Ochenta y uno

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- ¿Qué tal la caza?- le pregunto a Gale cuando entra en el compartimento. Llevo más de quince minutos peinándome el pelo, así de aburrida estoy mientras espero que llegue la hora de reflexión. 

- Bien. Acabamos de entregar las cosas en la cocina- explica. Dejo de peinarme el pelo y guardo las cosas en mi cajón. 

- ¿Estás bien?- le pregunto girándome en la silla para encararlo. 

- Sí, ¿por qué preguntas?- responde frunciendo el ceño. Lo miro a los ojos. Todavía siguen llamándome mucho la atención. Ojos grises. Lo nunca visto en el Distrito cuatro. Para mi Gale es como si fuese un pez exótico... una mala comparación creo. Mejor no decirlo en alto. 

- Nada. Es solo, que no te veo muy entusiasmado teniendo en cuenta que acabas de salir de este lugar. Has visto el sol... has respirado aire normal... 

- Katniss y yo hemos tenido una conversación un poco... extraña- explica. Pero enseguida cambia de tema.- También había un río- me cuenta esbozando una sonrisa. 

- ¿En serio?- pregunto levantándome de la silla muy entusiasmada.- Me encanta el agua- enseguida me avergüenzo de lo que he dicho y noto como se me sonrojan las mejillas.- Lo siento, es normal, ¿no? Soy del cuatro. 

- Sí, bueno, no esperaba menos. Pero el río estaba un poco... tiene mucha corriente. 

- Oh, vaya- digo volviéndome a sentar en la silla lentamente.- De todas formas no es como si fuera a verlo- le digo encogiéndome de hombros. 

- Tal vez algún día de estos- dice antes de que tengamos que irnos del compartimento para la reflexión familiar. 

Finnick está algo mejor. Le comento lo que pasó durante el entrenamiento mientras él continua haciendo nudos con su cuerda. Sigue preocupado por Annie, como es lógico. Por eso me paso toda la media hora prometiéndole que voy a hacer lo que esté en mi mano para rescatar a Annie. Ahora que Coin ha anunciado que en cuento puedan van a rescatar a los vencedores que han sido capturados por el Capitolio... mi promesa tiene una base más fija. 

- Hola- saludo a la gente de la mesa mientras tomo asiento junto a Gale. Katniss no está a la vista y por lo que sé podría estar grabando ya algunas de esas propos o algo... 

La hermana de Gale, Posy, quien además es la más pequeña de su familia y tiene la edad que tenía mi hermano, se acerca a mi deslizándose por el banco. 

- Hola- dice cuando llega hasta mi. Se pone sobre sus rodillas en el banco y me mira a los ojos. Sus ojos también son grises y su pelo es marrón, como Gale y la mayor parte de las personas de la mesa. Pone sus manos encima de mis mejillas y me gira la cara para que la mire a los ojos. Lo hago. Ella inspecciona mis ojos concienzudamente.- Son verdes- dice. Después se despega de mi y se sienta en el banco. Alarga su pequeña mano y toma las mías. Observa el anillo con curiosidad y comienza a tocarlo. 

- ¿Quieres probártelo?- le pregunto. No es que me haga mucha ilusión compartirlo con alguien porque tengo miedo a perder lo único que me queda que me recuerda a mi familia... pero Posy tiene la misma edad que tenía Peter, y todos saben que habría hecho cualquier cosa por él. 

Ella asiente con alegria y me lanza una mira de puro entusiasmo. 

- No tienes porque hacerlo- dice Hazelle, la madre de Gale.

- No se preocupe. Solo va a probables para ver cómo le queda. ¿Verdad, Posy? 

Posy asiente rapidamente y le pongo el anillo en uno de sus pequeños dedos por lo que el anillo cuelga un montón. 

- Mis padres me lo regalaron por mi cumpleaños- le explico, aunque puedo notar que toda la mesa está escuchando.- Fue el mismo día que cumplía quince años...- suspiro para recuperar la compostura un poco.- Les dije a mis padres que no quería ningún regalo hasta después de la cosecha, porque mi cumpleaños es el mismo día. Mi padre no estaba en casa porque estaba trabajando con los barcos... cuando salió mi nombre mi madre me lo dio antes de que me llevaran al Capitolio. 

- Es muy bonito- dice ella todavía admirándolo.- ¿Te gusta la ropa del Capitolio?- pregunta Posy. 

- He llevado trajes con los que nunca habría ni podido soñar. Pero, ¿sabes una cosa?- le pregunto esbozando una sonrisa pícara.- No he estado más cómoda en mi vida que con vaqueros y mi camisa de rayas- le confieso como si se tratase de un secreto. Ella suelta una risilla y se tapa la boca con la mano. 

Después de la cena, Gale se va a hablar con Katniss por lo que me quedo sola en el compartimento hasta la hora de usar los baños. Espero pacientemente mientras juego con el borde de la mesa y pulso teclas de piano imaginarias. Hecho todavía de menos tocar el piano. Enseñar a Peter a tocarlo me estaba ayudando a pasar las horas muertas que me proporcionaba ser vencedora. Él era un buen alumno, aunque como era mi hermano... tendía a desobedecer. Incluso había comenzado a intentar componer una nueva canción o algo... 

Cuando Gale regresa no lo noto muy contento, por lo que me cayo y me acuesto. Aunque como siempre... las pesadillas vuelven y me despierto de golpe. Me paso el resto de la noche con la espalda pegada a la pared de la cama y mirando la puerta del compartimento. Afortunadamente Gale no se despierta, lo que me alegra de verdad. 


73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora