Ojos que no ven, corazones que sienten (Dramione/Draco&Hermione) EDITADO

Capítulo XXX

Faltan sólo dos capítulos para que se cierre esta historia. Muchas gracias a los que siguen leyéndola a pesar de no haber actualizado por un año. Pero, sinceramente, odio las historias inconclusas así que nunca abandono una historia. Sin más, que la disfruten.

—¿Qué se supone que harás ahora, Hermione? —pensó mientras mientras la miraba, hasta que por fin, se decidió a abrirla.

........

—¿En qué rayos estabas pensando? ¿Por qué me seguiste?

—Lo siento, Harry. Tenía curiosidad. Tú nunca me habías ocultado nada...

—¿Desconfiaste de mí? —preguntó atónito y enfadado.

—¡No! Jamás. No, no. Por supuesto que no. Sólo tuve curiosidad. No lo sé, te vi muy misterioso. ¿Hace cuánto que sabes que... ellos...? Bueno, tú entiendes.

—No hace mucho. Sólo un par de días. Tampoco lo tomé muy bien al principio, pero luego entendí que...

—¿Están enamorados?

—No lo sé, Ginny. Eso creo. Pero no me cambies de tema —aflojó su semblante—, por favor prométeme que jamás volverás a hacer una cosa así.

—¿Seguirte? —asintió— Por supuesto. Jamás lo volveré a hacer, cariño. Lo lamento mucho.

Todavía un poco molesto asintió con la cabeza y se sentó a su lado disponiéndose a contarle la historia que días atrás le había contado su amiga.

........

Draco Malfoy caminaba por los pasillos de Hogwarts directo a lo que ahora volvería a ser hospedaje por un tiempo efímero. Si bien le gustaba mucho su torre, y estuvo siempre muy a gusto, no le veía ningún sentido volver a su habitación. Sinceramente, hubiera preferido seguir en la cabaña los últimos días de colegio. Con Hermione, de más está aclarar.

Apenas pasó por el retrato que custodiaba la torre de Slytherin, encontró con lo que esperaba. O mejor dicho, a quién esperaba: Astoria.

—¡Draco! —gritó ésta corriendo hacia él— Estaba...

—Necesitamos hablar —la interrumpió.

—¿Sobre qué, cariño?

—No me llames cariño, sabes que lo detesto.

—Lo siento. ¿De qué quieres hablar?

—Ya no iré contigo al baile.

—¡¿Qué?! —preguntó gritando descolocada— ¿Cómo que no irás conmigo al baile? ¿No irás?

—Primero que nada, no hace falta hacer un escándalo en medio de la sala común por esto. Y segundo, sí iré. Sólo que no contigo —terminó de decir mientras daba media vuelta para salir por dónde había entrado.

—Ah, ¿sí? Entonces, ¿con quién irás?

El chico volteó para verla levantando levemente las cejas.

—El hecho que te diga que no iré contigo al baile no significa que deba decirte con quién voy, Astoria. ¿Cuándo entenderás que nosotros ni siquiera somos una pareja?

—Irás con Hermione Granger, ¿verdad? Los he visto en tu casa. Me has cambiado por esa...

—Ten cuidado con lo que vas a decir —la interrumpió fríamente—. No tiene por qué interesarte en lo más mínimos si voy o no con Granger.

—Te conozco más de lo que crees, Draco. He notado tu comportamiento en las últimas semanas, y estás raro. Ella te ha cambiado, ¿verdad? Con su cara de mosquita muerta.