La celebración empezó nada más que los graduados entraron. Unos guardias dijeron a los padres que se quedaran allí, y a los jóvenes ángeles se los llevaron a un enorme escenario, donde estaban los jueces y los seis profesores que habían estado todo el año enseñando en la academia. La jueza se acercó a uno de los extremos del escenario y anunció en voz alta:
-¡Hola a todos los familiares, guardias y antiguos alumnos! Hoy, van a graduarse estos dos jóvenes, que nos han demostrado por segunda vez su fuerza, valentía, rapidez y habilidad. Ahora, servirán al Creador y lucharán por los cielos y los ángeles, en caso de peligro. Se les dará una medalla y un cargo a cada uno, pueden ser iguales o distintos, según las calificaciones que hayan conseguido. Empezaremos con Azazel, hijo de Yandak, antiguo comandante. Pasó rápidamente la prueba de acceso y ha sacado unas notas excelentes- le dio una señal al joven para que le entregaran su premio y se quedó a un lado.
-Tu cargo te lo dirá el comandante. Anwin, suba aquí por favor- miró al comandante y se anduvo hasta donde estaba la jueza.
-He decidido que este chico debería ser guardia de las puertas del Creador, ya que le protegerá de cualquier amenaza que se acerque allí- anunció.
Azazel bajó del escenario y fue hasta dónde estaba su padre y la madre de Diana.
-Ahora, le toca a Diana- la chica anduvo hasta los jueces y profesores.-Hija del comandante de los ángeles Anwin y Narnia, guerrera y soldado, demostró que no importa el aspecto que tengas, aunque no tengas alas, que se puede ser un verdadero ángel. En la prueba de acceso entró raspadita, pero sus notas de la academia han sido bastante buenas.
Los profesores le entregaron la medalla y se fue a un lado.
-Comandante, anuncie su cargo en los cielos.
-He decidido- dijo su padre- que ella debería de estar como ayudante del comandante, ya que en un futuro será la nueva comandante. Estará en modo de aprendizaje y servirá a los cielos también. Yo seré su maestro y consejero, aunque sea su padre.
Todos volvieron a aplaudir y comenzó el banquete. Todos comieron en una enorme mesa rectangular, que estaba repleta de comida. Azazel y Diana se sentaron juntos, y charlaron hasta terminar la comida. Después, comenzó el baile. Algunos se pusieron en pareja, excepto Yandak, que conversaba con los jueces amistosamente. Los jóvenes observaban a los demás y Azazel le tendió la mano a Diana tímidamente.
-¿Me concedes este baile? La verdad no sé pedir a alguien que baile conmigo- sonrió.
-Está bien- le agarró de la mano y bailaron un sencillo baile. La música la tocaban dos ángeles con el arpa, un instrumento muy típico allí.
La pareja miró a un lado y vieron al comandante y su amada bailando y hablando.
-Tus padres son encantadores, sobretodo tu madre- le dijo Azazel.
-Lo sé. Estoy muy contenta de tenerles.
-Es igual que tú. Yo me alegro de tenerte- le susurró en el oído mientras se movían al ritmo de la música.
-Yo también, Azazel. ¿No te parece incómodo bailar con tu mejor amiga?
-La verdad es que no, aunque me gustaría darme una vuelta.
-¿Vamos?- dejaron de bailar y se separaron.
-Vale- contestó muy alegre.
Salieron al exterior sin que nadie les viera. Se tumbaron en el blando césped.
-Hay algo que me gustaría saber, pero no lo sé- dijo mirando hacia arriba.
-¿Qué es?- le preguntó Diana.
-Yo le pregunté a mi padre quién era mi madre, pero nunca me ha contestado. Según dicen, era un demonio. Yo pienso que es imposible, si no, hubiera salido un híbrido raro. Los ángeles y los demonios no pueden estar juntos.
-A mí me gustaría que todo estuviera en paz. Creo que sería guay conocer a alguien de otra raza y de lugar distintos que los nuestros.
-Diana,¿estás loca? Yo he escuchado barbaridades de ellos.
-Los rumores pueden ser erróneos.
-Si mi madre fuera un demonio, pondrían a mi padre de traidor.
-Puede que sólo haya contado lo de tu madre a alguien en secreto. El Creador, por ejemplo. Mi padre dice que lo sabe todo.
-No estoy autorizado a entrar, y encima seguro que tendré más gente de compañero.
-Yo conocí al Creador de pequeña. Recuerdo que estaba asustada y él creó una bella mariposa en mi cara. Es como si hiciera magia.
-Él es un dios, como Satanás. Luchar contra uno de ellos sería una catástrofe. Es perder seguro. Aunque el Creador es mejor que Satanás.
-Ya te digo- se rió.
Él se acercó a ella y le acarició su gran melena.
-Es muy raro que tu padre te haya puesto un cargo con él. Yo prefería que te hubieran puesto conmigo- le dijo.
-Pero yo estaré todavía en aprendizaje, con mi padre de maestro. Él me entrenó de pequeña, y me volverá a entrenar. Supongo que lo habrá hecho por algo.
-Pienso que es para prepararte. Cree que en un tiempo serás comandante. Yo quiero ser tu compañero cuando lo seas. O tu consejero.
-Cuando sea comandante, serás mi compañero y consejero.
-Eso está bien. Serás la primera mujer comandante de los ángeles.
-¡Sí!- exclamó mientras estiraba sus brazos.
En un tiempo, Diana comenzaría su entrenamiento, y Azazel cumpliría su cargo como guardia de las puertas del Creador, pero antes, contaré algo que ocurrió justo en ese momento. En mi casa, cuidábamos del pequeño John, que ya tenía un año.
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Fallen Angel©(#0.5)
FantastikHace muchísimos años, dos dioses que vivían en el universo vacío, decidieron crear nuevos mundos. Uno de ellos se llamaba Satanás, que creó los infiernos y unos seres llamados demonios. El otro, el Creador, construyó otro lugar llamado cielo, y en s...