Ojos que no ven, corazones que sienten (Dramione/Draco&Hermione) EDITADO

Capítulo XVI

Antes de dejarles el capítulo de hoy, estoy muy muy agradecida por saber que se toman el tiempo de leer esta historia —ya que esta historia ha superado las mil trescientas lecturas, muchas gracias por eso—. Aunque me gustaría saber sus opiniones, que  comenten, pero si la leen supongo que querrá decir que la disfrutan :) no obstante, una cosa no quita la otra. De todas maneras, les agradezco.

P.D.: lamento si sueno algo pretenciosa.

                                                                                  •••

Mientras iba rumbo a la cabaña pensaba en cómo y cuándo le diría a Draco que necesitaba su ayuda en pociones. Ya que a pesar de venir zafando varias clases, no sabía si saldría bien parada de los próximos dos trimestres que faltaban.

Llegó a la cabaña, dejó su maletín delicadamente sobre la cama y acto seguido se acostó sobre ella, pensando.

Cuando de pronto un pequeño picoteo la sacó de sus pensamientos. Sonrió al ver una lechuza muy familiar. Hedwig aguardaba pacientemente en el exterior. Seguramente la carta que tenía atada en la pata era de Harry.

Rápidamente se incorporó dejándola pasar mientras esta se acomodaba en la cama de castaña. Desató la carta y reconoció la caligrafía de su amigo.

Se sentó en su escritorio y la abrió.

Querida Hermione,

Lamento la tardanza de la respuesta. Hace sólo un rato hemos aterrizado en Eslovenia. La verdad es que sí tenemos trabajo pero bueno, ¿es lo que elegimos, no?

Con respecto a tu sueño, se me hace muy difícil pensar con claridad con tanto calor aquí, pero mi consejo sería que te despreocuparas un poco. Al fin derrotamos a Voldemort. De hecho hace unos días recibimos un pergamino del nuevo ministro informando que la mayoría de los mortífagos han sido capturados. Sería difícil planear una venganza con cinco personas al mando, ¿no crees? No te preocupes ya.

¿Qué tal todo por allá? Recibí una lechuza de Hagrid, ¿se la ha comprado? No recuerdo que él tuviera una.

A pesar de estar con todos los Weasley, Ron ya quiere volver a la madriguera. No tienes ni idea lo que es convivir con él. Aunque es chiste cuando volvamos no le muestres esta carta, me matará si se entera que escribí eso.

En el momento en que todos se enteraron que nos escribiste, se pusieron muy contentos. Ginny te manda saludos junto con los demás.

Estoy haciendo esta carta demasiado extensa y el señor Weasley (aún se me hace raro llamarlo "Arthur" ya sabes, él insiste en que lo haga, pero es que simplemente no puedo) está gritándome desde hace más o menos diez minutos. Lamentablemente nuestro trabajo no terminó aquí así que debemos seguir investigando.

Pero tranquila, cuando volvamos te contaremos muchas cosas. Si quieres responderme hazlo con Hedwig.

¡Adiós, Hermione! Te queremos mucho.

                                                             Harry (y toda la familia pelirroja, por supuesto).

La chica rió ante el término "familia pelirroja" para describir a los familiares de Ron.

Tenía que admitirlo. Harry Potter era el mejor amigo del mundo. Siempre tenía las respuestas correctas para calmar a su amiga. Bueno, la mayoría de los mortífagos habían sido capturados; definitivamente esa respuesta calmó las inquietudes de la castaña. Sacó de su maletín un pergamino, la pluma con el tintero, y se dispuso a escribir.