Emma.
—Colocate aquí —me indica Zayn, apuntando cierto punto en el césped.
Yo me siento nerviosa por lo que sigue, y a la vez ansiosa.
—¿Alguna vez has tomado un arma? —pregunta.
Miro como hipnotizada el arma corta que trae entre sus manos, mientras niego con la cabeza.
—Esta bien —él suspira — este es el gatillo, este es el seguro. Ahora, tomala.
Él me la entrega y el objeto se siente pesado y frio en mi mano derecha. La tomo como debe de ser y trato de mantener a ritmo mi respiración. Jamas había tenido un arma en mis manos y, hasta el día en el que Harry Styles y Adam Scott invadieron mi vida con sus uniformes de falsos policías y sus enormes armas, jamas había estado tan cerca de una.
Tan cerca de un instrumento tan mortal.
—Presionala, no te asustes – Zayn parece estar teniendo paciencia conmigo porque cree que estoy muy asustada.
En realidad estoy fascinada.
Mi fascinación es tanta que no puedo ni hablar, así que solo asiento. Soy incapaz de dar más explicaciones.
—Ok. Ahora, vamos a sacar el cartucho para que veas como se sacan las balas —dice.
Él me ayuda a hacerlo, con la pistola aún en mis manos. Da las instrucciones y me muestra como se hace, luego me pide que lo haga yo sola. El cartucho esta vacío.
—Muy bien, ahora, vamos a ver tu posición de disparo. Vas a disparar aire, por lo pronto —dice Zayn, pero yo ya veo a mis compañeros disparando balas de verdad.
El ruido de todos disparando en conjunto es atronador, por lo que me ajusto bien los protectores de los oídos antes de continuar.
Las películas y las series de acción son mis favoritas, así que elijo una postura que recuerdo para disparar.
Quito el seguro como Zayn me dijo y doy el primer disparo. No puede ser tan difícil...
Entonces, todo es un desastre. La pistola se sale de control y yo soy obligada a dar algunos pasos hacia atrás.
Suelto un resoplido y miro el arma en mis manos.
No pensé que fuera tan difícil.
— ¿Sabias que lo haría mal? —le pregunto a Zayn. Me quito los protectores de los oídos y nos alejamos un poco del campo de tiro.
—No podía arriesgarme —dice él —necesitamos practicar tu postura y hacer algunos disparos más... sin balas.
Él me enseña la manera en la que debo de tomar un arma, a poner mis pies firmes sobre el suelo. No soy muy buena, como cualquiera en su primera vez.
Me sitúo de nuevo en el puesto y miro el blanco. Es la silueta de un hombre con un objetivo en el pecho y uno en la cabeza, apoyado en una especie de costal lleno de arena.
—Esta es tu mira —Zayn acaricia la punta del arma con el dedo, señalando las protuberancias que sobresalen.
Cierro un ojo, quito el seguro y disparo.
Una. Dos. Tres veces.
Pero simplemente no puedo permanecer firme.
—Detente —Zayn hace que baje el arma —Vamos a hacer algo.
Él hace que tome el arma solo con mi mano dominante.
—Aprieta con fuerza el mango —lo hago – Aún más —... mi mano duele —Haz que tiemble —la aprieto con todas mis fuerzas.
