Jensen es un hombre solitario que solamente vive para su trabajo y para su hermana menor, Mack. Su mundo empezará a dar un cambio drástico cuando un nuevo e inesperado compañero de profesión le haga sentir un abrasador fuego por dentro. El único pro...
Jared no se esperaba nada de eso, su rubio parecía un energúmeno allí parado en mitad del salón, por el que parecía que había pasado un huracán.
-¿Dejarte qué? ¿Quieres seguir burlándote de mí? Menudo cabrón hipócrita estás hecho, ¿cuántas mentiras pretendes contarme hasta quedarte a gusto? -Yo no... -Tú no, ¿qué?- gritó caminando hacia él con gesto indignado- ¿Le soltaste el royo de la primera mala experiencia o eso solo lo haces con los ingenuos como yo? -¡Jen, eso sí que no!- su expresión cambió de asustado a completamente enfadado. -No me llames Jen, ni Jenny, ni mierdas... por lo que a mí respecta, lo nuestro ha muerto. No eres nada mío. -¡Nunca fui algo tuyo Señor Ackles! Nunca me dejaste llegar a ti- la rabia hizo que se le saltaran las lágrima mientras hablaba. -Me alegro de poder decir que este farsante no fue más que un buen polvo de vez en cuando- le hincó el dedo en el pecho, notando por primera vez las manchas de su camisa. -Eso estaba claro. Has dejado muy claro la clase de persona que eres... Misha y tú siempre fuisteis tal para cual, ¿por qué le dejaste exactamente? Tal vez tú también mentiste y fue él el que se cansó de tu culo. -Te diría que te jodan pero veo que ya te lo han hecho suficiente esta noche- cogió la fina tela azul manchada de lo que suponía esperma y la sacudió con desprecio.
El castaño rompió a llorar de manera desesperada y, avergonzado, corrió a subir las escaleras. Jensen le siguió, dándose de lleno con la puerta de su cuarto en las narices ya que el menor la había cerrado antes de que él pudiera pasar.
-¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?!- preguntó echando humo cuando abrió la puerta. -Me voy- habló como pudo entre sollozos, al tiempo que colocaba su bolsa de viaje sobre la cama y la empezaba a llenar con aquellas cosas suyas que estaban esparcidas por el cuarto- ¿No era lo que querías desde que me conociste? -Sí- fue al armario y tiró todo lo que vio de Jared al suelo- Debería haberte echado a patadas el primer día- sintió sus ojos picando por las ganas de llorar y miró al que había creído el amor de su vida con desprecio- Cómo puedes estar ahí, llorando, como sí... >>Me has jodido Jared, lo has hecho de verdad y sé que ni si quiera te importa, ¿podrías parar ya con esa patética escenita que te estás montando? -Te equivocas Jensen, no es ninguna escenita- dijo cerrado la maleta y sorbiendo por la nariz antes de cogerla en peso- Si no puedo evitar llorar es porque me das mucha pena. >>Deseabas tener cualquier excusa para echarme de tu vida y, ahora, piensas que eso está bien contigo pero, llegará el día en el que te arrepentirás y yo ya no estaré. -Nunca me arrepentiré- le encaró con los dientes apretados- La gente como tú ha sido la que ha jodido mi vida, ojalá no tenga que volver verte nunca más. -Espero que tengas razón y que vivas a gusto con tu decisión el resto de tus días.
El chico se largó dando un portazo mientras Jensen lo observaba desde arriba de las escaleras. Él ya predijo que esto acabaría así y, de todas formas, sentía que podría morir por culpa de ese hondo e incesante dolor en su corazón.
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