Emma.
Entreno junto a Scott, aun cuando empieza a oscurecer. Mañana es el día y hemos tenido que practicar en el jardín en vista de que el gimnasio estaba ocupado por Hilary y Zayn.
Estamos en medio de los bloqueos, cuando decido que ha sido suficiente.
—Paremos —digo.
—Emma, tan solo faltan unas horas para...
—¿Para mi fin? —rio un poco —Lo sé, lo tengo controlado —le doy un manotazo en el abdomen y el finge que no sintió nada —Necesito agua, un baño y dormir. En ese orden.
Vamos dentro del cuarto de entrenamientos para tomar unas bebidas del refrigerador, porque está más cerca que el de la cocina y porque quiero una excusa para ver la práctica de Hilary.
Cuando lo propongo, Scott no se niega. En el fondo tiene una mente tan criminal como la mía. Estoy segura. Y por eso él nunca me ha agradado. Yo no me agradaría si fuera otra persona.
Salimos rápido, sin ser siquiera notados. Hilary parece estar golpeando fuerte al Señor Malik.
—A eso se le llama concentración — regaña Scott. Pongo los ojos en blanco, me ha regañado más de mil veces por eso en los últimos dos días.
—Lo tendré en cuenta —respondo, bebiendo un poco de mi powerade frío. Es de moras.
Entramos en la casa y él decide que va a ir a cambiarse, pero me obliga a prometerle que iré directo a mi habitación.
No lo hago, por supuesto.
Voy hacia la cocina por un bocadillo en lugar de subir. Últimamente he tenido más hambre de lo normal.
Sostengo la bolsa de frituras y la soda en una sola mano mientras me agarro del pasamanos de las escaleras. Llego con rapidez al segundo piso.
Estoy dirigiéndome hacia las habitaciones, cuando escucho unas voces masculinas hablando en susurros. Provienen de la sala común.
—Hice lo que me pediste —parecía ser la voz de Payne.
Me acerco con cautela hacia la sala común. La puerta corrediza esta entre abierta y puedo ver un poco hacia adentro. Esta vacía excepto por Payne y Tomlinson.
—¿A dónde la moviste? —pregunta Tomlinson.
—Más lejos. Al sur... unos doce kilómetros —dijo Payne.
—Nadie puede saber que sigue viva —dijo Tomlinson. Entorne mi mirada.
—Zayn dijo que ella piensa que somos unos sádicos...
—Mucho menos pueden decirle a Hilary que la niña esta con vida. Ella seguirá buscando si sabe que nuestra pequeña psicópata aún se encuentra en el bosque —dijo Tomlinson.
—Aun no puedo creer el número de crímenes que cometió. Es apenas una niña —dijo Payne.
—Tú y yo sabemos que no es solo una niña. Pero Hilary no sabe eso. Y no tiene por qué saberlo. Nadie lo sabrá. El secreto de Reggie seguirá sin hablarse hasta que la transfieran.
Doy unos pasos hacia atrás y la bolsa de las frituras hace el ruido que las bolsas suelen hacer. Mierda.
Me meto dentro de una puerta que resulta ser un pequeño cuarto de limpieza y espero. Los dos salen de la sala y miran a su alrededor.
—Ningún cabo suelto, Liam —ordenó Tomlinson, dándole unas palmadas. Payne asintió y salió de ahí.
Tomlinson miro a su alrededor, negó con la cabeza para sí mismo y desapareció de mi vista. Solo salí de mi escondite cuando escuché que estaba bajando las escaleras.