XXXVII

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-Bien...- El anciano volvió a observar al jovencito frente a él con suspicacia. -Entonces, ¿tienes diecisiete años?

-Así es.

-¿Podrías repetirme tu nombre?

El otro se aclaró la garganta. -Byun Baekhyun.

-¿Tienes tu identificación?

Baekhyun rebuscó en sus bolsillos y se la extendió. El anciano la observó con detenimiento, achicando sus ojos para lograr ver un poco mejor.

-¿Estás interesado en alguna de las bacantes de limpieza para mi edificio?

-Así es, señor.

El mayor lo miró con ojos entrecerrados, aunque más que un acto de sospecha parecía que su visión era realmente mala. -¿Tienes experiencia en cosas afines?

-He trabajado en el hotel campestre de mi tía como personal de limpieza cada verano.- Baekhyun moriría y se iría al infierno por mentirle a un viejo.

-¿Asistes a la escuela, jovencito?

Suspiró, sin poder disimular su cansancio. -Sí, lo hago...

-Bueno.- Le devolvió su identificación y entrelazó los dedos. -La verdad es que este edificio está muy apartado del centro de la ciudad y no muchos se acercan por el trabajo, necesitamos gente con urgencia así que...

-¿Lo tengo?- Se adelantó con ansiedad.

-Qué va, es tuyo.- Se encogió el señor.

-¡Sí!- Festejó por lo bajo.

-Empiezas mañana. Puedes hablar con la encargada principal, la señora Gil. Ella te dirá qué hacer y de qué encargarte.- Comenzó a ponerse de pie. -Eres menor, así que sólo puedo asegurarte medio turno. ¿Te va bien la tarde o la mañana?

-Diría que la tarde.

-Tenemos un trato entonces.- Se movió hacia la puerta.

-¡Aguarde!- Lo frenó Baekhyun. -Tengo... Quiero renegociar la forma de pago.- El mayor lo vio con ambas cejas alzadas. -¿Tiene algún departamento vacío?

-Efectivamente.- Contestó con algo de recelo.

-Entonces no me pague.- Prosiguió. -Déjeme vivir allí a cambio.

En respuesta, recibió una risilla ligeramente condescendiente. -Jovencito, eso es algo...

-Por favor.- Se encontró suplicando. -Es lo único que necesito, por favor.

-Me temo que el precio de un apartamento aquí excede lo que ganarás trabajando media jornada.

-Entonces deme el departamento más pequeño que tenga, el peor, no importa.

El hombre lo vio, confuso, y comenzó a abrir su boca para replicar, pero fue interrumpido por la puerta de su pequeño despacho abriéndose de forma intempestiva.

-Abeoji, tengo...

Un joven alto y de cabello amarronado se hizo ver, ataviado en un uniforme escolar de escuela estatal. Iba a comentar algo, pero se frenó al ver a Baekhyun detenidamente.

-Ya me voy a la escuela.- Prosiguió, desviando lentamente su mirada y dirigiéndola a su abuelo. -Mamá me pidió que te deje las llaves porque llegará tarde del trabajo.- Le extendió un par mientras volvía a observar a Baekhyun de reojo.

-Está bien.- Las tomó el otro. -Asegúrate de decirle... Oh, olvídalo. La veré más tarde, hablaré yo mismo con ella.

El joven asintió quedamente, todavía con sus ojos clavados en Baekhyun.

Trabajo para el diablo (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora