Capítulo 29

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Hilary



Cuando esquivo su mirada para pedir la ayuda de Niall, sé que ya no tiene poder sobre mí. Lo único que siento hacia él, es resentimiento.

Mis manos se convierten en puños, lastimándome.

Niall me abre la puerta haciéndome entrar en la parte trasera de la camioneta, fijo mi mirada hacia enfrente. La presión en mi pecho junto con las ganas de gritarle siguen presentes y sé que si lo veo de nuevo todas las palabras que tengo guardadas, saldrán sin mi consentimiento.

Emprendemos el viaje de vuelta a la mansión, avanzamos dejando el bosque atrás.

Después de lo que parecen horas, logro visualizar la mansión al final del sendero. Tengo tantas ganas de llegar y tomar una ducha. Hay suficiente tiempo hasta que los demás lleguen.

El conductor se estacionó en la entrada principal. Nunca le había puesto atención a esta parte de la mansión a pesar de que ya había estado un par de veces aquí. Es la entrada más lujosa que alguna vez haya visto, sin contar el hermoso jardín frontal. Sin duda, EPIC pertenece a ricos egoístas, ¿Quién necesita una entrada despampanante cuando puede usar ese dinero para otra causa?

Era hora de bajar así que intenté abrir la puerta, pero me lastimé la mano intentándolo. Tengo cortadas a través de ambas palmas de mis manos.

– Maldición – susurré.

– ¿Qué haces? – preguntó Niall. – Ven aquí, ¿Estas bien?.

– Tranquilo, no es nada grave – dije volteando los ojos – Solo me rocé.

– Tienes que cuidarte, si no va a tardar más en sanar.

– ¿Puedes abrir la cajuela para sacar mi equipaje? Por favor – dije, sonriéndole.

– Parece que no has escuchado lo que he dicho – dijo él, más serio. No creo haberlo visto así antes – No permitiré que lo lleves, yo lo haré. Espérame aquí para irnos juntos.

– Actúas como si estuviera inválida.

– No vamos a discutir por esto, solo deja que te cuide.

Sus cristalinos ojos azules son tan hermosos que no puedo continuar una discusión con ellos.

– Está bien – dije – Sé que no es tu obligación, así que gracias.

Toma nuestros equipajes para después subir la escalinata hasta mi habitación. Niall fue muy caballeroso al ayudarme con todo cuando no tenía que hacerlo, incluso se la pasado abriendo cada puerta por la que debíamos cruzar.

Una parte mía odia que haga todo esto porque me hace sentir inútil, no me pasó nada grave tomando en cuenta que la última vez estuve a punto de morir frente a dos hadas, pero por otra parte me hace sentir cómoda tratándose de Niall.

Al entrar en mi habitación, me siento en la cama esperando a que se vaya a su recamara, pero en lugar de eso Niall comienza a acomodar mi ropa limpia de la maleta como si le perteneciera. Lo ayudo separando la ropa sucia.

Al sacar la ropa interior no se inmuta, es como si fuera la escena más normal del mundo. Tal vez ya está acostumbrado a ver ropa interior femenina. Aunque me cuesta imaginarlo, ya que parece muy lindo para ser el tipo de chico que se tira a cualquiera.

– Iré a tomar una ducha, deberías hacer lo mismo – dije doblando la última prenda.

– Bien. Después vas a enfermería por un cambio de vendaje y me esperas ahí para ir a comer – parecía una orden.

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