Cuando Atala nos deja marchar me quedo unos segundos parada y observando el panorama. Realmente no necesito practicar con las armas como si nunca las hubiese cogido, en realidad puedo incluso dejar eso para la última sesión con los Vigilantes... pero no es eso lo que voy a hacer.
Hoy voy a tomármelo de forma más tranquila. Voy a tantear el terreno y a pasar un poco desapercibida... como si no supiese hacer nada. Paso por delante del puesto de nudos y ni siquiera le lanzo una mirada. Soy del 4, estoy más que harta de nudos.
Observo uno de los puestos más alejados. Me acerco y le pregunto a la entrenadora de qué va. Ella responde que se trata de identificar plantas comestibles. Me parece algo interesante y puede que me llegue a ser útil si pretendo sobrevivir durante todos los juegos. Atiendo las explicaciones de la mujer durante toda la hora que dura y observo de reojo a Oceanus.
Está practicando con un tridente. Predecible, la verdad. Es bastante bueno... pero no siempre hay tridentes en la arena. Uno tiene que ganarse las armas demostrando que sabe usarlas y puede que si a los Vigilantes le gusta, te pongan el arma.
Los Vigilantes nos observan de vez en cuando, de forma relajada y sin dejar de llevarse comida a la boca. Todos ellos se encuentran en una plataforma superior que mira hacia el gimnasio. Algunos de ellos son más entregados e incluso toman notas. Yo tomo notas, pero son mentales. La tributo del Distrito 2, Isolda, es muy grande y ancha de espalda. Su pelo es castaño y muy rizado. Durante el tiempo que lleva aquí no ha dejado de estar en el puesto de combate cuerpo a cuerpo y no deja de tirar al entrenador al suelo mientras emite unos horribles gruñidos. Es una chica bastante basta y bruta. La pongo en mi lista mental de gente a tener en cuenta al igual que al chico de uno.
Los Vigilantes hablan con los entrenadores durante nuestra comida. Estamos siendo evaluados constantemente. Lo entiendo, es su... trabajo, pero eso no quiere decir que me guste estar en constante vigilancia.
Tomamos el desayuno y la cena en nuestra planta, pero los almuerzos son en el comedor del gimnasio. Básicamente es una gran sala con un montón de mesas y una zona con carros llenos de comida.
Ni Oceanus ni yo somos invitados a comer con los demás profesionales. A mi me da realmente igual no estar con ellos, pero siento que Oceanus se muere de ganas por ser invitado. Como en una de las mesas sola y en silencio. Agradezco no tener que conversar con nadie porque así puedo observar de nuevo todos los movimientos de los profesionales. No dejan de gritar y hablar muy fuerte para llamar la atención, no tengo ni idea de si eso es una táctica o si en esos Distritos la gente se habla a gritos.
La tensión es palpable mientras me llevo unas cucharadas de sopa a la boca y algunos trozos de pan. El pan de mi Distrito es bastante salado, pero ¡oye!, me encanta lo salado.
El segundo día avanzo un poco pero sin acercarme a mi especialidad. Practico con el tridente porque sé que es lo que esperan que haga. La primera fase era: pasar desapercibida. La segunda fase es: practicar con armas que se me dan bien. Estoy en la segunda fase.
Practico con el tridente durante toda la mañana. No voy a mentir, se me da bastante bien pero no me gusta que sea un objeto tan grande y además es algo pesado. Clavo el tridente repetidas veces en un montón de figuras con forma de cuerpo humano, incluso son de diferentes tamaños como reflejando la variedad de tributos que uno puede tener que matar. Me repugna que hayan pensado hasta en el último detalle.
- Tributo del cuatro, ¿te sientas con nosotros?- me pregunta el chico del Distrito 2 mientras estoy llenando mi plato de un montón de pollo y verduras. Los otros profesionales se asoman por encima de su hombro. El chico tiene el pelo extremadamente corto y entre castaño y rojizo, como color cobre.
- Sí- digo lentamente. Tengo que tener cuidado no solo con lo que digo frente a la cámara, sino con lo que hablo con los demás tributos. Si les digo que no a lo de comer en su mesa... tendrás aun más razones para ser un objetivo en el Baño de Sangre.
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73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADA
FanfictionKora Seasse, del distrito 4, vive una vida sencilla junto a su familia. Tiene prácticamente la vida resuelta a sus 15 años. O eso parece... En un distrito en el que ir a los Juegos se considera un honor, no todas las familias piensan igual. Cuando...