XVIII

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Chanyeol ingresó con inseguridad al edificio administrativo de Nita K. Había pisado aquel ajetreado lugar sólo un par de veces ya que Baekhyun tenía prohibido acercarse, debía enfocarse únicamente en sus estudios. No le agradaba mucho estar allí, se sentía intimidado ante tanto profesionalismo y locura juntos; lo único que recordaba era a la gente corriendo de aquí para allá, completamente histérica y repleta de cosas en sus manos y brazos. Lo volvía inquieto semejante ambiente.

Nada podía hacer sin embargo si su jefe lo llamaba para que fuera.

Los días del festival habían terminado y ya no veía a Baekhyun tan seguido como antes. Sólo las veces que lo llamaba para darle alguna orden, durante las mañanas cuando iba a buscarlo y durante el almuerzo, porque había cogido la costumbre de comer a su lado. Se encontró contando con los dedos las veces que lograba verlo por día y, por alguna razón, le parecía muy poco tiempo el que compartía con él... Seguramente fuera la costumbre de haber pasado casi todo el día juntos y encerrados en el gimnasio de la escuela hasta muy tarde. Muy a su pesar, comenzaba a sentir su falta. Echaba de menos al bajito gruñéndole todo el tiempo por nimiedades que a él le parecían graciosas, así que no podía decir que odiara por completo tener que pisar el edificio de Nita K si eso significaba que podía pasar más tiempo con él.

Encantado se dirigiría a donde sea que Baek estuviera, y más en esos tiempos donde todos estaban ocupados con los exámenes de recuperación y no tenía nada más que hacer que atender a los nuevos temas dados en clase. Se aburría como un hongo en casa.

Las veces que visitó Nita K siempre había llevado uniforme escolar y no tenía idea de cómo debería ir vestido un secretario en tal ámbito. ¿Con traje? Lo había considerado, pero no. Demasiado incómodo y el único que tenían en casa era el de su hermano mayor y le quedaba pequeño debido a su estatura. Intentó no ser tan casual aunque tampoco estar incómodo, no es como si tuviera demasiada ropa elegante de todas formas, nunca tuvo un lugar que requiriera vestirse de tal manera.

Se posicionó frente al primer ascensor que vio y tocó el botón para que bajara, la oficina de Baekhyun estaba en el último piso de aquel gigantesco edificio. Le resultó extraño que toda la gente apurada optara por subir escaleras en lugar de usar el ascensor como él.

-Oye, muchacho... ¡Hey! Te estoy hablando.

Se giró para ver a un señor de mediana edad, más bajo que él, robusto y con el cabello negro veteado de gris. Chanyeol se señaló a sí mismo, preguntando en silencio si se dirigía a él. El hombre asintió y se acercó, señaló con un dedo el ascensor que llevaba aguardando hacía varios segundos ya.

-Es exclusivo. Sólo los altos rangos tienen permitido usarlo.

Chanyeol formó una o perfecta con su boca. Con razón no había nadie más con él. -Lo siento mucho.- Se excusó con una reverencia.

-¿Tú quién eres? ¿Tienes permitido estar aquí?- Lo miró receloso, escaneándolo con ojos afilados.

Chanyeol no supo por qué, pero no se sintió cómodo junto a esa persona, percibía algo malo en él. -Hum...- Tardó un poco en contestar. -Soy el secretario personal de Kwon Baek.- Murmuró.

Los ojos del hombre chispearon de forma sospechosa y Chanyeol se sintió aún más disgustado cuando lo vio pintar una lenta sonrisa ladina en su rostro.

-Oh...- Estiró la vocal. -En ese caso, disculpa mi descortesía.- Su tono sonó extremadamente amable de repente. Estiró una mano a la cual el más joven miró con desconfianza. -Kim Il Wook.

Entonces todas las fichas en la memoria prodigiosa de Chanyeol encajaron y reconoció al hombre frente a él. Kim Il Wook, vicepresidente, por supuesto, estaba entre todos los recortes que Baek le había dado la primera vez para aprenderse. Estiró su mano también y tomó la ofrecida, viéndolo fijamente.

Trabajo para el diablo (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora