Capítulo 19: Miedo

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La habitación se quedo en silencio, Edward aun sostenía la mano de Bella entre las suyas. Todos miraban como se desarrollaba la escena frente a sus ojos.

— ¡Chris! —Bella salió de su aturdimiento e intento seguir a su hijo, sintió una mano en su hombre y vio que era su padre, Charlie Swan.

—Déjalo un rato solo cariño.

—Pe-pe... —Bella miraba hacia su padre y hacia las escaleras, las lágrimas que hace un momento fueron de felicidad, fueron remplazadas por un amargo sentimiento —mi bebe —susurro, busco a Edward con la mirada y se refugió en sus brazos, llorando silenciosamente en su pecho.

—Lo siento cariño —beso la cabeza de su novia—fue mi error, yo tal vez debí pedírtelo por separado o hablar con Chris o...

—No pasa nada—Bella paso sus manos por la espalda de Edward para tranquilizarlo.

—Cariño—Esme se dirigió a Edward—será mejor que hoy vayas a la casa con nosotros, el pequeño necesita espacio —Esme todo su hombro y le sonrió con tristeza, había anhelado tanto este momento como madre, que el trágico desenlace había ocasionado que estuviera a punto de ya no aguantar sus lagrimas, sabía que su hijo Edward estaba sufriendo muchísimo.

Renné se encontraba en el sillón llorando mientras Charlie le decía palabras de consuelo en su oído.

—Sera mejor que todos nos vayamos—Carlisle llamo la atención de todos—Creo que hay algunos asuntos que tienen que resolver—Bella asintió, agradecida con las palabras de Carlisle.

Tenía tantas ganas de esconderse bajo las cobijas y nunca salir, las palabras que había pronunciado Chris aun calaban en su alma, pero tenía que ver primero por el bienestar de su hijo y luego por ella.

—Cariño ¿Quieres que nos quedemos contigo? —le preguntó Renné en la puerta a Bella cuando estaban a punto de irse.

—No mamá, podre arreglarlo —Bella le dio a su mamá un intento de sonrisa.

—Lo siento tanto cariño, todo parecía tan perfecto—Renné no aguanto de nuevo las lagrimas y abrazo a su hija con fuerzas, lo cual provoco que Bella volviera a llorar.

—No te preocupes mami—Renné limpio las lágrimas de su hija y le dejo un beso en la frente.

—Si necesitas algo, no dudes en llamarnos—Charlie le dijo antes de darle un abrazo.

Alice, Rosalie, Emmett y Jasper se despidieron con un abrazo y un beso. Carlisle y Esme le dieron algunas palabras de aliento y al final llego el turno de nuevo.

Tal como un niño, sus padres le dijeron que lo esperarían en el auto, Edward se quedo parado frente a Bella con las manos en sus bolsillos, no quería verla a los ojos, pues no sabía que podría encontrar en ellos. Siguió viendo hacia dentro de la casa la cual habían compartido durante poco tiempo, pero ya sentía como su hogar.

— ¿Te puedo ver mañana?—Edward se acerco a ella.

—No-no se... —Bella lo miro a los ojos con un nudo en la garganta.

— ¿Tu me llamas?—le pregunto a Bella en el mismo estado. Bella asintió mordiéndose el labio y con los ojos empañados en lagrimas.

Edward tímidamente y con vergüenza se acerco a los labios de ella. Poso sus labios tímidamente, Bella puso una de sus manos sobre el corazón de él y la otra en su nuca.

Edward se pudo dar cuenta que este beso sabia diferente, amargo. Bella lo besaba lentamente, con los ojos cerrados, el beso dolía. Bella gimió en sus labios, pero Edward se dio cuenta que era más un sollozo. Su beso sabía a despedida.

El pequeño de mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora