Hilary.
Entrar esta vez a la sala de la piscina me pone nerviosa. Siento nauseas aun cuando mi estómago está completamente vacío.
Hoy es mi último entrenamiento privado con Harry, y Louis va a venir a verme para evaluar mis progresos, así podrá decidir qué hacer conmigo.
La verdad es que no me siento preparada para la competencia. Tenía las esperanzas de competir y poder dar lo mejor de mí, ahora eso ya no parece posible.
Me dirijo a los vestidores para colocarme el traje de baño que me habían entregado desde la primera vez que estuvimos aquí. Una vez lista, salí de ahí.
Harry y Louis se encontraban en la orilla de la alberca, donde los había dejado. Nunca me había percatado de sus estaturas, es impresionante como aun cuando Harry es más alto que él, no podría intimidar a nadie. No como lo hace Louis.
Esta vez entro a la piscina sin ningún problema. Al principio me aterra la idea de volver a hacerlo, pero se supone que debo enfrentar este miedo. Muchas veces nos quedamos paralizados por ese sentimiento, no puedo permitírmelo ahora. Me pregunto, ¿cuántas veces renunciamos a lo que queremos por miedo?.
Aunque superar mi miedo es lo que quería, me gustaría que esto fuera con un poco más de calma y no tan forzado como lo es. Aunque no hay tiempo para eso cuando hay una competencia que no sabes si te quitara la vida por no tener suficientes puntos.
Harry me pasa una tabla para poder practicar pataleo en la piscina, me indica que tengo que hacer unas cuantas repeticiones de ida y vuelta. Después, paso a hacer unas cuantas respiraciones bajo la superficie, para finalizar practicando nadado por debajo.
Tengo que aceptar que después de todo no es tan malo, ver debajo del agua antes me producía escalofríos pero ahora lo siento tan pacifico. El agua es transparente, puedo ver la manera en que mis manos se mueven produciendo ondas en el agua. Para ser solo 5 minutos realmente lo disfruto, no puedo esperar el día en el que pueda nadar con una velocidad increíble y sin tener que preocuparme demasiado por la respiración.
Para poder nadar por arriba, Harry me ayudó las primeras veces sosteniéndome por el vientre, aunque esta forma no me agrada demasiado. Todo el tiempo olvido que tengo que mantener mi rostro al lado en el que mi brazo se mueva.
Al final termino tragando un poco de agua.
Harry no duda en felicitarme por los progresos que he tenido.
Al salir de la piscina nos encontramos con Louis, quien no parece tan feliz. O bueno, a veces creo que así es su cara por naturaleza. Le sonrío, pero no obtengo respuesta alguna.
—¿Qué dices? —le pregunto a Louis.
—Tus progresos son buenos, pero no es suficiente. Lo mejor será que no participes en esta competencia —dijo. Su rostro serio.
—Supongo que está bien —dije. No sé por qué pensé que iba a lograrlo.
—Mañana aun así tienes que presentarte —dijo, marchándose.
Dejé solo a Harry sin decirle nada, para poder tomar una ducha en las regaderas de esta área. Gracias al cielo traje mis artículos de aseo personal.
Cuando me encuentro con Harry, me doy cuenta, al ver su rostro, de que la ducha no ayudó con mi ánimo.
Me siento decaída, en verdad quería competir. Bueno, no se trata exactamente de la competencia, más bien se trata de no cumplir con una meta. Ahora siento que todo el empeño que puse no ha servido para nada.
Tampoco quiero quedarme sentada viendo cómo el resto se patean el trasero sin que yo pueda participar.
—Si entiendes que él te está diciendo todo esto por tu bien y porque no queremos arriesgarte, ¿Cierto? —dice Harry, con ese gesto cauteloso.
