VIII

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-¡Mamá!

Gritó Chanyeol desde el umbral de su casa mientras intentaba quitarse los zapatos con rapidez, su ansiedad causando que no lograra hacerlo. Al final, revoleó los pies con brusquedad haciendo que el calzado saliera volando y terminara en cualquier sitio, pero, ¿a quién le importaba? Corrió dentro con una sonrisa que no le cabía en el rostro.

-¡Mamá! ¡Noona! ¡Hyung!- Continuó chillando, eufórico.

-¿Channie?

Sonrió aún más al voltear y ver la cabeza de su madre asomando por la puerta de la cocina. Se dirigió a ella corriendo.

-¡No sabes!

La mayor lo observó con algo de sorpresa. -¿Qué ha pasado?

-¿Por qué estás tan alegre?- Habló su hermana mayor apoyada sobre el borde de la mesada. Ya estaba bastante mejor anímicamente, pero todavía llevaba ese horrible camisón encima.

Chanyeol golpeó un par de veces su pecho y sonrió, más calmado y de forma orgullosa. -He conseguido empleo.

Los ojos de su hermana se abrieron aún más. -Bromeas...

Negó, sin poder dejar de sonreír. -No. ¿Dónde está hyung?

-Han Kyul oppa salió en busca de trabajo también.

-Pues, díganle que ya no lo necesitaremos. Con lo que ganaré, incluso podremos hacer que alguna de ustedes dos deje de trabajar.- Miró a su madre, todavía demasiado feliz como para concebir la buena suerte que había tenido, sin embargo en el rostro de ella sólo había una expresión angustiosa. -¿Mamá?

Esta suspiró, comenzando a mover algunas cosas sobre la mesa de forma distraída, sin dirigirle la mirada a su hijo. -¿No te parece que eres muy joven, Channie?

-He trabajado antes...

-Lo sé, pero eran empleos tontos de medio tiempo, no ocupaban mucho espacio en tu vida y sólo eran por un corto período. Sin contar que la mayoría los tuviste mientras estabas de vacaciones.

Chanyeol se cruzó de brazos. -Esto es por la escuela, ¿verdad?

-No quiero que descuides tu estudio, es todo.

El más alto restó importancia a su comentario con un ademán de la mano. -Ya te he dicho que no te preocupes por eso. Este es mi último año y lo llevo bien, además, ¿cuándo he tenido yo problemas con el estudio? He sido el mejor promedio todos los años, aun cuando ni siquiera me he puesto a leer una sola hoja.

Su madre hizo una extraña mueca con los labios, todavía insegura.

-Mamá, no te preocupes, confía en mí, ¿sí? Con esto incluso estaremos mejor que antes, todos.

Al final, la mayor suspiró pesadamente y asintió un par de veces, aunque Chanyeol supo que seguía un poco en desacuerdo. No importaba. Se aseguraría de cubrir las expectativas y no decepcionar a nadie.

-¿Y bien? ¿Nos dirás cuál es ese trabajo tan increíble del que estás alardeando?- Yoora avanzó varios pasos para sentarse en la mesa junto a su madre.

Chanyeol volvió a sonreír. -Prepárate: soy secretario personal de Kwon Baek.

Ambas mujeres parpadearon, ni siquiera una mosca voló luego de semejante declaración.

-Es... ¿Hablas en serio?- El rostro de su hermana se volvió serio.

Chanyeol asintió. -Completamente.

-No puede ser.- Rio su madre con algo de condescendencia.

-¡No bromees!- Largó una carcajada al aire su hija.

Trabajo para el diablo (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora