Cuando abrió los ojos aquella mañana sintió su mente pastosa por las drogas. Se llevó una mano a la cabeza mientras murmuraba a la nada un "Feliz cumpleaños".
Cuanto había soñado pasar ese día junto a Jared...
Había preparado una cena para él en un restaurante donde servían una pasta fresca deliciosa y donde la iluminación tenue, proporcionaba un ambiente romántico y acogedor.
Tenía pensado, regalarle un reloj que ya había escogido desde que prácticamente supo cuando era su cumpleaños.
Debía reconocer que, de hecho, había previsto emborracharlo un poco con el vino y llevarlo a un fino hotel que, le constaba, tenía un espejo en el techo sobre la cama.
Sonrió para sí, imaginando de nuevo cómo podría haber reaccionado el chico. Sus ojos brillantes, su sonrisa, el reflejo de su espalda en el espejo...
Ojalá todo hubiera sido como lo había soñado.
La imagen del castaño aquella noche volvió a su mente como un fogonazo doloroso. Su ropa estaba deshecha y las marcas de besos recorrían su cuello de arriba abajo.
Algunas parecían rojas y sangrantes... Como si le hubieran mordido con violencia.
¿Podría ser verdad? ¿Podría ser que Tom hubiera forzado a Jared? Eso no tenía sentido, pensó sacudiendo la cabeza.
Además esas drogas no se conseguían fácilmente y Tom no era una lumbrera precisamente. Ni si quiera sabía con quién hablar para conseguir un poco de María, ¿cómo mierda conseguiría éxtasis líquido o rohypnol?
Se levantó del cochón y se estiró sintiendo como su espalda crujía.
Vio que, encima de la mesita de noche, Misha le había dejado una carta donde le informaba de que tenía trabajo y que volvería al mediodía.
Arrugó el papelito y lo tiró a la basura antes de dirigirse al cuarto de baño. Justamente estaba terminando de cepillarse los dientes, cuando le llamaron al teléfono móvil.
Samantha, se dijo descolgando.-Dime preciosa.
-Tenemos que hablar de tu agenda Jen.
-Como digas- sonrió abriendo el armarito de las pastillas, buscando un analgésico.
-El viernes tienes...- empezó la chica a hablar pero Jensen no la escuchaba.En aquella especie de botiquín había bastantes tipos de drogas pero hubo una en especial que llamó su atención.
El rubio tomó el bote entre sus manos leyendo la etiqueta: Ketamina.
Se quedó pensando un segundo antes de ir a mirar en el portátil de Misha que estaba sobre el diván a los pies de la cama.
Hizo una búsqueda rápida y sintió como comenzaban a temblar sus manos.
No podía ser... Misha era un capullo y lo sabía pero no haría eso...-Jensen, ¿Jensen me oyes?
-No, yo esto... No he oído lo último.
-Digo que Jeff ha cancelado todas las grabaciones que tenías con Jared.
-Bueno eso lo esperaba... Seguro que está muy ocupado con otros papeles más importantes...
-No lo creo- habló ella muy seria.
-¿Que quieres decir?
-Al parecer, el chico ha dejado el porno. Se ha retirado del todo.
-No- se puso blanco- Eso es... ¿por qué haría algo así? Quiero decir, le iba muy bien.
-Sí ya... Jeffrey no entiende nada, solo me ha dicho que el chico estaba muy alterado y que no quiso decirle la razón.
>>¿Seguro que no le ha pasado algo malo a Jared, Jen?
-¿Por qué lo preguntas?
-Es que se oyen rumores...
-¿Sobre qué?
-Dicen que Tom Welling anda contando por ahí que Jared es una auténtica puta.
>>Según he oído, anda comentando linduras, como que le tuvo en cuatro con solo mirarle, pero...
-¿Pero?- preguntó el pecoso apretando los dientes.
-Danni fue la que maquilló a Jared y a Tom cuando grabaron juntos y ella vio como el joven lo mandaba a volar.
>>Según ella, Welling no paraba de atosigar a Jared pero él le especificó en todo momento que salía con alguien y que no iba a engañarle...
>>De hecho, dice que el moreno se puso tan pesado que Jared tuvo que darle un empujón para que se apartara.Jensen parpadeó notando como los ojos le picaban por las lágrimas que se acumulaban en ellos.
En ese momento, estaban peleados.
Jared le había dejado y no tenía por qué serle fiel pero lo fue.
Aquella noche, el pequeño apenas conseguía caminar bien y su ropa estaba destrozada. Ya venía llorando cuando abrió la puerta.
Misha y Tom estaban en la misma discoteca, la misma noche que ellos estaban trabajando allí y Misha tenía Ketamina en su arsenal de drogas. Un bote que parecía nuevo y estaba casi lleno... Solo se había sacado una toma.
Tiró el frasco contra la pared con todas sus fuerzas y lo vio estallar en mil pedazos.
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The Sex Work
RandomJensen es un hombre solitario que solamente vive para su trabajo y para su hermana menor, Mack. Su mundo empezará a dar un cambio drástico cuando un nuevo e inesperado compañero de profesión le haga sentir un abrasador fuego por dentro. El único pro...