Capítulo 37

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- Vamos a la biblioteca ?- le pregunto Hermione a Ron, al salir de Transformaciones; como era miércoles las clases terminaban luego de almorzar, dándole así tiempo a Ron de estudiar, besarse un rato con Hermione y luego poder ir a entrenar sin problemas.

- Claro - tomó su mano y se encaminaron hacia la biblioteca.

- Iré a buscar algunos libros - dijo la castaña una vez que dejaron todas sus cosas en una de las mesas más apartadas.

- Te acompaño- Ron dio un brinco y siguió a su novia a través de las montañas de libros - te ayudo? - pregunto al verla intentando alcanzar uno de los libros que se encontraban en lo más alto.

- Por favor - aceptó con una tímida sonrisa, la cual se desvaneció cuando el pelirrojo se pegó a ella, mirándola tan intensamente que ni siquiera noto el momento en el que le paso el libro - eh, gracias....- Ron sonrió al notar la reacción de Hermione y depósito un rápido beso en sus labios.

- Volvemos ?- con esas palabras la castaña salió de su trance y asintió rápidamente al mismo tiempo que comenzaba el camino devuelta a su mesa. - Que nos toca hoy ?- pregunto a su novia una vez ubicados.

- Defensa contra las artes oscuras -le respondió sin levantar la vista del libro - ya deberíamos comenzar, no es demasiado... pero tampoco es fácil - y tenía razón, las dos horas que pasaron estudiando fueron incluso más tediosas que las clases de historia de la magia, aunque no tenía mucho sobre que quejarse, ya que los primeros botones de la camisa de Hermione se habían soltado en el intento de alcanzar el libro, dejándole una perfecta vista de la unión de sus pechos, con lo que se entretuvo la mayoría del tiempo... hasta que ella lo noto y volvió a abotonarlos rápidamente.

- Ron, deberías avisarme !.... no quedarte mirando - le susurró, intentando no gritar, aunque no muy bajo y con cierto enojo.

- Lo siento.... es que simplemente no puedo evitarlo.... - esas palabras le provocaron a Hermione una pequeña sonrisa, haciéndola olvidar lo que acababa de suceder.

- Esta bien, no importa.... sigamos - volvió su vista al libro.

- De hecho, creo que ya fue suficiente por hoy, que dices ? -

- Ron no queda demasiado para los exámenes - le respondió la castaña con un tono cansado.

- Vamos, sólo nos queda herbologia y aún tenemos tres semanas - intento convencerla.

- Tienes razón -aceptó después de pensarlo un poco, cerró el gran libro que tenía en las manos y se incorporó - me ayudas ?- le pregunto tomando todos los libros que podía en sus brazos.

- Claro - le quitó algunos libros de encima y la siguió a través de los estantes hasta que todos los pesados libros quedaron en su lugar - y.... por donde tenemos que regresar ? - pregunto confundido, hacia ya un rato que Ron se había perdido en el laberinto de libros.

- Sólo sigueme- le dijo sonriendo.

- Como haces para saberlo todo? , eres perfecta.... - la tomó por las caderas y la pegó a él - te amo- rompió la poca distancia que los separaba y comenzó a besarla.

- Ron..... no aquí - logró decir entre besos.

- Pero sólo estamos basándonos un poco - levantó una mano y acarició su mejilla para tranquilizarla, y al ver que no volvió a replicar siguió con sus besos; al cabo de un rato Hermione ya había enredado sus dedos en el rojizo cabello de su novio y se había pegado tanto a él que podía sentir el leve bulto que estaba formándose en sus pantalones, Ron se movió un poco e hizo chocar la espalda de su novia contra uno de las fuertes estanterías de la biblioteca.

- Ron, ya... ya deberías ir a prepararte para el entrenamiento - le dijo agitada, ya que mientras hablaba Ron había comenzado a besar su cuello.

- Pueden comenzar sin mi... - siguió besando esa parte de ella que tanto le gustaba (cuando estaban vestidos).

- No Ron, tienes que ir - se separó de el y lo miro con cierto regaño en sus ojos.

- De acuerdo... pero, vendrás ? -

- Claro que sí, ahora vamos - volvieron a pasar por "el laberinto" hasta poder salir de la biblioteca. Luego de dejar sus cosas en la sala común se dirigieron al campo de quidditch, donde se encontraron con un Harry bastante histérico y nervioso.

- Por Merlín donde estabas !- le grito desde su escoba, Ron beso rápidamente a Hermione y subió a su escoba para alcanzar al resto del equipo.

- Lo siento, estábamos en la biblioteca -

- Ve a los aros... - le ordenó ignorando su explicación.

El entrenamiento fue mucho más duro que los anteriores, aunque valió la pena ya que las nuevas estrategias que había ideado Harry eran mejores que todas las usadas anteriormente y de seguro les harían ganar el partido y la copa. El único cambio en las jugadas de Ron consistía en que debía dar vueltas alrededor de los aros lo más rápido posible, y de esa forma evitaría la mayoría de los puntos, cosa que comprobaron cuando logró tapar más de la mitad de penales por parte de cada jugador.

- Estoy segura de que ganarán - le dijo Hermione mientras lavaba el cabello de Ron, ya que como le había prometido lo acompañaría en las duchas.

- También yo, las nuevas ideas de Harry son mejores de los que pensaba, ha hecho un buen trabajo - dijo Ron arrinconandola contra una de las esquinas de la pequeña ducha y comenzando a besarle el cuello - te he dicho hoy que te amo ? -

- No recuerdo, pero no me molesta - le dedico una sonrisa y se lanzó a sus labios, casi al mismo tiempo que él comenzaba a acariciarle los pechos; luego de un rato besándose Hermione bajo sus manos y comenzó a "acariciar" a Ron, donde a él más le gustaba, haciendolo gemir como sólo sus caricias lo lograban, pero en cierto momento sus gemidos se hicieron más feroces y sin previo aviso Ron 'termino', manchando el vientre desnudo de la castaña.

- Herms enserio lo siento - sus orejas estaban tan coloradas que parecían estar en llamas.

- No tienes que disculparte Ronnie - le sonrió y beso tiernamente sus labios.

- Déjame.... eh.... limpiarte - al decir eso se ruborizo aún más, pero intentando ignorarlo se separó de ella para que el agua pueda pegarle y así dejarla como si nada hubiese pasado.

Luego de cenar todos se dirigieron directo a sus camas ya que el entrenamiento los había dejado agotados, aunque como siempre una castaña(que nunca habría pensado en romper una sola regla, o eso era antes de enamorarse localmente de un pelirrojo) no se encontraba en su dormitorio sino en el de su novio durmiendo junto a él.

~Romione~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora