XV

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Lo primero que supo Chanyeol fue que casi termina en el suelo. Lo segundo, que el dolor que sentía en su mejilla derecha era tan grande, que creía haberse descolocado la mandíbula. Y lo tercero, último y consecuente que, evidentemente, alguien lo había golpeado. ¡Y demonios! Sí que lo había hecho. Por acto involuntario llevó una mano hacia el lugar afectado para hacer presión, y cerró los ojos con fuerza ante el dolor luego de dar varios traspiés por el impacto.

-¡Hey! ¿¡Qué mierda te pasa!?

Escuchó a Jongdae gruñir como nunca antes lo había escuchado hacer. ¿Qué demonios estaba pasando?

 -¡Chanyeol!

Abrió los ojos por primera vez y encontró a Junmyeon parado a su lado, fuera de sí.

-¿Estas bien?- Posó una mano sobre su brazo.

-Yo...

Antes de que pudiera unir otra palabra, una lluvia de polvo blanco cayó sobre él. Junmyeon ante la sorpresa se hizo hacia atrás mientras comenzaban a caerle sustancias de todo tipo. Al mantener los párpados cerrados para que nada le entrara a los ojos, no sabía qué era lo que le estaban echando encima, pero sintió un fuerte olor a pintura y también huevos, ya que le dolió el impacto de las cáscaras contra la piel y la cabeza. No tenía idea de lo que estaba sucediendo, ni a nivel causal, ni de acuerdo a lo que sufría en esos momentos. Se dedicó a dar vueltas y vueltas en el lugar, llevándose ambas manos a los ojos para limpiarlos en vano, puesto que al momento algo caía volviéndolos a ensuciar.

El impacto de cosas contra su cuerpo lo atontaba y, por largos segundos, de lo único que fue consciente fue del alto murmullo que se había introducido de repente en sus oídos, muchos de ellos interrumpidos por risotadas nada disimuladas. Luego de segundos interminables, el correr de líquidos espesos cesó y por fin pudo deshacerse con éxito de lo que le obstruía la visión. Parpadeó varias veces, intentando esclarecerse, todo era una masa nublosa por la fuerza con la que había estado apretando los párpados. Lo primero que divisó fue a sus tres amigos mirándolo con ojos enormes y completo horror. Supuso que esta última emoción se debía a la situación y no a él, pero al mirar hacia abajo y echarse un vistazo...

El horror era por él, sin dudas.

Despegó la mirada de su uniforme completamente arruinado por algunas sustancias reconocibles y otras que ni siquiera sabía de qué se trataban, y vio a una gran cantidad de estudiantes rodeándolo como si de un espectáculo circense se tratara, y el fuera el fenómeno de turno encargado de hacerlos reír. Lo que efectivamente estaba logrando decidió al ver a varios de ellos sonriendo casi de forma macabra, y a otros riendo como si toda la ocasión fuera un chiste.

No tuvo tiempo de girar a ver quién había hecho todo eso, cuando más golpes aleatorios lo alcanzaron. Uno impactó contra su quijada, otro puño le acertó en el estómago, haciéndolo encorvarse del dolor. Supo entonces que se trataba de muchas personas y no sólo de una. Quedó de rodillas sobre el suelo porque temía enderezarse y sentir aún más dolor. Elevó la mirada con el ceño fruncido, confuso y muy molesto, y notó a varios muchachos rodeándolo y viéndolo desde arriba con sorna, como si fueran la gran cosa. Vio que otro par se le acercaba y cerró los ojos con fuerza a la espera de nuevos impactos dolorosos, pero se salvó cuando Jongdae, Minseok y Junmyeon lograron reaccionar y se adelantaron para cubrirlo y que nadie más se le acercara.

-¿¡Cuál es su maldito problema!?- Gritó Jongdae de frente a todos aquellos matones, cólera brotando por cada uno de sus poros.

Uno de los chicos, el que parecía ser el líder o el confabulador de todo aquello, indicó divertido con un movimiento de su cabeza el bulto que era Chanyeol sobre el suelo.

Trabajo para el diablo (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora