Epilogo

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No esperamos demasiado, solo dos años, al parecer Gale siempre quiso tener hijos. Primero nació Neptuno. Con el pelo oscuro y los ojos verdes. Yo no dejaba de ir por la casa quejándome de lo gorda que estaba. Y Gale siempre decía: "solo la barriga", como si eso me hiciera sentir mejor. Aunque en realidad me hacía sonreír. Conseguí unas vacaciones por estar embarazada, al menos. Me gustaba cuando nos acostábamos de nuevo en la cama y Gale acariciaba mi barriga (gorda) hasta que me quedaba dormida. 

Después no pasó mucho tiempo hasta que llegó Daphne. Su pelo tan rubio como el mío y los ojos grises que tanto me fascinaba ver en Gale. Cuando tenia un año era igual que yo cuando tenía su edad, la misma niña que en la foto, solo que una versión más nueva. 

Todo se volvió un poco un descontrol cuando los dos comenzaban a gatear y después a andar por la casa

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Todo se volvió un poco un descontrol cuando los dos comenzaban a gatear y después a andar por la casa. No había quien los controlará. Comencé a enseñar a Neptuno a usar el piano, y después se nos unió Daphne, con sus mejillas regordetas y sonrosadas, y los ojos grandes y bonitos. Los dos llenos de curiosidad por el mundo... 

Esperamos hasta que los dos sabían atarse los cordones, para tener a Roman. Con el pelo rubio y los ojos verdes, me recordaba mucho más a Finnick que a mi, aunque tenía mis pecas... las que heredé de mi verdadero padre. 

Me encanta cuando Gale y yo los mandamos a dormir por la noche y ellos juegan y saltan por todos lados hasta obligar a Gale a cogerlos en sus hombros y subirlos hasta sus habitaciones

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Me encanta cuando Gale y yo los mandamos a dormir por la noche y ellos juegan y saltan por todos lados hasta obligar a Gale a cogerlos en sus hombros y subirlos hasta sus habitaciones. Lo cual sabemos que hacen a propósito. Adoro cuando los dos nos sentamos en sus camas y cuento historias de aventuras sobre barcos, marineros, capitanes, bellas y fuertes jovencitas... Sobretodo me gusta cuando ruegan por un cuento más y tengo que estrujarme la cabeza para inventarme otra historia o incluso una poesía. 

- Mami- llama Daphne desde su cama. 

- ¿Sí?- pregunto desde la puerta de su habitación. 

- ¿Puedo dormir contigo y con papi?- pregunta apretando la colcha entre sus bracitos, esperando mi negativa. 

Casi estoy apunto de decirle: ¿No eres ya una niña grande? Las niñas grandes duermen en sus camas. Aunque solo tenga tres años. 

- Ven- digo alargando la mano hacia delante para que venga. Ella aparta la colcha a un lado y sale de la cama vistiendo su pequeño camisón de dormir blanco. La tomo en mis brazos y camino con ella por el pasillo mientras acaricio su largo pelo del color del sol pálido cuando amanece. Cuando entro en la habitación Gale me pregunta con la mirada-. Dejaremos que sean niños pequeños un rato más- susurro mientras acuesto a Daphne en el centro de la cama y le acaricio el pelo hasta que se queda dormida. 

Porque después de haberme visto obligada a crecer tan rápido, de habernos visto obligados a crecer tan rápido, todos, solo quiero que mis hijos permanecen tan pequeños durante mucho más tiempo. Tanto tiempo como me sea posible. 

¡Y este es el final! 

Realmente aclarar a lo mejor unas cosillas que no menciono durante la historia. Realmente Gale y Kora no se casan, o sea... no como se supone que la gente se casa haciendo una celebración y tal. 

73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora