A la mañana siguiente y entre la bruma inducida por su somnolencia, Baekhyun oyó leves ruidos. Fueron casi imperceptibles para su consciencia aún adormecida, como si estuvieran produciéndose a una distancia lejísima. No les prestó atención, simplemente se cubrió mejor con las sábanas, se volteó y siguió durmiendo. La noche pasada no había sido muy distinta a la anterior, tampoco había podido dormir bien... Aunque las razones en esta ocasión, a su pesar, eran un poco más ajenas a la empresa. El ruido continuó, pero él siguió sin darles importancia. Se encontraba en un estado entre el sueño y la vigilia en el que no sabía muy bien qué sucedía alrededor, sólo quería seguir durmiendo.
Y planeaba hacerlo, por lo menos hasta que sintió un frío y sorpresivo líquido caer sobre todo su rostro, mojando su cabello y parte de su camiseta. Se sentó sobre el colchón súbitamente, despertando de repente y tomando bocanadas de aire. Usó sus manos para secar sus ojos y elevar la mirada para ver qué estaba sucediendo, y entonces notó a Chanyeol viéndolo sin expresión y con un vaso vacío en la mano.
-¿¡Acaso has perdido la cabeza!?- Gritó molesto, moviéndose para alejar las gotas que caían de su mojado cabello hacia su rostro.
El otro dejó sin delicadeza el vaso sobre la mesa de noche y se reincorporó, viéndolo con seriedad. -Te dije que si no te levantabas a la primera, tomaría medidas.- Dio media vuelta y se fue.
-¡Pero...!- Antes de que Baek tuviera la oportunidad de decir algo, Chanyeol ya había cerrado con un portazo.
Tardó varios minutos en reaccionar y correr a alistarse como todas las mañanas. Repentinamente, las preocupaciones sobre la empresa seguían estando allí, pero en un segundo plano. Cuando abrió la puerta hacia el salón, se encontró solo. Sin nadie. Buscó a Chanyeol con la mirada, pero no había rastros de él, ni en el salón, ni en la cocina donde siempre solía sentarse a esperarlo. Sobre la mesa estaban su latte y sus donas, pero delante de ellos no había ningún chico alto, algo despeinado y concentrado leyendo un libro. Tomó asiento con titubeo, sintiéndose extraño. Veía hacia todos lados como si aquella no fuera su casa, esperando que Chanyeol saliera del baño o de alguna otra habitación.
Los minutos pasaron, comió alrededor de tres donas, bebió la mitad de su café, y no apareció.
Se puso de pie lentamente, abotonando la chaqueta de su uniforme con la misma velocidad pausada, haciendo tiempo sin darse cuenta. Cuando estaba acomodando su mochila por cuarta vez, el sonido que indicaba que la puerta se abría resonó por toda la estancia y prácticamente corrió hacia la sala, sintiéndose aliviado de forma estúpida cuando vio que se trata de su secretario.
Este mantuvo la puerta abierta con una mano mientras asomaba su rostro por la abertura. -¿Ya terminaste?
Baekhyun elevó la barbilla y lo vio por sobre su nariz, porque el mundo podría estar ardiendo en llamas, pero él jamás dejaría que los demás lo vieran sintiéndose desvalido.
-Lo hice.- Contestó cortante mientras pasaba por su lado.
Chanyeol cerró la puerta tras ellos y caminó hacia la salida también. Baek lo miró de reojo.
-¿Dónde estabas?
Se sorprendió de no recibir respuesta alguna de su parte. Era la primera vez que Chanyeol guardaba silencio y optaba por callarse réplicas.
Lo vio con una ceja alzada. -¿No vas a contestar?
-¿Qué interesa? Te traje el desayuno y estoy asegurándome de que asistes a la escuela, ya hice mi trabajo.
Se quedó sin palabras. La respuesta fue inesperada y su tono tan adusto también, tanto así, que acabó petrificado de la confusión y cuando quiso contestarle, se dio cuenta de que ya era un poco tarde. Lamentablemente, no podía decir que fuera la primera vez para él quedándose sin palabras frente a Park Chanyeol.
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Trabajo para el diablo (ChanBaek)
Fanfiction»Esta historia es completa y absolutamente producto de mi activa imaginación. Cualquier semejanza con la realidad o alguna otra ficción es pura y mera coincidencia. REGLAS EN LA DESCRIPCIÓN DE MI PERFIL.« Park Chanyeol es sarcástico, engreído y hast...