el aviso del lugar en que su hermano estaría esperándolos, y también a donde Naoko se dirigía. Si bien todo esos años estuvo entrenando para dar fin a su venganza, jamás esperó que el momento llegaría cuando menos lo esperaba.

Conocía a la perfección el camino hacia la Guarida de los Uchiha, después de varias horas, debía de estar a unos cuantos metros más de distancia. Y no se equivocó cuando otra persona apareció andando en las ramas continuas a la suya. Ambos se miraron, a la vez que detenían el paso.

—¿Sasuke? ¿Qué haces aquí? —la muchacha lo miraba con impresión, saltó de su rama hacia la que estaba él, quedando más de frente el uno del otro.

—Sé que Itachi está en la Guarida, y que tú venías hacia acá.

—¿Cómo te enteraste?

—Después te lo digo. ¿Qué te sucedió? —le preguntó al notar los vendajes que portaba en algunas partes del cuerpo.

—Ah, esto. —tocó uno en su brazo. —Tuve un pequeño inconveniente al venir aquí hace un par de días, no es nada de qué preocuparse. ¿Estás listo para hacer esto?

—Por supuesto.

Ambos miraron al edificio que ya se distinguía de los árboles, siguieron su rumbo sin mirar atrás.

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En la aldea, Naruto era de los pocos que aún confiaba en su compañera, sabía que algún día regresaría y volverían a hacer misiones juntos. No en vano aprovechaba cada oportunidad que tenía para acercarse lo más que podía, todo ese tiempo había notado que la Uchiha era importante para Sasuke. Casi podía asegurar que más de lo que podría considerarlos a él y a Sakura.

Esa nueva misión consistía en encontrarla y llevarla de vuelta, esta vez, todos los equipos estaban reunidos. Se suponía que Sasuke debía de estar viajando con ellos, pero al no haberlo encontrado en ningún lado, salieron de la aldea sabiendo que él estaba adelantado. Él mismo fue a buscarlo a su hogar a causa del atraso que estaba generando, lo único que encontró fue una nota asegurando que debía de ir a la Guarida de los Uchiha, por eso estuvo tan seguro en que no lo encontrarían.

Toparon con muralla cuando un sujeto con capa de Akatsuki se atravesó en su camino, no había forma de poderlo pasar de largo, parecía ser inmune a todos sus ataques. Este terminó de confirmar sus sospechas, los Uchiha estaban batallando para cumplir la venganza que desde pequeños aseguraban realizar.

No había nada por hacer, más esperar que el tipo se quitara de su camino. Se desesperaba, temía llegar tarde. Confiaba que su compañero pusiese hacer algo para evitar otra huida de la Uchiha.

Mi Alma Gemela (Sasuke Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora