Baekhyun suspiró ni bien acabó de fregar una gran parte del suelo de la recepción del complejo. Estaba de rodillas, con aquel horrible uniforme azul pálido y un cepillo en las manos que utilizaba para frotar con vehemencia el lugar por donde todos pasaban y que, consecuentemente, volvería a estar sucio en unos minutos. Se irguió e hizo círculos con sus hombros en un intento por relajar sus músculos atenazados. Le dolía la espalda, le dolía todo el maldito cuerpo.
-¡Asegúrate de que quede reluciente!
La señora Gil, al parecer, rencorosa con el mundo que no la dejó ser quien ella deseaba ser, le había hecho limpiar la recepción durante toda la primera semana, inclusive ese día. A simple vista cualquiera podría decir que en serio no le agradaban las tardanzas, pero la realidad era que a esa mujer no le agradaba nada. No le había costado mucho llegar a semejante conclusión.
-¡Oh! ¡Mira, mira ahí! ¡Te quedó una parte!
Después de eso, debería seguir con los baños y limpiar los apartamentos del segundo piso. Aunque no pareciera, limpiar los baños era, quizás, más humano que estar arrodillado en el suelo y lidiar con las gomas de mascar que parecían adheridas al suelo, el polvillo, las manchas de barro, la cantidad de basura que tiraba la gente como si nada y otras cosas que no sabía qué eran.
-Será mejor que le pongas más empeño, ¿sabes?
Antes de ayer, Baekhyun había tenido una disputa nada agradable con un niño que había tirado el papel de un dulce justo cuando estaba barriendo y terminando de dejarlo todo limpio. Entonces...
-No querrás que la señora Gil te tome de las orejas de nuevo, ¿verdad?
Entonces él...
-Aunque eso sí que fue gracioso la última vez.
-¡Oye!- Baekhyun se irguió nuevamente con ambas manos a los costados para ver con el ceño fruncido al insoportable sentado en uno de los primeros escalones. -¿No tienes nada mejor que hacer que estarte aquí de inútil?
El aludido pareció levemente divertido. -La verdad es que no.
-Me lo imaginé.- Resopló.
-¿Te han dicho alguna vez que eres gracioso?
Baekhyun se puso de pie y subió algunos escalones hasta quedar frente a frente con él. Estiró una mano. -Dame de beber, al menos sirve para algo.
-A la orden.- Se giró para tomar la botella de agua a su lado.
Se la arrebató y bebió, viéndolo de reojo. El otro posó ambos codos sobre las rodillas y su rostro sobre las manos, observándolo con aburrimiento, aunque Baekhyun había aprendido que Sehun sí sentía cosas, sólo que no las demostraba porque no era bueno en ello o simplemente porque era su forma de ser. No lo conocía tan bien como para acertar.
Sí sabía que Oh Sehun era un crío de quince años que vivía junto con su familia (o eso creía) en el 4-C. Y lo sabía porque desde que había comenzado a trabajar, él se había sentado en las escaleras todo el tiempo y lo había visto hacer, como si verlo fregar mugre fuera increíblemente entretenido. A Baekhyun no le hubiera importado que lo hiciera si se estaba quieto y en silencio, pero Sehun tenía la muy fastidiosa costumbre de largar comentarios pedantes a posta porque sabía que lo enervaba. Baek solía responderle de forma grosera, pero en ningún momento le había dicho que se fuera o lo dejara solo. Pesado y todo, era la única persona con la cual hablaba día a día y realmente creía que se volvería loco si no intercambiaba, al menos, unas cuantas palabras con alguien. De alguna forma, fue golpeado fríamente por la importancia de las relaciones interpersonales. Antes no les prestaba atención, ni siquiera se interesaba en sus allegados porque creía que siempre estarían ahí a pesar de todo.
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Trabajo para el diablo (ChanBaek)
Fanfiction»Esta historia es completa y absolutamente producto de mi activa imaginación. Cualquier semejanza con la realidad o alguna otra ficción es pura y mera coincidencia. REGLAS EN LA DESCRIPCIÓN DE MI PERFIL.« Park Chanyeol es sarcástico, engreído y hast...