Trabajo para el diablo (ChanBaek)

LI

-¿Están seguros de que esto es buena idea?

Era la quinta vez que Junmyeon preguntaba algo similar, pero a pesar de las constantes respuestas positivas de sus amigos, seguía sintiéndose demasiado inseguro con toda la situación y hasta un tanto temeroso. Miró a Luhan en busca de un posible aliado, él también solía estar en contra de planes tan imprudentes como esos, pero para su sorpresa y decepción sólo encontró un par de ojos brillantes por la aventura que acontecía. Suspiró profundamente, sintiéndose abatido y comenzando a creer en serio que era el único ser racional allí.

Sintió una mano posándose sobre su hombro con delicadeza y la reconoció sin tener que girarse para ver de quién se trataba.

A su lado, Yixing sonrió con ánimo. -Oye, no te pongas negativo.

No pudo evitar una mueca. -No lo hago a propósito.

-A estas alturas, sólo nos queda confiar.

A Junmyeon le brotó una incontenible sonrisa ni bien volteó a verlo. Seguía sin estar del todo convencido con aquella locura en la que se vio envuelto antes de poder notarlo, pero a Yixing le parecía buena idea y además tenía razón, estaban allí y no les quedaba nada más por hacer.

-Bien, coordinemos.- Minseok arremangó la manga de su abrigo y por alguna razón desconocida vio su reloj de muñeca, como si ninguno supiera qué hora era o para qué estaban allí.

Kyungsoo ahogó una inoportuna carcajada. -Oye...

-Me da igual.- Se oyó el vehemente susurro de Baekhyun. -Volvamos a casa, por favor.- Prácticamente imploró.

-No.- La respuesta fue unísona.

-Esto es imprudente y estúpido.- Insistió. -No sé qué rayos debo hacer para que me escuchen.

-Nada, porque no lo haremos.

Baekhyun quiso gemir de frustración, pero en su lugar se cruzó de brazos y los fulminó con la mirada. -Los odio, a cada uno.

-Basta, no es momento de discutir.- Jongdae los miró con el ceño fruncido. -Ya estamos aquí, así que se dejan de lloriquear.

Minseok se giró con una estúpida sonrisa. -Amo cuando se enoja.- Dijo a nadie en especial.

-Lidiar con Minseok debe ser tan difícil.- Murmuró alguien.

Jongdae pareció gruñir, aunque nadie estuvo seguro. -Ni te imaginas...

-Bajen la voz.- Dijo Kyungsoo, asomándose sigilosamente por el bordillo de la pared tras la que estaban escondidos. -Falta poco.

Eran casi las ocho de la mañana y todos habían madrugado para seguir las locuras de un chico bajito, pelinegro, que se comportaba de forma maquiavélica la mayor parte del tiempo y era propenso a tener ideas bastante precipitadas, aunque muy ingeniosas para el pesar del mundo entero. La única palabra, sustantivo propio, que podría resumir semejante descripción era, lógicamente, Kyungsoo.

Cuando Kyungsoo oyó la teoría de Luhan sobre los ejemplares inéditos de la madre de Baek, enseguida descartó cualquier otra hipótesis y se enfocó de lleno en esa, aquello era la punta del iceberg sin dudas, lo que estaban buscando y necesitaban encontrar. A diferencia de los otros que se habían mostrado un tanto escépticos, Kyungsoo dio por hecho al instante que aquello estaba directamente relacionado con Kim Il Wook y sus trampas. Para demostrárselos, propuso visitar aquel local de ropa sospechoso el lunes a primera hora de la mañana, ¿por qué? Había hablado largo y tendido con Baekhyun acerca de los métodos de repartición a sucursales menores, le había explicado que las entregas solían hacerse al comienzo de la semana y temprano, mucho antes de que se abrieran las puertas al público. Baekhyun no había tenido idea de lo que planeaba cuando había incursionado, pero después de sugerir el plan se había negado rotundamente.