Harley saltaba intentando lamer los dedos de Jared, el cual, los mantenía alzados mientras el cachorrito jugaba en su regazo, tratando de alcanzarlos.
Sonrió con cierta tristeza, recordando la desolada expresión de Jensen cuando le dijo que no podía estar con alguien que no confiara en él...-Jared, yo te juro que...- dijo el mayor mientras se ponía de pie.
-No, lo siento Jensen, pero, nunca has hecho nada que me indique que crees en mí, que estarás a mi lado...
-Lo sé pero, te prometo que eso va a cambiar, te lo demostraré- intentó tomarlo de nuevo de la mano pero el menor se lo impidió.
-Ojalá fuera de otra manera... Pero ya no puedo, ahora soy yo el que no puede confiar en tus palabras...El pequeño suspiró dejando finalmente la mano a la altura del hocico del cachorro. Su pequeña lengua acariciándole casi con nerviosismo, produciéndole unas cosquillas muy agradables más, esta vez, ni siquiera pudo reunir fuerzas para sonreír.
Estaba sintiendo un fuerte pinchazo en su corazón y un nudo en su garganta que no le dejaba respirar. Tragó con fuerza intentando pasar esa bola de emociones que iban desde el dolor más sordo hasta la liberación.
Había deseado volver a ver a Jensen de manera desesperada desde hacía días y, esa misma tarde, su deseo se había cumplido. No esperaba, sin embargo, que aquel encuentro fuera a significar un adiós para siempre...
Amaba al rubio con toda su alma pero sabía que esa relación no le produciría más que penas y quebraderos de cabeza.
No era bueno para él. Jensen no era bueno para él... O al menos, eso era lo que el joven no paraba de repetirse en su cabeza una y otra vez.
Puso una de sus manos sobre la cabeza del perrito para acariciarlo de manera distraída.
Era mejor así. De todas formas, él sabía que el pecoso no iba a conseguir confiar en él nunca...
El sonido de unas llaves abriendo la puerta de la casa, hizo que Jay alzara la cabeza mientras el pequeño cachorro saltaba de sus brazos con una vena curiosa que le empujaba hacia lo desconocido.
Un pequeño gritito enternecido se escapó de los labios de Megan que cogió al perrito en brazos, con algo de esfuerzo ya que, a pesar de ser un cachorro, Harley era algo pesado para ella.-¿De dónde sales tú?- le preguntó al perro mientras entraba en la sala, seguida de Chad.
El rubio clavó una mirada asesina directamente en Jared al tiempo que él también preguntaba.
-Eso es... ¿de dónde sale el chucho Jay?
-Ha sido un regalo de cumpleaños- se mordió el labio con nerviosismo.
-Oooh, mira que monada Chad- rió la joven que había tomado asiento junto a su hermano a la vez que disfrutaba de los pequeños lametones de Harley por toda su cara.
-Sí, es monísimo- dijo algo enternecido por la imagen de la chica con el perro- Pero no se puede quedar.
-¿Por qué no?- preguntó la morena con tristeza.
-Pues porque el casero no permite perros.
-Entonces nos mudamos y ya.
-¿Nos mudamos? ¡Anda que no eres lista tú! Aprovechando una ocasión como esta para auto invitarte a vivir con nosotros...- dijo de forma pícara, mirándola de arriba abajo.
-¡Hey!- se quejó ella con una falsa expresión de disgusto.Jared se levantó del sofá con una sonrisa, cogiendo al cachorro de los brazos de su hermana para llevarlo rumbo a su habitación.
-No será necesario que os mudéis, ya lo haré yo- comentó el castaño, saliendo del salón.
-¿Cómo?- cuestionó Chad.Ambos le siguieron al dormitorio, dispuestos a interrogar al chico que había sido bastante misterioso en su afirmación.
-¿Y a dónde piensas mudarte?- preguntó su hermana ya que Jared parecía haber hecho oídos sordos al último interrogante de Chad.
-Voy a volver a San Antonio.
-¡¿Qué?!- gritaron al unísono los chicos.
-Hablaré con mamá y papá para volver a estudiar y conseguiré algún trabajo de medio-tiempo o algo así para ayudarles con los gastos.
-Pero Jay, dijiste que intentarías modelar...
-Sí, pero creo que lo mejor será irme de California... Los Ángeles no es para mí y echo de menos mi casa...
-Eso es una bobada...- empezó a decir su hermana pero el rubio la cortó.
-¿Tiene que ver con Jensen?
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The Sex Work
RandomJensen es un hombre solitario que solamente vive para su trabajo y para su hermana menor, Mack. Su mundo empezará a dar un cambio drástico cuando un nuevo e inesperado compañero de profesión le haga sentir un abrasador fuego por dentro. El único pro...