Capítulo 2

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Jensen se sentía afortunado. Había estado disfrutando de un increíble café bien cargado mientras hablaba con su compañero de escena.
Realmente sí que parecía que se conocieran de toda la vida. Aunque solo hubieran hablado un poco de fútbol y de Texas, que resultaba ser el lugar de procedencia de ambos, la buena sintonía se podía palpar entre ellos y, a veces, incluso eran capaces de seguir las bromas del otro como si fueran amigos de infancia.
Solo pararon de hablar y tontear cuando el tiempo de la comida ya se les estaba echando demasiado encima y ambos tenían que ir a ducharse.
El rubio se arrepintió de haberse reído de Jared cuando este insinuó que se ducharan juntos porque, realmente, no había nada que le apeteciera más en el mundo que sentir el duro sexo del menor pulsando de nuevo en su interior.
Deseaba sentir ese semen tan delicioso llenarle entero...
Esos sucios pensamientos hicieron que la ducha se volviera aún más interesante y, cuando salió del baño con su ropa nueva, agradeció a un ser supremo el haber escogido la noche anterior los pantalones que mejor le quedaban de todo su armario. La camisa rosa, sin embargo, no era la que más le gustaba de todas las que tenía, pero se veía bien, lo sabía. Se había puesto el pelo revuelto y además en su cara se distinguía esa expresión satisfecha que siempre tiene después de una buena sesión de sexo.
Iba a dejar tan tocado al Padalecki que el pobre chico de seguro iba a acabar cayendo de rodillas para besar el suelo por donde hubieran pisado sus pies.
Y no es que Jensen fuera un creído es que tenía comprobado que usando sus tácticas de cortejo infalibles ningún hombre de este mundo podía resistirse a sus encantos. Qué coño, ningún ser que respirara y sangrara podía resistirse.
Llegó al jardín, donde habían instalado unas carpas y una larga mesa para que todo el equipo pudiera comer.
Al segundo de aparecer, todas las miradas estaban posadas en él. Saludó a la gente y buscó a su presa con la mirada pero el joven parecía no estar allí.
Iba a volver adentro a buscarle pero entonces, Samantha lo interceptó, ofreciéndole una cerveza bien fría y él jamás se resistiría a eso.

-Has estado, uf, Jensen...- se abanicó con la mano- Dios, creo que nunca habías hecho algo tan erótico como eso...

Él sonrió antes de darle un largo trago a su bebida.

-Creo que de eso tiene mucha culpa el novato. Jeff tenía razón, es realmente bueno.
-Sí es súper...- gruñó claramente excitada- No sé cómo expresarlo mejor- rió- Y además hacéis una pareja genial.

Jensen alzó las cejas mientras su agente pestañaba de manera exagerada.

-¿Qué quieres decir?
-Oh, ¡venga ya! A mí no puedes engañarme, vas a lanzarte a su yugular en cuanto tengas la oportunidad.

El chico contestó con una fuerte risotada y entonces vio como Sam, que parecía estar a punto de decir algo, cambió su expresión de fingido enfado por una amplia sonrisa, al tiempo que su mirada se perdía en algún punto detrás de él.

-Vaya Jensen, me parece que el niño también piensa entrar a matar...- ronroneó.

El rubio se giró encontrándose con la alta figura de Jared que estaba impecablemente vestido con unos pantalones blancos y un fino jersey de color azul cielo que contrastaba con su piel morena. Su pelo estaba aún algo húmedo por la ducha y peinado de forma casual hacia atrás, con algunos mechones sueltos cayendo sobre su rostro.
Era la viva imagen del deseo. De hecho, si la lujuria fuera una persona esa persona tendría que ser Jared, pensó Jensen, sonrojándose cuando esos ojos gatunos al fin le encontraron entre la gente.
Se lamió los labios de manera compulsiva, comprobando como la media sonrisa de su compañero de trabajo se volvía un poco más amplia.
Jared se disculpó de la gente que tenía a su alrededor y caminó con paso seguro hasta Jensen.

-Hola- le saludó el pequeño.
-Hola- contestó de manera sugerente hasta que la fingida tos de Samantha le trajo al mundo real- Jared, permíteme que te presente, esta es Samantha Smith, mi agente, creo que ya la has visto por ahí.
-Sí, encantado Señora Smith.
-Señorita- le corrigió- pero llámame Sam, todos mis amigos me dicen así.
-De acuerdo, Sam- la sonrisa de Jared se hizo más amplia, mostrando sus hoyuelos.
-Bueno, será mejor que vaya a hablar con Jeffrey de la siguiente grabación- les dijo para luego despedirse con la mano- Que os divirtáis, chicos.

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